A nivel internacional, el consumo de drogas derivadas del opio (opiáceos y opioides) se ha convertido en una amenaza para la salud. Según el Informe Mundial de Drogas publicado en junio de 2018 por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), las muertes por opiáceos y opioides representan el 76% de las ocasionadas por las drogas en general.
Para 2016, la UNODC estimó que el 0.59% de la población mayor de 15 años (considerando a los 15 países que reportaron datos) consumió este tipo de drogas.
En este mismo año, Polonia, Estados Unidos y Bielorrusia fueron los países de mayor consumo, con 1.7%, 1.04% y 0.76% respectivamente. México se ubicó en el lugar 13 con 0.1% de su población que consumió este tipo de drogas durante el período anual.
Esta misma organización informó que al menos 17 países reportaron el consumo excesivo de opiáceos, que además se ubicó entre las principales causas de muerte relacionadas con el uso de droga.
Entre estos países destacó China, Francia, Alemania, Portugal, Suecia y Reino Unido.
En 2016 la media internacional fue de 26.7 muertes por cada millón de habitantes.
Uruguay reportó la mayor tasa de mortalidad asociada al consumo de éstas drogas con 119.4 por cada millón de habitantes.
De acuerdo al Center for Health Statistics / Centers for Disease Control and Prevention (CDC) en 2016, el 63% de los aproximadamente 52 mil norteamericanos que sufrieron sobredosis por drogas fue a causa del uso de opioides.
México es uno de los principales proveedores de este tipo de droga hacia Estados Unidos desde 2015 por encima de Sudamérica y el Suroeste de Asia.
El alto nivel de pureza ha influido en su demanda, ya que según datos de la DEA de 2015, la heroína mexicana tiene un nivel de pureza del 70% en comparación con el 63% de la proveniente de Sudamérica y 54% del Suroeste de Asia.
La producción de heroína mexicana se incrementó entre 2013 y 2016 cuando se pasó de 26 a 81 toneladas métricas, lo cual asegura que el suministro sea rápido, a bajo costo y llegue a más consumidores.
En México, la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) 2016-2017, realizada en 64,000 hogares, registró un mayor consumo de marihuana y cocaína en la población mayor de 15 años. En el caso de la heroína su consumo se incrementó en una menor proporción.
En el año 2000, el 0.1% de la población mayor de 15 años dijo haber consumido heroína por lo menos una vez en su vida hasta ese momento. Para 2011, el 0.2% había consumido heroína.
Cinco años después, el consumo de heroína se mantuvo sin cambios. En 2016, el mismo 0.2% dijo haber consumido heroína.
A nivel nacional, en México 8 millones y medio de personas (hombres y mujeres), han consumido alguna droga por lo menos una vez en su vida, de los cuales, 1 millón está en el rango de 12 a 17 años de edad.
Sin embargo, no se cuentan con registros oficiales de consumo en menores de 12 años, población que, de acuerdo a la Dirección de los Centros de Integración Juvenil, es la más vulnerable y que inicia el consumo de drogas a partir de los 6 años, principalmente de marihuana.
La Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC) advirtió que el consumo de marihuana es el que más se ha incrementado, seguido de algunas drogas sintéticas como el cristal (metanfetamina).
Ciudades fronterizas del norte del país, particularmente Tijuana y Ciudad Juárez registran un consumo preponderante de heroína y crack. En el occidente, Sinaloa, Colima, Jalisco y Michoacán, se registra consumo de marihuana y cocaína, así como un marcado crecimiento de metanfetaminas.
En la zona del Golfo predomina el consumo de cocaína y crack combinado con bebidas alcohólicas, caso similar a los destinos turísticos de playa.
En la región centro, en la que destacan la capital del país y el Estado de México, se consume marihuana, cocaína e inhalables y también está aumentando el de metanfetaminas.
En 2018, 490 mil pacientes fueron atendidos en los sistemas público y privado que tratan las adicciones y se prevé que para 2019, el sector salud gastará casi 2 mil 400 millones de pesos en su prevención y atención.