Aunque en principio dijo que la rifa de la aeronave no era viable, Javier Jiménez Espriú, secretario de Comunicaciones y Transportes, matizó su postura y consideró que habría que revisar esa opción.
Sin embargo, dijo que hay otras opciones más directas para completar la venta del avión. “Una rifa es un boleto y usted se lo gana y no, lo vamos a vender”, señaló el funcionario federal.
“No, no creo”, respondió el funcionario cuando un reportero lo cuestionó sobre la posibilidad a su llegada a Oaxaca, donde acompaña al presidente en una gira de trabajo.
“No, no se va a rifar, ¿cómo se va a rifar? Se va a subastar, una rifa es un boleto y usted se lo gana, eso no, lo vamos a vender”, aseguró, según el diario Reforma.
Sin embargo, al mencionarle que el presidente López Obrador dijo que se venderían seis millones de “cachitos” a 500 pesos cada uno, Espriú dijo: “ah bueno, eso es otro asunto. No creo que sea factible, yo creo que hay otras opciones, pero vamos a ver”.
En el mismo lugar, el gobernador del estado, Alejandro Murat, dijo que de participar en el sorteo del avión presidencial ocuparía el dinero para pagar la deuda del estado.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) valuó el precio del avión en 130 millones de dólares.
Otras dos opciones que dio López Obrador para la venta son realizar un intercambio con Estados Unidos por equipo médico, es decir, ambulancias, tomógrafos, equipos de rayos X, entre otros, para ser utilizados en hospitales públicos y sería el equivalente a los 130 millones de dólares.
La tercera opción es venderlo en partes a 12 empresas mexicanas con un valor de 11 millones de dólares a cada una.
Con información de Notimex.