La Cruzada Nacional Contra el Hambre, programa para combatir la pobreza alimentaria, no cumplió con su meta de sacar a 7.8 millones de personas de esta condición, de acuerdo con un reporte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
La ASF indicó que a seis años de su implementación no logró atender a la población con rezago social y marginación alto y muy alto, sin que la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), actualmente Secretaría de Bienestar, explicara las causas.
La Cruzada Nacional contra el Hambre fue uno de los programas más importantes de la política social durante la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, que implementó en el periodo 2013-2018.
El Ejecutivo firmó el compromiso de “Erradicar la pobreza alimentaria”, el cual estaría a cargo de la Sedesol, primero, por Rosario Robles, presa desde el pasado 13 de agosto, acusada del delito de ejercicio indebido del servicio público, por el caso de La Estafa Maestra.
La Sedesol fue quien más cambios de titulares registró, así que estos resultados son también de otros secretarios de la dependencia: José Antonio Meade Kuribreña, Luis Miranda Nava y Eviel Pérez Magaña.
De acuerdo con la auditoría, se constató que, a 2018, la Cruzada orientó la entrega de subsidios en los municipios con menor índice de rezago social y menor grado de marginación.
Para este programa se destinaron 8,083.9 millones de pesos, según el reporte de la auditoría.
Las dependencias y entidades responsables de los programas presupuestarios que participaron en la Cruzada informaron que su población objetivo no correspondía a las personas en pobreza extrema alimentaria y, en consecuencia, no contaron con una metodología para identificar y atender a la población objetivo de la estrategia, por lo que no orientaron sus acciones a su focalización y atención.
En los seis años en los que operó la estrategia solo el 0.1%, es decir, 9 mil 700 personas lograron superar la carencia alimenticia.
La Sedesol reportó a la Auditoría que durante el periodo 2013-2018, “no dispuso de recursos específicos para la instrumentación de la estrategia, y que las únicas erogaciones que se realizaron para dar cumplimiento al Decreto fueron con cargo a los presupuestos aprobados de los respectivos programas presupuestarios de las dependencias y entidades que participaron”.
Sin embargo, la ASF detectó que la dependencia dispuso de recursos específicos para la Cruzada por 8 mil 083 millones 967 mil pesos, se firmaron 190 convenios con instituciones públicas y privadas de 2013 a 2015, así como 159 contratos, en el periodo 2013 a 2016, también con instituciones de los sectores público.
Sobre el Sistema Nacional para la Cruzada contra el Hambre, la ASF acreditó que el objetivo no se cumplió debido a deficiencias desde su diseño, normativo, programático, presupuestal y de evaluación que afectaron su implementación.