En su primer año de operación, el programa Sembrando Vida entregó apenas el 13.9 % de los insumos previstos a los participantes del mismo, toda vez que la Secretaría de Bienestar sólo pudo conseguir en viveros de distintos proveedores 80 millones de plantas de los 575 millones que tenía planeado.
De este total, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) como uno de los principales proveedores debía entregar un total de 100 millones, después bajó la cifra a 80 y al final solo entregó 36.5 millones, explicó María Luisa Albores, titular de la Secretaría de Bienestar, en una reunión con medios de comunicación.
Sin embargo, la funcionaria explicó que esto es entendible. “Hicimos un convenio con 12 viveros militares. Ellos le producen a Conafor desde hace más de 20 años y traen el mejor prendimiento en campo. Pero este es el programa que más plantas le ha pedido en toda la historia, 100 millones, y jugaron muchas cosas en contra para que no pudieran llegar a la meta”.
La secretaria desglosa lo que les impidió cumplir: una prolongada seca y estiaje. “Ha sido uno de los años más secos en dos décadas”. Además, agrega, se planeó producir planta en diversos campos militares asentados en la República, pero no todos tenían viveros, “había que montar la infraestructura”.
Tampoco se logró tener plantas suficiente en los viveros comunitarios planeados dentro del programa porque la infraestructura no estuvo lista ni se contó con todos los insumos necesarios como la malla sombra, las bolsas de plástico para vivero e infraestructura de agua.
En estos, solo se logró producir 43 millones de plantas de los 285.7 millones que se habían planeado para este tipo de proveedores. En tanto que a través de viveros comerciales y convenios con estados e instituciones, Bienestar sólo logro tener 15.4 millones de plantas, de los 38 millones que se tenían considerados.
Pese a no haber podido cumplir la meta de plantas en viveros para 2019, el plan para el próximo año es todavía más ambicioso: el objetivo es contar con mil 100 millones de plantas.
Albores dice que han ampliado la meta porque ya tuvieron una curva de aprendizaje y ahora pueden ya echar a andar un plan más robusto. “Se están montando viveros comunitarios en lo que llamamos las comunidades de aprendizaje campesino (CAC). En las visitas territoriales el equipo técnico verifica que los viveros ya estén y que tengan la parte de infraestructura de agua”.
Cada uno de los 9 mil 200 CACs que existen tiene entre 20 y 35 sembradores, a esos se sumarán este año otros 8 mil. El plan es que cada comunidad pueda tener su vivero, y cada uno produzca un mínimo de 50 mil plantas.
Como parte del plan para ahora sí llegar a la meta, la funcionaria explicó que también se fortalecerán convenios con viveros estatales y privados, a los que se les pedirán 170.9 millones de plantas para 2020, y que ya se renovaron los de la Sedena, para tener 105 millones de plantas. Pero no precisó el número de plantas a aportar por cada uno.
“Sí se puede lograr el plan de este año, el anterior nos atrasó que tuvimos muy a destiempo varios insumos, herramientas e infraestructura, nos llevaron mucho tiempo las licitaciones, y la dispersión de los recursos para eso empezó en noviembre, ya tarde, pero ahora ya se está montando”.
Además, Albores adelanta que este año tendrán listo el vivero más grande de América Latina. “Va a estar en Tapachula, le va a dar trabajo hasta a los migrantes. Lo va a construir Sedena y nosotros vamos a entrar en la parte operativa. Creemos que estará listo para el primer semestre de 2020 y solo de ahí saldrán 80 millones de plantas al año”.