El Instituto Nacional de Migración (INM) se comprometió a abrir las puertas de las estaciones migratorias y estancias provisionales del país, para que organizaciones sociales y religiosas puedan ingresar, a partir del próximo 1 de febrero.
A través de un comunicado, el INM detalló que las visitas se darán con base en la reprogramación de citas que notificaron esta mañana a las distintas organizaciones.
“Las citas programadas corresponden a 10 organizaciones que ya tenían agendada su visita a las sedes migratorias en los últimos días de enero”, indicó.
Asimismo, precisó que la calendarización para el resto de las organizaciones que ya fueron autorizadas y notificadas para el mes de febrero y el transcurso del año no se modificará.
“Es así como se mantiene un trabajo conjunto con los diversos actores que actúan en pro de las personas en contexto de movilidad; sus aportaciones son valiosas para el instituto y, en especial, para la población alojada en las instalaciones”, expresó el INM.
La aclaración sobre el ingreso a las estaciones migratorias se da luego de que este martes se diera a conocer un documento oficial en el que el INM informó que se suspendía “temporalmente” el acceso de todos los colectivos a los centros de detención de personas migrantes en el país.
Posteriormente, la Secretaría de Gobernación (Segob) dijo “desconocer” el documento, que presuntamente se difundió “sin contar con la autorización de las autoridades superiores”.
Este miércoles, durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó que se haya impedido el acceso a organizaciones sociales y religiosas a las estaciones migratorias.
“¿Cómo se imaginan que vamos a dejar nosotros sin poder asistir a un albergue a religiosos, a miembros de la sociedad civil, de organizaciones sociales… ¡No!”, declaró el mandatario.
El anuncio de la suspensión temporal del acceso a las organizaciones llegó en un momento de crisis: en diez días, más de 2 mil 300 migrantes fueron deportados a Honduras. Todos ellos formaban parte de la caravana que partió de San Pedro Sula el 15 de enero.
Aunque López Obrador ha negado que se trate de deportaciones y asegura que todos ellos han regresado por voluntad propia.