Héctor Rolando Barrientos Dardón, guatemalteco de 42 años, murió en la noche del martes en la estación migratoria de Tenosique, Tabasco, tras un incendio registrado cuando migrantes encerrados protestaban por sus condiciones de encierro.
La víctima era solicitante de asilo, según confirmaron fuentes de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar). Debía haber sido liberado el jueves para seguir con su proceso fuera del centro de detención.
Además del fallecido se reportó un número indeterminado de heridos, que fueron trasladados en ambulancias a hospitales locales.
El guatemalteco había llegado a México con su esposa, de 44 años, para pedir protección al Estado. En lugar de ello, murió al interior de un centro de detención del que estaba previsto que fuese liberado en dos días.
En este lugar había otros 41 solicitantes de asilo, cuya petición ya estaba tramitando la Comar, que también iban a recuperar su libertad el jueves, y que ahora serán conducidos a un albergue.
En 2019, más de 70 mil personas, en su mayoría centroamericanos, pidieron refugio en México.
“Estábamos en la estación migratoria. Hubo un incendio. La policía nos encerró y nos trancó, pero pudimos escapar, gracias a Dios”. Abraham Gómez, de Honduras, era una de las personas que se encontraba en el interior de la estación migratoria.
En un video que testigos de los hechos hicieron llegar a Animal Político, el hondureño denunció que agentes policiales, no especifica el cuerpo, habrían impedido la salida a quienes se encontraban encerrados a pesar del fuego.
Otra de las personas que escapó de las llamas y aparece en un video publicado en Twitter por el Movimiento Migrante Mesoamericano, denunció que los funcionarios no abrieron las puertas a pesar del humo.
“Tuvimos que romperlas”, dijo, tras denunciar que las celdas estaban por encima de su capacidad. “Nos tenían revueltos con mayores porque en la de menores no cabíamos. Vimos humo y rompimos las puertas para poder salir y librarnos de la muerte”, aseguró.
Migrante hondureño relata parte de lo sucedido al interior de la cárcel migratoria de Tenosique, #Tabasco, al momento del motín e incendio, donde una persona perdió la vida.@CNDH @ONUDHmexico @ACNURamericas @OPSOMSMexico pic.twitter.com/i3aAkyWUj7
— Movimiento Migrante Mesoamericano (@MMMesoamericano) April 1, 2020
Animal Político consultó a Guardia Nacional e Instituto Nacional de Migración (INM), pero al cierre de la nota no había recibido respuesta.
Al tener conocimiento del motín, al lugar se desplazaron dotaciones de la Guardia Nacional, Policía Municipal de Tenosique, Protección Civil, Cruz Roja y bomberos.
La Fiscalía General del Estado de Tabasco investiga los hechos.
Las oficinas en México de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lamentaron el fallecimiento en Tenosique.
A través de un comunicado, hicieron un llamado a las autoridades competentes a investigar y esclarecer la muerte de una persona y las lesiones de otros 13, presuntamente ocurridas en el marco de un motín e incendio en la estación migratoria.
De acuerdo con las agencias de la ONU, este se dio por la incertidumbre y preocupación ante la emergencia sanitaria por el COVID-19 y la imposibilidad de retornos por el cierre de fronteras de algunos países.
ACNUR acudió a la estación migratoria y gestionó el traslado de 42 solicitantes de asilo a un albergue, desde donde podrán continuar su procedimiento ante la COMAR.
La Agencia apoya a las autoridades del INM y la COMAR en la salida de personas solicitantes de asilo de las estaciones migratorias para que puedan continuar con su procedimiento de asilo sin estar detenidas.
“En el actual contexto por la pandemia de COVID-19, es primordial que todas las instituciones dedicadas a la seguridad de las personas actúen en línea con los más altos estándares de derechos humanos, lo cual ayuda a limitar el riesgo de contagios”, sentenció.
“Lamentamos mucho la pérdida de vida y las personas heridas. Es importante que las autoridades investiguen lo ocurrido”, dijo Pierre-Marc René, vocero de Acnur en México.
Ese mismo día, la institución de la ONU que atiende a refugiados, junto con la OIM, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la OMS hicieron público un comunicado en el que instaban a liberar “sin demora” a refugiados y migrantes.
El descontento se había extendido en las últimas semanas entre los extranjeros encerrados en estaciones migratorias. La crisis sanitaria provocada por el Covid-19 ha sacudido el proceso migratorio y ha dejado en una situación todavía más vulnerable a los extranjeros que atraviesan México con destino a Estados Unidos.
Por un lado, Washington anunció que deportará sin pasar por los centros de detención ni tramitar peticiones de refugio. Una medida que México acepta, recibiendo no solo a connacionales, sino también a hondureños, guatemaltecos y salvadoreños. Se trata del mismo modelo del programa “Remain in Mexico” solo que ya no son solicitantes de asilo sino deportados.
Por otro, las fronteras de Centroamérica están cerradas y únicamente Guatemala permite la llegada de autobuses con retornados procedentes de México. El lunes, de hecho, 437 guatemaltecos fueron devueltos por el INM, según datos de las autoridades centroamericanas.
Ante la imposibilidad de ser devueltos a sus países de origen, los migrantes en situación irregular se encuentran entonces atrapados. Ni los deportan ni les permiten estar en libertad. Esto ha provocado que se extienda el miedo a ser contagiados por coronavirus en un ambiente cerrado y con gran afluencia de personas como las estaciones migratorias.
El domingo se registró otro motín en la estación migratoria de Villahermosa, según denunció Ramón Márquez, director del albergue La 72 de Tenosique. “Esto era esperable. Están moviendo a la gente en lugar de ofrecer respuestas. Aquí hay una responsabilidad compartida de organismos internacionales, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y del INM, que es el principal responsable”, dijo.
En opinión del activista, que fue de los primeros en personarse ante la estación migratoria, las condiciones de hacinamiento se han venido deteriorando en los últimos tiempos sin que nadie haya hecho nada por impedirlo.
Organizaciones de la sociedad civil que participan en el colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano emitieron un comunicado por el que instaron a poner fin a las detenciones por razones migratorias y a liberar a los encerrados en los centros de detención; acceso a los servicios médicos; acciones contra la xenofobia; trámites de regularización y protección a la población mexicana que se encuentra en otros países.
Recientemente, la CNDH emitió una recomendación en la que instaba al INM a no permitir el hacinamiento en las estaciones migratorias para evitar el contagio entre migrantes y trabajadores de los centros de detención. El INM respondió que desde enero se habían desarrollado las acciones recomendadas por la secretaría de Salud para abastecerse de insumos como jabón y gel antibacterial.
Hubo muchas señales previas. Ahora faltan las respuestas oficiales. Tendrán que explicar por qué a pesar de todas las advertencias, un hombre que llegó a México pidiendo protección ha terminado muerto en un centro de detención para personas que, según la ley mexicana, no han cometido ningún ningún delito.