Con el inicio de la temporada navideña, varios tipos de musgo y heno son extraídos de bosques y selvas para venderlos en mercados y tianguis, y con los cuales se suele adornar pesebres, arreglos florales y canastas de regalo.
Sin embargo, esta extracción implica graves consecuencias ambientales, por lo que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha pedido no comprar este tipo de plantas, pues en la mayoría de los casos se obtienen de forma ilegal y sin la implementación de un plan de manejo.
Estas son tres razones principales para evitar su consumo en esta época decembrina:
El musgo ayuda a disminuir la contaminación ambiental, la erosión del suelo y contribuye a incrementar la humedad, por lo que tienen una función importante en la germinación de las plantas y la infiltración del agua.
De acuerdo con la Semarnat, de las 19,900 especies de musgos que hay en el mundo de los cuales 1,480 están en México.
En tanto, el heno (hierba grisácea) ayuda captar la humedad del ambiente y forma enormes cortinas colgantes en los árboles aumentando la humedad relativa de los bosques de México.
Microorganismos y pequeños insectos dependen del musgo, pues integran microambientes con mucha humedad, pues ayudan a tener el agua como una especie de esponja natural que forma parte importante del ciclo del agua.
También sirven de material de construcción de nidos para aves como el colibrí.
Las autoridades ambientales señalan que la recuperación de las poblaciones de musgos no corre al ritmo de la extracción, porque además algunos son utilizados con fines medicinales, lo que también perjudica a las comunidades donde viven.
La Semarnat tuvo que regular su extracción mediante un programa de manejo en la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, así como en la NOM-011-SEMARNAT-1996 que establece procedimientos, criterios y especificaciones para realizar el aprovechamiento, transporte y almacenamiento de musgo y heno.
Por ejemplo, en comunidades como Ixtlán, en la Sierra Juárez de Oaxaca, las autoridades locales expidieron desde hace años un reglamento para la extracción que solo pueden realizar los comuneros “para uso local y controlado, con un límite de un metro cuadrado de este vegetal por comunero, aun cuando musgos y heno (pastle o pascle) se desarrollan en una superficie aproximada de siete mil hectáreas de las 19 mil que posee Ixtlán”.