La meta es que al final del sexenio es pasar de 0.67 a una cama por cada mil derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y para ello es necesaria una gran inversión en infraestructura.
Por ello, en 2020, el IMSS prevé destinar 13 mil millones de pesos en uno de los proyectos de infraestructura más grandes y ambiciosos de la actual administración, aseguró el director del instituto Zoé Robledo.
Este plan prevé que para 2024 estén construidos 111 hospitales nuevos, así como terminados 200 proyectos de infraestructura adicionales en todo el país.
La inversión en infraestructura, adelantó Robledo, será para remodelar 120 hospitales y construir 132 unidades médicas familiares nuevas, un esfuerzo que requerirá de los mejores ingenieros, arquitectos y médicos.
Durante su participación en el XVII Congreso Internacional “Hospital del Futuro” de la Sociedad Mexicana de Arquitectos Especializados en Salud A.C. (SMAES), el titular del IMSS sostuvo que el Programa de Infraestructura Hospitalaria parte de los principios de priorización, eficiencia y transparencia.
“No vamos a dejar nosotros elefantes blancos en obra negra, si algo se presupuesta, es porque se tiene que hacer; si se va a hacer, es porque realmente se necesita, y no se permite inaugurar ningún hospital hasta que no se tenga el personal completo, todo el equipo, los servicios necesarios y vialidades suficientes para su entrada en operación”, declaró.
Según el director del IMSS la participación de las áreas médicas en el programa de infraestructura es vital a fin de que la inversión priorice zonas y regiones con mayor necesidad a través de indicadores médicos para que cada hospital entregado bride más cirugías y consultas.
Por ello será necesario llevar a cabo un proceso de selección más competitivo entre consultores, constructores y proveedores, así como una mayor rendición de cuentas en la construcción de estos servicios.