Apenas una semana después de que el pasado 24 de diciembre un nuevo incendio calcinó parte del mercado de La Merced, en el centro de la Ciudad de México, los más de 2 mil locatarios afectados comienzan a regresar a sus puestos de trabajo tras realizar ellos mismos las labores de limpieza y de desescombro.
Así lo señalaron ayer viernes varios de los comerciantes durante un diálogo que mantuvieron con medios de comunicación en un café de la colonia Narvarte, en la capital mexicana, en el que se hizo una colecta para apoyar a los damnificados por este nuevo siniestro en uno de los mercados más grandes y emblemáticos de la ciudad, luego de que en febrero de 2013 fuera golpeado por otro gran incendio.
Mireya Ochoa González, dueña de un puesto de antojitos mexicanos y de tacos de guisado, explicó en entrevista con Animal Político que en el incendio de hace casi siete años las autoridades del gobierno capitalino cerraron las zonas afectadas para su rehabilitación, lo que ocasionó que muchos comerciantes fueran desplazados a vender sus productos en la calle.
Por ello, Mireya dijo que tras el siniestro del pasado 24 de diciembre los comerciantes tomaron la decisión de no dejar que Protección Civil acordonara la zona dañada, que va desde la puerta 9 hasta la 17 en un espacio que abarca unos 500 metros cuadrados, por lo que realizaron ellos mismos las labores de limpieza y de recuperación de los espacios que se quemaron.
“Cuando fue el incendio de 2013, a muchos comerciantes los sacaron con la promesa de que las autoridades los iban a reubicar dentro del Mercado. Pero nunca les regresaron y muchos puestos fueron ocupados por otras personas”, denunció la comerciante.
“Por eso, ahora no nos quisimos arriesgar y tomamos la decisión de limpiar nuestros espacios”, añadió Mireya, quien destacó que han contado con la ayuda altruista de organizaciones civiles como la Colectiva Barrio Chido, que hizo un centro de acopio para brindarles pintura, agua y comida, puesto que el día de Navidad y el 26 de diciembre pasaron la noche en el interior del Mercado, para evitar que fuera acordonado.
Además, la comerciante explicó que, tras el incendio de 2013, las autoridades tardaron siete años en rehabilitar la zona afectada, lo cual dañó severamente la economía de muchas familias que dependen económicamente del mercado.
“Otro de los motivos de por qué no dejamos que acordonaran la zona es que sabemos que eso implicaría esperar otros seis o siete años para poder regresar. Pero ¿y mientras tanto de qué comen nuestras familias? Por eso preferimos asumir los riesgos y limpiar todo nosotros, para regresar al trabajo lo antes posible”.
Anahí Quintana García, una joven de 20 años que atiende un puesto de frutas y legumbres y que prácticamente nació en el mercado de La Merced, narró en entrevista con este medio que alrededor de las 21.15 horas del 24 de diciembre, poco antes de la cena de Nochebuena, recibió una llamada de un compañero alertándole sobre un poderoso incendio que, al parecer, se originó por un corto circuito en la zona de verduras y de ropa de la nave mayor.
De inmediato, la voz se corrió entre llamadas telefónicas, notas de audio, y mensajes de Whatsapp: el mercado estaba en llamas.
“Dejé todo y me fui corriendo al Mercado, pero cuando llegué a mi puesto la lumbre ya estaba consumiéndolo todo”.
Anahí tomó una cubeta y se unió a la cadena que los comerciantes hicieron para tratar de sofocar las llamas, luego de que el primer camión de bomberos que llegó a la zona lo hizo con el tanque vacío de agua.
“Me puse a llorar desesperada. Por mucho que me esforzaba las llamas y el humo seguían muy fuertes”, dijo la comerciante, quien estuvo muy cerca de sufrir un percance mayor al recibir una descarga eléctrica.
Finalmente, tras la llegada de más bomberos, personal de Protección Civil, agentes de policía capitalina, y de más locatarios, quienes a su vez trajeron a familiares y amigos para que apoyaran en las labores de extinción del fuego, el incendio fue sofocado a la una de la madrugada del día de Navidad, dejando como saldo dos comerciantes fallecidos al electrocutarse con cables de energía que cayeron sobre los pasillos, ocho personas lesionadas por intoxicación de humo, y más de 600 locales reducidos a cenizas.
“El mercado se salvó gracias a los locatarios”, subrayó tajante Anahí Quintana, tras explicar que la rápida respuesta de los comerciantes fue clave en la contención del incendio.
Ahora, pese a que ya regresó a su pequeño local de frutas y verduras después de varios días de sacar escombros, pintar, y de barrer los restos del incendio, la comerciante lamentó que los miles de locatarios afectados están enfrentando otra consecuencia del siniestro: la falta de clientes.
“Estamos publicando en nuestras redes sociales que el Mercado ya está funcionando de nuevo, aunque sí está dañado y aún hay compañeros que están limpiando y desescombrando. Necesitamos que la gente regrese a comprar a La Merced. Esa es la mejor manera de ayudar a las personas que fuimos afectadas por el incendio”, pidió Anahí.
Las locatarias también explicaron durante el encuentro de ayer con medios de comunicación que ya iniciaron los trámites para recibir apoyos del gobierno capitalino, que encabeza Claudia Sheinbaum, como el seguro de desempleo, aunque lamentaron que la ayuda es muy escasa.
“Nada más nos van a dar 2 mil 500 pesos al mes. Entonces, sinceramente, eso no es una gran ayuda. En todo caso nos ayudaría más si nos dieran en una sola exhibición los 15 mil pesos nos van a entregar en total. Pero con 2 mil 500 pesos al mes… la verdad es que no podemos hacer mucho”, dijo la locataria Mireya Ochoa.
Para la próxima semana está previsto que el gobierno capitalino dé un informe detallado sobre el saldo que dejó el incendio del pasado 24 de diciembre en el mercado La Merced.