El gobierno de Estados Unidos racionará a México 51 millones de metros cúbicos de agua en este 2020, debido a un tema de “ahorro” previsto dentro del Plan Binacional de Contingencia, que conforman ambos países y que está pactado en el Acta 323 de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
La cifra equivale a poco más de la mitad del agua que consume anualmente la ciudad de Mexicali, capital de Baja California y que junto con Sonora serán las entidades mexicanas afectados con la racionalización, ya que ambas reciben el suministro de agua del Río Colorado, el cual también abastece a otros cinco estados norteamericanos.
En el acta 323 de la CILA, hecha en agosto de 2019, se estableció que en caso de que el Lago Mead (ubicado a 48 kilómetros de Las Vegas y conectado al Río Colorado) estuviera por debajo de los 1,040 pies sobre el nivel del mar se iba a reducir a México a 51 millones de metros cúbicos de agua anual por un tema de ahorro.
De suceder esto, las previsiones de las autoridades bajacalifornianas es que dicha entidad y Sonora aportarían el 80% del ahorro, y los otros estados norteamericanos (Colorado, Utah, Arizona, Nevada y California) el 20% restante.
Sin embargo, a decir de las autoridades mexicanas, actualmente el nivel del Lago Mead no se encuentra en los niveles para aplicar las medidas del acta 323.
Ante esto, el pasado 30 de diciembre, autoridades de Baja California, encabezadas por el secretario de gobierno, Amador Rodríguez Lozano y el asesor de gobierno, Temoc Ávila, anunciaron públicamente que buscarían el diálogo con las autoridades norteamericanas, además de mostrar su inconformidad por la medida de Estados Unidos y anunciar que de ser necesario actuarán con todos los recursos a su alcance para revertir el acta 323.
Temoc Ávila señaló que a pesar de que las lluvias del mes de noviembre pasado en la región hicieron que se alcanzara la cifra de agua pactada en la CILA y hasta se logró un excedente, el gobierno de EU exigió el pago del ahorro a los estados mexicanos.
Además, dijo que la decisión de racionar el agua se tomó con previsiones hechas en agosto de 2019, cuando el escenario que se vivía en la región era de sequía. Pero ahora la situación es distinta.
Ávila explicó que con las lluvias que cayeron en la región, del 28 de noviembre al 28 de diciembre, se acumularon 640 millones de metros cúbicos de agua en el Lago Mead, “que representa el 1,337 % del agua que nos quieren quitar a Baja California y Sonora”.
“Estos números matemáticos valen más que una proyección que hicieron por allá del mes de agosto… afortunadamente se logró llegar a los 1,090.21 de millones de metros cúbicos sobre el nivel del mar”, aseguró Ávila.
El asesor del gobierno también denunció que las autoridades norteamericanas han sacado agua intencionalmente del Lago Mead para luego decir que no se alcanzaron los niveles pactados con México.
“Ellos intencionalmente le están sacado agua para bajar el nivel del lago”, según Ávila esto lo logran al enviar el agua otras presas y lagos que están interconectados entre sí.
Ávila también criticó la labor de los funcionarios mexicanos que integran la CILA, pues consideró que no han hecho bien su trabajo. “Estamos muy preocupados por el comportamiento de la CILA Mexicana que no ha defendido los intereses de Baja California”, expuso.
Por su parte, el secretario de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano, informó que ya se reunió con el delegado en Baja California de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para hablar de las medidas adoptadas entre los gobiernos de México y Estados Unidos como parte del acta 323.
A decir de Amador Rodríguez, el funcionario de la Conagua “ya entró en contacto con los (funcionarios) norteamericanos. La buena noticia es que están dispuestos a reconocer de que se llegó a los 1090.2 millones de metros cúbicos… y quieren que nosotros les hagamos saber que necesitamos el agua”.
Hasta el sábado 4 de enero ninguna autoridad federal había emitido una postura oficial sobre la racionalización de agua que, desde el pasado 1 de enero, aplica el gobierno de EU a México en la franja fronteriza del noroeste del país. La única información es la emitida por las autoridades bajacalifornianas.