La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) exhortó a los gobiernos a crear reformas para los sistemas de pensiones con el fin de alargar la edad de retiro de los trabajadores e incluir a más trabajadores independientes o de tiempo parcial.
En su informe “Las Pensiones de un vistazo 2019”, presentado este miércoles, la OCDE señaló que los 36 países que la conforman no se están adaptando a las tendencias del mercado laboral y alertó sobre las desigualdades entre los trabajadores asalariados y los independientes.
Sobre el tema de aumentar la edad de retiro, la OCDE argumentó que la medida serviría para mejorar las finanzas de los sistemas de pensiones en cada país, así como para ofrecer “mejores tasas de reemplazo a los trabajadores”.
Según la OCDE, el “prolongar la vida laboral permite a las personas acumular derechos de pensión adicionales, aumentando los beneficios”.
El organismo agregó que la edad de retiro en los países aumentará, en promedio, de 64.2 a 66.1 en los próximos años.
La expectativa de la OCDE es que de aquí al 2060, la esperanza de vida aumente alrededor de 4.1 años, por lo que el incremento de edad para pensionarse no sería un problema para los trabajadores.
Ante la aceleración del envejecimiento de la población en los países que conforman la OCDE, el organismo advirtió que si los gobiernos no implementan reformas de pensiones cada vez habrá más trabajadores cerca de jubilarse y menos jóvenes.
Expuso que en 1980 en los países de la OCDE había dos personas mayores de 65 años por cada 10 en edad de trabajar (entre 20 y 64 años), cifra que aumentará a algo más de tres en 2020, y se prevé que para 2060, este número alcance casi seis.
“Se espera que el envejecimiento sea particularmente rápido en Grecia, Corea, Polonia, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia y España, mientras que Japón e Italia permanecerán entre los países con las poblaciones más envejecidas”, expuso.
El organismo, con sede en París, indicó que en la actualidad las personas mayores de 65 años reciben menos del 70% del ingreso disponible promedio de toda la economía en Estonia y Corea del Sur, pero un poco más del 100% en Israel, Francia y Luxemburgo.
Detalló que en promedio en la OCDE, los mayores de 65 años reciben el 87% de los ingresos de la población total.
La tasa de pobreza relativa para los mayores de 65 años es de 13.5%, ligeramente más alta que para la población en general que es de 11.8%.
Precisó que en Dinamarca, Francia, Islandia y los Países Bajos la tasa de pobreza en la vejez es inferior al 4.0%. Mientras que en Australia, Estonia, Corea, Letonia, Lituania, México y Estados Unido es superior al 20%.
Agregó que en 2018, la edad normal de jubilación para los hombres era de 51 años en Turquía, mientras que en Islandia, Italia y Noruega era de 67 años tanto para hombres como para mujeres.
La OCDE indicó que la edad de jubilación normal futura variará de 62 años en Grecia, Luxemburgo, Eslovenia y Turquía; a 71 años o más en Dinamarca, Estonia, Italia y los Países Bajos.
El organismo alertó que retroceder en las reformas de pensiones que abordan las necesidades a largo plazo, puede provocar que “los sistemas de pensiones sean menos resilientes a las crisis económicas en el futuro y no estén preparados para enfrentar el envejecimiento de la población”.
La OCDE también pidió a los gobiernos que sus reformas para los sistemas de pensiones garanticen que la creciente proporción de trabajadores en empleos temporales o de medio tiempo, contribuyan lo suficiente durante su vida laboral para recibir un ingreso adecuado en la jubilación.
El organismo consideró que el empleo no estándar, como el autoempleo, el trabajo temporal o a tiempo parcial, representa en la actualidad más de un tercio del empleo en las naciones de la OCDE.
“El trabajo a tiempo parcial es tres veces más frecuente entre las mujeres que entre los hombres y el trabajo por cuenta propia es particularmente común entre los trabajadores de más edad”, precisó el organismo.
“Los gobiernos deben establecer rápidamente pensiones más inclusivas y armonizadas para todos”, llamó el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, destaca el informe.
“Es esencial reformar las políticas de pensiones en los países de la OCDE para reducir las brechas entre los trabajadores estándar y no estándar en términos de cobertura, cotizaciones y derechos”, agregó.
Gurría acotó que en el panorama actual por lo general los trabajadores no estándar ganan menos, a menudo contribuyen también menos a las pensiones, señaló.
Como ejemplo señaló que sí un trabajador independiente contribuye durante su vida laboral completa, “termina con alrededor del 80% del beneficio de pensión que los empleados asalariados con ingresos similares recibirían de esquemas obligatorios, en promedio en toda la OCDE”.
Por ello, llamó a los gobiernos a crear pensiones más inclusivas y armonizadas para todos, en lugar de un cambio radical en el diseño y la financiación de las pensiones.