El sismo del 19 de septiembre de 2017 fracturó en Puebla no sólo miles de casas y edificios, también el sistema de salud a cargo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al dejar inservible al Hospital Regional San Alejandro.
Los daños registrados pusieron fin a los 41 años del hospital insignia del IMSS en Puebla, una obra de 415 camas censables que ofrecía atención al 60% de los derechohabientes en Puebla, además de servicios médicos de especialidades y subespecialidades a varios estados circunvecinos.
Dos años después del sismo, y pese a la promesa de tener un nuevo hospital, la delegación Puebla del Seguro Social sigue sin un sustituto y, en cambio, acumula problemas en un sistema de salud saturado.
Un reporte de atención dado a conocer por el IMSS ante una solicitud de información que presentó La Jornada de Oriente en 2018 reconoce una saturación de 300% en los servicios del área de urgencias.
Aunque a decir del director de servicios médicos de la delegación en Puebla, Jorge Martínez Torres, y del director del Hospital de La Margarita, Ernesto Corona —el hospital que heredó gran parte de la atención que ofrecía San Alejandro—, en este momento ya no se tienen los niveles de saturación reportados el año pasado. Esto, gracias a una reingeniería en la atención y a la subrogación de servicios que el instituto contrató con hospitales públicos y privados y con la delegación Puebla de la Cruz Roja.
Médicos especialistas consultados por Animal Político, que hablaron con la condición de que su nombre no fuera publicado, ven un panorama diferente, pues afirman que en el hospital de La Margarita se vive en hacinamiento ante la cantidad de pacientes que han ingresado tras el sismo del 2017.
Tras el sismo vino el desalojo de San Alejandro. El doctor Ernesto Corona lo vivió de cerca, en ese momento era el director del hospital y fue el responsable de las acciones para evacuar a las tres mil personas, que estaban ese día en el lugar.
De entre los desalojados, 395 eran pacientes que recibían atención médica y fueron distribuidos en cuatro centros hospitalarios: Ortopedia, San José, Metepec y La Margarita.
Pero en este último se concentró el grueso de la atención que ofrecía San Alejandro. Hasta antes del sismo en La Margarita se atendía a 464 mil 622 derechohabientes, con una capacidad de 178 camas censables. Las cifras oficiales muestran que ahora atiende a 1 millón 358 mil 308 y con una capacidad de 253 camas censables, el triple de derechohabientes.
No solo eso, de ser un hospital de zona con cuatro especialidades troncales, pasó a convertirse en el sustituto de San Alejandro, es decir, un hospital con todas las especialidades que ofrece cobertura incluso a pacientes de estados vecinos, según explica el doctor Jorge Martínez Torres.
Además, agrega el médico, a mediados de mes se contará con 30 camas más, y para diciembre de este año se sumarán otras 30, con lo que se llegaría a 310 camas censables para atención. “Y se plantea construir una unidad de ginecobstetricia aledaña a La Margarita de 100 camas censables, entonces ya tendríamos 410 camas censables en menos de un año y medio”.
Pese a esos cambios, todavía se trata de cifras que están lejos de los datos y los indicadores que se tenían en la delegación Puebla cuando San Alejandro estaba en funciones, pues antes del sismo los dos grandes hospitales sumaban 594 camas.
Visto con ese indicador, el déficit en este momento es del 58% respecto a las cifras que se tenían antes de septiembre de 2017. Ese déficit se reducirá, a decir del IMSS, a 48% para finales de año.
El director de servicios médicos de la delegación IMSS en Puebla agrega que también se ha utilizado la subrogación de servicios para reducir la saturación del sistema de salud, aunque no aclara qué porcentaje de servicios se atiende de esta manera, ni cuántos recursos eroga el Instituto por esa estrategia.
La delegación Puebla del IMSS reconoce que el déficit en la atención de salud a la población derechohabiente es de 0.26 en una escala de 0 a 1.
“Estamos sobrepasados en todos los sentidos, se supone que estamos en una situación de contingencia desde hace dos años, pero esto ya no es contingencia, estamos funcionando como hospital normal, pero atendiendo hasta en los pasillos o en el piso”, cuenta una médico especialista adscrita a San Alejandro que aceptó hablar bajo la reserva de su nombre.
Y agrega: “Tienen al personal en una situación de hartazgo por las condiciones de hacinamiento en las que tenemos que trabajar”.
Otro de los médicos consultados dice que la subrogación de servicios que empezó desde finales del 2018 despresurizó un poco la situación que se vive en La Margarita, pero sólo un poco, aún así hay casos de personas que han tenido que esperar hasta cuatro o más turnos para ser atendida.
“Lo cierto es que ser derechohabiente del IMSS en Puebla desde el 2017 es casi de horror”, concluye otro de los médicos que trabajan en el Seguro Social consultado para este trabajo.