El jueves 17 de octubre, día del operativo fallido para detener a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, en Culiacán, el presidente Andrés Manuel López Obrador asistió al inicio de las obras en Santa Lucía.
Al evento lo acompañó su gabinete de seguridad, integrado por los titulares de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval; de Marina, José Rafael Ojeda y Alfonso Durazo de Seguridad Pública.
A las 12 horas, el mandatario recibió en Palacio Nacional a su homólogo cubano Miguel Díaz-Canel.
Hasta ese momento, de acuerdo con declaraciones de funcionarios, López Obrador no sabía nada del operativo que se prepara para detener al hijo del exlíder del cártel de Sinaloa, buscado por Estados Unidos por el delito de tráfico de drogas.
Sería hasta las 15:45 horas cuando el gabinete de seguridad le informa al presidente del operativo.
“Yo no estaba informado, no me informan en estos casos, porque hay una recomendación general que se aplica, le tengo mucha confianza al Secretario de la Defensa”, reconoció López Obrador en su conferencia de prensa del martes 22 de octubre.
Para cuando el presidente supo del operativo, las fuerzas federales ya se encontraban en desventaja frente a los integrantes del cártel: había balaceras contra militares y civiles y ataques contra unidades habitacionales donde viven las familias de los elementos castrenses.
A las 15:50 horas se reportaron vehículos con gente armada rodeando las Bases Militares de Operaciones en Cosalá, Costa Rica y El Fuerte, Sinaloa, así como retención de personal Militar.
También había militares heridos y uno muerto.
A las 16:45 en el aeropuerto de la capital, el presidente dijo que el gabinete de seguridad daría un informe sobre lo ocurrido en Culiacán.
“Cuando me enteré que se había generado este conflicto y les pido que se reúnan para tomar una decisión, me lo presentan y yo lo avalo”, señaló, en la misma conferencia.
La decisión fue terminar con el operativo y no detener a Ovidio Guzmán para que los integrantes del cártel detuvieran los ataques.
“La decisión la tomó el gabinete de seguridad, de manera conjunta, los secretarios de la Defensa, de Marina, de Seguridad Pública. Yo respaldé esa postura porque considero que lo más importante es la protección de las personas”, dijo López Obrador un día después del operativo en conferencia.
De acuerdo con lo declarado por Alfonso Durazo, a las 18:45 horas, antes de tomar el avión para viajar de la Ciudad de México hacia Oaxaca – donde realizaría una gira ese fin de semana – el presidente pidió que pararan en operativo para evitar bajas civiles y militares.
Minutos después, a las 18:49 horas, de acuerdo con la relatoría de los hechos que hizo el titular de la Defensa Nacional este miércoles, se da por terminado el operativo.
A las 19:30 el gabinete de seguridad da un mensaje sobre lo sucedido en Culiacán. La primera versión fue que durante una ronda de vigilancia habitual, elementos de las fuerzas federales habían sido atacados por hombres armados desde la vivienda donde estaba Ovidio Guzmán.
Mientras el presidente arribó a Oaxaca cerca de las 20:15 horas. Según declaró López Obrador, llegó a la población de Putla, en la sierra sur, donde quedó incomunicado pues no había señal.
“El que no se puede uno comunicar, nada más en la cabecera municipal, ya se sale de la cabecera municipal y ya no hay señal. Entonces, eso lo vamos a resolver, cada pueblo va a tener la posibilidad de comunicarse con telefonía móvil y con internet”, declaró al día siguiente el 19 de octubre durante un diálogo con pueblos indígenas, en Nochixtlán.
Ahí también dijo que fue hasta que llegó a la ciudad de Oaxaca que pudo comunicarse con el presidente estadounidense Donald Trump y explicarle lo que había ocurrido en Culiacán.
“Y le agradecí su gesto de hablar, pero al mismo tiempo le expliqué que estaban en riesgo muchas vidas, muchos ciudadanos, porque me informaron de cómo estaba la situación y por eso apoyé la decisión que tomaron de parar todas las acciones. Y siempre vamos a actuar así”, dijo.