Este miércoles al comparecer ante el Congreso de la Ciudad de México para su ratificación, la magistrada Patricia Gudiño Rodríguez presentó una propuesta para que se incluya en el Código Penal la figura de alienación parental y se castigue con cárcel al padre o madre que manipule a sus hijos en contra del otro progenitor.
Sin embargo, esta figura ya fue derogada en 2017 del código civil de la Ciudad como causal para quitar la patria potestad de los hijos en conflictos de divorcio, e incluso la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la rechazó.
Psicólogas expertas consultadas por Animal Político consideran grave que se quiera revivir esta figura, pues es casi imposible que un niño o niña sea manipulada por alguno de sus padres al grado de poder inventar algo tan íntimo como un ataque sexual.
Como parte del proceso de ratificación de magistrados que llevan seis años en el cargo y son evaluados para confirmarlos de manera vitalicia, los candidatos deben enviar un ensayo que defienden en una comparecencia ante la Comisión de Administración y Procuración de Justicia del Congreso local. Este miércoles fue el turno, por orden alfabético, de Manuel Horacio Cavazos López, Gudiño, Jorge Guerrero Meléndez y Rosalba Guerrero Rodríguez.
Pero Gudiño Rodríguez fue más allá de la reflexión y, a diferencia de los otros comparecientes, envió a los diputados la propuesta de retomar la figura de alienación parental, argumentando que su especialidad es el derecho familiar.
Aunque al tomar la palabra, dijo mal el término del que escribió, pues tres veces mencionó “alineación” en lugar de alienación, y al citar al psicólogo creador de la teoría, tuvo que consultar las hojas que llevaba impresas y dijo mal el apellido, Gander en lugar de Gardner.
“Este trastorno (alienación parental) comienza a manifestarse por un cambio de conducta del niño, aparentemente sin justificación alguna, hacia uno de los progenitores, este cambio de conducta supone el inicio del rechazo del hijo hacia ese progenitor (padre alienado). Dicho rechazo es consecuencia de las ideas que el otro progenitor (padre alienador) está haciendo creer al hijo (lavado de cerebro) y de la propia contribución del hijo a la campaña de denigración hacia el padre alienado”, define la magistrada en su propuesta.
Esta figura fue derogada en la Ciudad de México en 2017, tras el caso de Mireya Agraz, una madre que decidió tomar y darle a sus tres hijos veneno y causarse la muerte, después de que un juez decidiera quitarle la patria potestad por supuestamente alienar a los niños y dársela al papá, que estaba acusado de abusar sexualmente de ellos.
La magistrada no solo sugirió volver a incluir la alienación en el Código Civil, sino también en el Penal y que amerite prisión preventiva, es decir, que se encarcele a la madre o padre mientras se juzga si realmente ejerce la manipulación o no. Gudiño apuntó a que son principalmente las mujeres quienes hacen esto y que es una práctica común por inconformidad con la pensión alimenticia que dan los hombres.
“Tenemos casos en donde hay alienación parental para que el niño no quiera convivir con el padre porque supuestamente fue agredido sexualmente, y eso lo promueven en Ciudad de México. Y hábilmente los abogados se nos van al Estado de México o a otro estado a denunciar el delito sexual. Entonces no contamos con la herramienta inmediata para saber si realmente hubo violación o abuso sexual, o en qué tipo de abuso se cometió con el niño, y empiezan a pasar meses en lo que el Ministerio Público nos puede presentar esa carpeta de investigación para conocer las pruebas. Que generalmente pues se dan cuando no se satisfacen las expectativas en los alimentos que hay que dar, o en las obligaciones de crianza que se tienen, y se tienden a alterar esos hechos muy frecuentemente” dijo.
María es psicóloga clínica, con maestría en estudios de género en la UAM Xochimilco, y trabaja desde 2008 con víctimas de abuso sexual cuando fueron niños y con padres y madres de menores agredidos, pero pide que se reserve su nombre completo por amenazas que han recibido colegas de parte de abusadores. Desde su experiencia, explica que cuando un menor miente es muy fácil darse cuenta, porque al indagar un poco más, pedirle que repita la historia o sea más específico, deja de contestar y no es capaz de sostener la mentira por meses. Incluso si se aprendió una historia de memoria, la repite igual sin agregar u olvidar detalles, y no como una narración fluida.
“A mí me cuesta trabajo pensar que gente pueda llegar a ese nivel de mentiras en una lógica de venganza, el porcentaje debe ser minúsculo: estarías hablando de mujeres adultas que utilizan a sus hijos para decir una mentira de ese tamaño. Podrían decirle ‘di que tu papá te pega’, o no sé, situaciones menos complejas de construir en el sistema de un niño. Ahora, a un niño que le pides que te repita una historia de abuso sexual que no sucedió, me atrevo a decir que en algunos casos les daría risa, porque si no lo has vivido y estás hablando del cuerpo, en esta sociedad donde no se habla del cuerpo y tienes que decir ‘el pipí’, ‘la colita’, a los niños les genera risa, no de carcajadas, sino como penita”, detalla.
Laura Martínez, directora de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas (Adivac), que lleva 25 años especializándose en víctimas, dice que no quiere ni mencionar el término “alienación parental” para no darle validez.
“Ellas y ellos no suelen fantasear sobre algo que está fuera de su campo de experiencia. Por ello, cuando una niña o un niño describe detalles íntimos y realistas sobre una actividad sexual, no hay justificación para atribuirlo a su imaginación”, señala.
Al contrario de la idea de que una madre pueda insertarles la idea de que fueron agredidos, Martínez señala que es más factible que el violador deposite en ellos una carga de culpabilidad que haga más difícil para el niño o la niña hablar de lo que le sucedió.
Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), también condenó la utilización del Síndrome de Alienación Parental.
“Desde el enfoque de derechos humanos, el SAP es violatorio a derechos de niñas y niños porque invalida su voz frente a la voz adulta, parte de considerarles como incapaces e inferiores”, comentó.
Sin embargo, María recuerda que desde que era estudiante y practicante y hacía visitas a instituciones de justicia, se topaba con psicólogas que ya trabajando en el sistema de justicia decían que consideraban que el 60% de quienes denunciaban, estaban mintiendo. Esto a pesar de que estudios internacionales consideran que las denuncias falsas rondan apenas un 3%.
Tras la presentación de la propuesta de la magistrada Gudiño, el diputado independiente Guillermo Lerdo de Tejada consideró “interesante” la postura presentada y dijo que no concordaba con la teoría de la alienación parental porque muchos especialistas dicen que no hay elementos clínicos para sostenerla.
Ni la Organización Mundial de la Salud ni la Asociación Americana de Psiquatría, autoridades en la materia, han aceptado esta teoría como un “síndrome”.
Por su parte, el morenista Eduardo Santillán, presidente de la Comisión, consideró que todos los temas presentados son interesantes para analizar por los legisladores. Cuestionado sobre esta teoría, que ya había sido descartada en el Congreso, insistió en que primero era importante escuchar todas las opiniones.
El jueves de la próxima semana, la comisión cerrará el análisis para emitir un dictamen sobre la ratificación o no de los magistrados, que deberá ser acordado por al menos 10 legisladores, y el martes 18 podría llevarse al pleno para su aprobación por mayoría calificada, es decir, dos terceras partes de los diputados.