En México, el COVID-19 provocó una disminución de ingresos en el 46% de la población ocupada y propició que 11.9 millones de personas no encuentren o se queden temporalmente sin empleo, según datos del Inegi.
De acuerdo con la encuesta sobre COVID y el mercado laboral (ECOVID-ML), de las 11.9 millones de personas, 7.8 se ausentaron o fueron suspendidos temporalmente de sus empleos por culpa del virus. Mientras que el 4.1 millones de personas que deseaban trabajar no pudieron buscar opciones laborales por la pandemia que atraviesa el país.
El 42.3% de las 7.8 millones de personas ausentes confía en que retornará a su trabajo al terminar la contingencia.
Sobre los empleos temporalmente perdidos, la encuesta señala que: el 46% son trabajadores subordinados y remunerados; 53% trabajadores independientes; el 67% laboraba en negocios de no más de 5 trabajadores; el 53% en negocios sin local, y el 92% no tenía acceso a servicios de Salud.
La afectación también fue para las personas que tienen empleo. La ECOVID-ML reveló que de las 32.9 millones personas ocupadas en el país, el 46.1%, casi la mitad, vio disminuidos sus ingresos y solo el 5% recibió un apoyo del gobierno para aminorar el daño.
Por otro lado, de los 32.9 millones de personas, 6.1 millones fueron suspendidas de su trabajo.
De éstas, el 44.2% está recibiendo un pago parcial; el 38.5% su pago completo, y el 17.3% dejó de recibirlo.
Respecto a los trabajadores independientes, de los 8.4 millones que hay en el país, el 41.2% reportó afectaciones, principalmente por falta de clientes, lo que derivó en su baja de ingresos económicos.
Del total de las personas ocupadas; el 23.5% señaló que trabaja desde casa; el 30.3% no trabaja las horas habituales, y el 21.8% se ha ausentado temporalmente de su empleo pero sin perder el vínculo laboral.
Con relación a las personas que laboran desde casa, el 70% sí cuenta con el equipo necesario para hacerlo; el 84% tiene condiciones se seguridad e higiene, y el 27% ha tomado cursos de capacitación para el trabajo.
La encuesta también registró los efectos negativos del COVID-19 en las viviendas a partir del campo laboral.
Se encontró que en el 30.4% de las 25.6 millones de viviendas registradas, al menos un integrante de la familia su trabajo por la pandemia del COVID-19
También se descubrió que en el 65% de las viviendas los ingresos disminuyeron, lo que equivale a 1 de cada 3 hogares.
Para enfrentar la disminución de ingresos, en el 37.4% de los hogares las personas tuvieron que vender algún bien, pidieron dinero prestado o recurrieron a sus ahorros.
A la recomendación de quedarse en casa, el 68% de los hogares contestó que al menos uno de sus integrantes tuvo que salir a la calle por motivos laborales.
Sobre la actualización de la pandemia, el 85.5% reportó que se mantiene informado por la televisión; el 44.4% por la redes sociales; el 33.6% por internet; el 29.7% por radio, y el 5.1% con algún otro medio.
Finalmente, en cuanto a las medidas sanitarias para evitar el
contagio, el 94.4% de los hogares dijo que acostumbran lavarse
continuamente las manos; el 81.6% usan cubre bocas; el 76.4% usa gel antibacterial, y el 72% mantienen la sana distancia.
Para obtener estos resultados, el Inegi realizó esta encuesta vía telefónica del 27 al 29 de mayo a nivel nacional, con un tamaño de muestra de 5,593 números telefónicos.
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— INEGI INFORMA (@INEGI_INFORMA) July 23, 2020