Cuando hayan pasado 14 días desde que iniciaron las medidas de mitigación se debe empezar a ver un descenso en la cantidad de casos que se suman cada día de la enfermedad COVID-19.
En la conferencia vespertina para hablar de la epidemia y las estrategias que se están tomando para enfrentarla, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, explicó que a eso se le llama “aplanar la curva”, un tecnicismo que se refiere a bajar el ritmo con el que crecen los contagios por esta enfermedad.
“La curva, esto es un tecnicismo, es la curva epidémica de casos acumulados, es la manera de representar visualmente la cantidad de casos que se presentan en México y que se reportan o se identifican cada día. Esa velocidad de cambio es la fuerza de infección, es el vigor, que tiene la amplificación de la epidemia. Lo que queremos es que sea más lenta”.
López-Gatell indicó que no hay una meta preestablecida de reducción de esa curva. “Lo ideal sería cero, pero sabemos que esto es imposible y cualquier ganancia en la que se reduzca la velocidad es un éxito”.
Para mitigar los contagios por COVId-19 se establecieron medidas de aislamiento social que empezaron el 23 de marzo con el cierre de las escuelas.
“Eso implicó suspender la circulación en el espacio público de cerca de 15 millones de personas de manera directa entre estudiantes, profesores, de todos los niveles educativos, más los padres de familia, otros familiares, las personas que dependen de la economía relacionada con la venta de productos y servicios a las escuelas”.
Después se han ido agregando las otras intervenciones “que, como mencionamos, tienen un cumplimiento incompleto todavía.
Entonces, esperamos que va a ir en siete a 14 días reduciéndose eso (la velocidad en el incremento de contagios) y ojalá se reduzca de manera importante”, indicó López-Gatell.
Si la población no acata las medidas para mitigar la propagación de la epidemia y no se logra aplanar esa curva de contagios, “siguen otras posibilidades, otras medidas, pero llega un punto en el que la velocidad de cambio de la epidemia es tan importante que otras medidas implicarían una restricción extrema de la movilidad que tendría efectos muy desfavorables sobre la vida pública y quizá en un momento de muy poca utilidad”, advirtió el subsecretario de Salud.