Las autoridades de Nueva York enterrarán los cuerpos de las personas fallecidas por COVID-19 que no sean reclamados en Hart Island, una pequeña isla ubicada al este del Bronx, que desde hace décadas es usada como fosa común.
Freddi Goldstein, secretaria de prensa del alcalde de NY, confirmó a la cadena CNN que los cuerpos que no han sido reclamados en la ciudad ya están siendo transferidos a la isla.
Goldstein agregó que, ante la contingencia, los familiares tienen solo 14 días para acudir al servicio forense y reclamar el cuerpo.
Además de ser fosa común, a lo largo de la historia Hart Island también sirvió como prisión para soldados confederados de la Guerra Civil; asilo mental; sanatorio para personas con tuberculosis; centro de detención para delincuentes juveniles, y hasta base de misiles durante la Guerra Fría.
En 1868 la isla fue comprada oficialmente por el Departamento de Caridades y Corrección, con el propósito de construir una casa de trabajo para menores de edad.
Pero poco después de la apertura de este proyecto, en 1869, comenzaron los entierros de personas no reclamadas y no identificadas.
Los reclusos de la Penitenciaría de Blackwell’s Island viajaban en ferry acompañados de cuerpos no identificados o no reclamados en la morgue de la ciudad para su entierro en la isla de apenas 53 hectáreas.
Los entierros masivos en Hart Island comenzaron hasta 1875, cuando se implementó un sistema de cuadrícula numerada para facilitar los desenterramientos para su posterior identificación en la morgue.
La isla también ha servido para las y los neoyorquinos que no pueden pagar un entierro privado para la persona fallecida.
Hart Island es controlada por el Departamento de Prisiones, pero apenas el año pasado se planteó la posibilidad de que fuera administrada por el Departamento de Parques y abierta al público.
Sin embargo, desde hace muchos años los neoyorquinos conocen a Hart Island como “la isla de los muertos” o “la cárcel de los muertos”.
La isla incluso cuenta con su propia página en la que además de conocer su historia detallada, se indica que desde 1980 se han enterrado 68,955 cadáveres.
El sitio cuenta con un mapa interactivo con la ubicación de las fosas. A su vez, cada una cuenta con la información básica de la persona sepultada, como su edad, sexo y los años que lleva en el lugar.
Hay personas de todas las edades, desde recién nacidos hasta adultos mayores.
En algunos casos hay una breve historia sobre quién era la persona allí enterrada, la cual es realizada por familiares o amigos.
Hace unos días, la misma Freddi Goldstein señaló que la decisión de llevar los cadáveres no identificados a Hart Island se debía a la falta de espacios para almacenarlos en hospitales y morgues de la ciudad neoyorquina.
Según la portavoz, antes de la crisis por el COVID-19, Nueva York tenía de 20 a 25 muertos diarios en promedio, y ahora la cifra aumentó a 200 o 215 al día.
Hasta este viernes en NY se han registrado más de 7 mil muertes por COVID-19, además de casi 160 mil casos confirmados.
Con información de AFP y CNN.