El expresidente boliviano, Evo Morales, aterrizó a las 11:09 horas en el sexto grupo aéreo internacional, a bordo de un avión militar mexicano.
En su primer mensaje desde el hangar Sexto Grupo Aéreo Internacional, de la Secretaría de la Defensa, el boliviano agradeció el asilo al presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Estamos muy agradecidos. El presidente de México me salvó la vida”, señaló en un breve mensaje desde el hangar.
El boliviano narró que el sábado, un día antes del golpe de Estado, un militar le mostró mensajes y llamadas en donde le ofrecían 50 mil dólares a cambio de entregarlo.
Denunció que los alcaldes de dos departamentos renunciaron no por cobardía, sino porque fueron amenazados con secuestrar niños.
“Hubo toda una política de escarmiento a dirigentes y autoridades de nuestro movimiento político”, dijo Morales.
Junto con el presidente Morales viajaron el vicepresidente Álvaro García y Gabriela Montaño, ministra de Salud.
La conferencia, de apenas ocho minutos, no permitió preguntas.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, agradeció a López Obrador.“Han salvado la vida de Evo Morales”, dijo.
#EnVivo 📹 | Jefe de Estado @NicolasMaduro agradece al presidente López Obrador y al pueblo mexicano el recibimiento de Evo Morales. “Han salvado la vida de Evo Morales”, manifestó. pic.twitter.com/Uu62hXYVLe
— Prensa Presidencial (@PresidencialVen) November 12, 2019
Bolivia vive una grave crisis política desde el pasado 20 de octubre, cuando tuvieron lugar elecciones presidenciales. El Tribunal Superior de Justicia anunció la victoria de Morales, en el poder desde 2006, con el 47,08% de los votos. En segundo lugar quedó el también expresidente Carlos Mesa con un 36,51%.
La ley boliviana dicta que una diferencia de más de diez puntos permite no ir a segunda vuelta.
La Organización de Estados Americanos (OEA) aseguró que se produjeron irregularidades en las votaciones. El propio Morales asumió que se celebrasen nuevas elecciones. Sin embargo, el Ejército se pronunció para que el presidente abandonase el poder, tal y como ha ocurrido, lo que fue calificado como “golpe de Estado”.
“El nuevo triunfo en la primera vuelta de las elecciones del 20 de octubre empezó el golpe de Estado”, dijo Morales, ataviado con la misma camisa azul con la que apareció en la fotografía publicada la víspera por Ebrard cuando el avión despegó de Bolivia. El exmandatario lamentó que la policía se sumase a lo que consideró un “golpe político y cívico”. “En estas tres semanas quemaron tribunales electorales, sedes sindicales, quemaron casas, al igual que propiedades del Movimiento Al Socialismo (MAS, el partido liderado por Morales). Saquearon, quemaron la casa de mi hermana, quemaron mi casa en Cochabamba”, denunció.
Morales hizo un relato de las últimas tres semanas en Bolivia y denunció una “política de amedrentamiento” con “represalias a nuestras familias, secuestros, amenazas” que obligaron a renunciar a alcaldes y otros cargos públicos.
“Para que no hay más sangre, más enfrentamiento, hemos decidido renunciar”, dijo Morales.
El exmandatario dejó claro que su renuncia no implica que abandone la política. “Sigue la lucha. Estamos seguros de que los pueblos del mundo tienen todo el derecho a liberarse”, dijo.
“Si algo de delito tengo es indígena Evo. Hemos implementado programas sociales. Solo habrá paz cuando se garantice la justicia social. Mi único pecado es que ideológicamente somos antiimperialistas. No por este golpe voy a cambiar”, afirmó.
No se han ofrecido datos sobre dónde va a ser alojado Morales, ni cuál va a ser su agenda de cara a Bolivia, donde se registran manifestaciones y enfrentamientos.
“Es para nosotros un día de alegría por dar el asilo a Evo Morales. Aquí donde disfrutará de seguridad y protección a su vida. Bienvenido, Evo, del presidente López Obrador y de todo el pueblo de México”, dijo Marcelo Ebrard, quien ejerció como acompañante de Morales.
La víspera, el canciller, Marcelo Ebrard, había anunciado que el mandatario boliviano, en el poder desde hace 14 años y obligado a renunciar por un golpe de Estado, llegaría al país como asilado político. Fue el propio Ebrard quien se desplazó hasta la pista de aterrizaje para dar la bienvenida al expresidente, quien llegó acompañado por su vicepresidente, Álvaro García Linera.