El gobierno federal informó este miércoles sobre la prohibición por decreto presidencial de la importación de cigarros electrónicos.
“El comercio de cigarrillos electrónicos se encuentra prohibido en México desde mayo de 2008, fecha en que se expidió la Ley General para el Control del Tabaco. Sin embargo, se requería de una armonización en el marco normativo a fin de evitar que se llevaran a cabo prácticas de comercio ilegales de dichos productos, lo que se concreta hoy con la publicación de este decreto presidencial”, indicaron las autoridades federales, en un comunicado.
El aerosol procedente de los cigarrillos electrónicos con nicotina contiene más metales pesados que el humo del cigarro tradicional, mencionó el gobierno, sobre el por qué de la prohibición.
“La OMS ha destacado que los dispositivos referidos constituyen un riesgo para las personas del entorno expuestas al aerosol exhalado por los usuarios de estos dispositivos, ya que las soluciones y mezclas utilizadas suelen estar disueltas en propilenglicol o glicerina, elementos dañinos para el corazón y los pulmones”, se detalló en el comunicado.
“El organismo internacional concluye que estos dispositivos electrónicos son indudablemente dañinos y representan una amenaza actual y real para la población en general”.
En México, 938 mil adolescentes probaron alguna vez el cigarro electrónico, indicó el gobierno, de los cuales 160 mil lo utilizan de manera habitual (ENCODAT 2016-2017), “hecho que alertó al Gobierno de México, ya que representa la puerta de entrada de adicción a la nicotina”.
Tras el anuncio, Philip Morris, una de las tabacaleras más grandes del mundo, dijo que su aparato IQOS es “un dispositivo que calienta tabaco” que cuenta con regulación definida por las Normas Oficiales Mexicanas y por la Ley General del Control del Tabaco.
“Lamentamos la postura prohibicionista del Gobierno Federal que no encuentra sustento ni en la evidencia nacional (según la propia Secretaría de Salud existen más de 5 millones de usuarios de ‘cigarros electrónicos’), ni en la opinión de expertos nacionales e internacionales que coinciden en que la prohibición abre la puerta y aumenta el incentivo para un mercado ilegal que elimina controles de calidad, aumenta el riesgo para el consumidor, facilita el acceso para menores de edad y hace que los usuarios que ya consumían opciones menos dañinas, regresen al cigarro convencional”, expuso en un posicionamiento.
La compañía aseguró que es necesaria una regulación integral y “estricta” para todos los productos que suministran nicotina.