Parece que sí se dio el ataque a Pemex, pero no fue tan grave, aseguró esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador al ser cuestionado sobre el hackeo a la petrolera.
Atribuyó el ataque cibernético a lo que considera son resistencias y provocaciones al cambio que él encabeza en el país.
“Parece que se dio (el ciberataque). No fue tan grave y además, no logran nada porque se está trabajando y si hay delitos se persiguen, se castiga a los responsables, pero es parte de los obstáculos que tenemos que enfrentar, pero no hay problemas mayores. Lo importante es que ya estamos en un millón 700 mil barriles diarios”.
Declaró que hay ataques cibernéticos en bancos, en todo el mundo, pero que los que suceden en “el caso nuestro se subrayan más”.
López Obrador minimizó lo ocurrido en Pemex y dijo que “los rumores están a la orden del día al igual que las noticias falsas y las verdades a medias. Pero todo eso se va aclarando y se va a resolver”.
Aunque dijo que se desconoce de dónde provino el hackeo, no descartó que sea de los conservadores, “son capaces de todo”.
Aunque Petróleos Mexicanos aseguró que se habían “neutralizado oportunamente” los intentos de ataques cibernéticos, y que sólo había sido afectado menos de 5% de equipos de cómputo; hasta el martes 12 seguía sin funcionar el área de Pemex corporativo, de la que dependen los correos institucionales, el sistema laboral interno, sistemas de facturación, hospitales y Pemex Comercio Internacional.
Por ejemplo, en el Complejo Petroquímico Morelos, en Coatzacoalcos, Veracruz, donde se produce etileno y polietileno, entre otros, no se pudo verificar la calidad de la producción porque se hace a través de un sistema computarizado interno.
Tampoco funcionaba el sistema Oracle donde se realizan las facturaciones, es decir, no se habían podido emitir cobros para la empresa, de acuerdo con empleados.