El operativo para detener a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín el Chapo Guzmán, fue fallido, deficiente y precipitado, admitieron Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional y el titular de Seguridad, Alfonso Durazo.
“El grupo responsable de esta acción policiaca, en su afán de obtener resultados positivos, actuó de manera precipitada“, con deficiente planeación, así como falta de previsión sobre las consecuencias de la intervención, omitiendo además obtener el consenso de sus superiores, es decir, del Gabinete de Seguridad”, aunque nada fue improvisado, aseguró Cresencio Sandoval.
“Los efectos negativos de esta acción precipitada y mal planeada tuvieron consecuencias en la población civil”, reconoció.
Alfonso Durazo, secretario de Seguridad, indicó que formalmente no hubo una detención contra el hijo de Chapo y que la detención del operativo no involucró ninguna negociación.
“El gobierno no está dispuesto a negociar con integrantes de organizaciones criminales”, afirmó.
Durazo explicó que el personal que participó en el operativo tomó el control del inmueble en el que se encontraban cuatro personas, uno de ellos Ovidio Guzmán Loera, sin embargo, “al verse rodeados por una fuerza mayor y todo el despliegue de agresión contra la población civil, y el hecho de no haber recibido oportunamente la orden de cateo, se ordenó al personal abandonar el inmueble”.
Sostuvo que la orden de cateo del inmueble no llegó con la oportunidad que habría sido planeada con el diseño del operativo y eso llevó a modificar las decisiones finales.
Ovidio Guzmán no estuvo formalmente detenido, reconocen autoridades; "al verse rodeados por una fuerza mayor y todo el despliegue de agresión contra la población, y el hecho de no haber recibido oportunamente la orden de cateo, se ordenó abandonar el inmueble": @AlfonsoDurazo.
— Animal Político (@Pajaropolitico) October 18, 2019
Cresencio Sandoval dijo que la patrulla que iba por el hijo del Chapo estaba esperando la orden de cateo cuando fueron identificados y empezaron los disparos, cuando estaban adentro de la casa se desató la violencia.
“Fue un operativo precipitado en el que no se consideró la reacción de los delincuentes (…) iban entre 30 y 35 elementos de la Policía Federal Ministerial, División Antidrogas y personal militar”, aseguró.
Durazo sostuvo que no hay falta del Estado ni ausencia del gobierno federal en esta decisión.
“Esto tampoco nos lleva a hablar de un sistema fallido, pero sí a hablar de que todo el aparato de administración, procuración de justicia, ha sido históricamente deficiente y corrupto. Y no podemos negarlo, y frente a esa realidad nos estamos enfrentando”.
“No buscamos enlutar hogares, sino resarcir el desgarrado tejido social, no vamos a regresar al tiempo de las masacres generalizadas… Vamos a acatar el desafío de la paz, pero no convirtiendo a México en un cementerio mayor al que ha sido”, expresó Durazo.
Pidió no perder de vista el contexto, pues “han sido muchos años de violencia en el país y expresiones como la de ayer no nacieron de un día para otro”, además de que la impunidad desembocó en el empoderamiento de grupos criminales que actúan al margen de toda noción de legalidad y sin límite alguno.
Durazo aseguró que se realizará una investigación de dicho operativo para castigar a los responsables.