El deterioro de la seguridad en Veracruz refleja un abandono de las tareas de seguridad y justicia, que al combinarse con otras variables políticas, sociales y económicas, como la informalidad laboral y la presencia de giros negros, propició que la entidad ocupara la última posición en el ranking nacional 2018 (SNSP, 2019).
Durante los últimos años, la entidad registró un deterioro gradual en su estado de fuerza y en el nivel de profesionalización de los elementos de la policía estatal y municipal. Esto explica las condiciones en las que se registró el ataque e incendio del bar “El Caballo Blanco” en Coatzacoalcos, cuyo saldo hasta el momento es de 30 fallecidos.
Con corte a noviembre de 2012, Veracruz registró su mayor cantidad histórica de policías estatales y municipales con 259.58 policías por cada 100 mil habitantes, equivalente a 20,351 elementos totales. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, el requerimiento básico para atender de forma eficiente a la población se sitúa en 289 policías por cada 100 mil habitantes.
En 2014, con 200 elementos evaluados y capacitados con “altos estándares” de operación inició sus actividades la nueva corporación de policía estatal identificada como Fuerza Civil, similar a la que años atrás comenzó a funcionar en Nuevo León.
En 2018, considerando solo a las policías dedicadas a la función preventiva a nivel estatal y municipal, la entidad federativa reportó su menor nivel histórico con 103.54 policías por cada 100 mil habitantes, equivalente a 8,511 elementos totales; es decir, un 43.67% menos respecto a 2017, cuando registró 183.8 policías por cada 100 mil habitantes.
Lo anterior ubicó a Veracruz en último lugar en el ranking nacional, donde 32 es peor.
La Ciudad de México se ubicó como la entidad con mayor estado de fuerza con 439.58 policías por cada 100 mil habitantes, equivalente a 38,631 elementos totales.
La media nacional en el mismo año fue de 204.97 policías por cada 100 mil habitantes, equivalente a 255,673 elementos totales.
En este contexto, supuestos elementos de Fuerza Civil, fueron señalados de la detención ilegal del dueño del bar “El Caballo Blanco” en Coatzacoalcos, Agustín Javier Ronzón González, quien después de la detención apareció asesinado en un video que circuló en redes sociales.
También cimbró el caso de Adrián “N” de 15 años de edad, quien fue privado de su libertad por una célula criminal en Tuxpan la cual tras mutilarle ambas manos y exhibirlo como ladrón, abandonó las extremidades del joven en una bolsa frente a una escuela secundaria en esa misma localidad.
Estos hechos fueron ampliamente difundidos en medios digitales de comunicación y en redes sociales, con un impacto en la opinión pública similar al que generó en su momento el ataque armado a una fiesta familiar ocurrido en Minatitlán el pasado 19 de abril, en el cual fallecieron 14 personas incluidas un menor de 1 año.