De cada mil trabajadoras del hogar que hay en México, solo tres se han inscrito en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a través de la prueba piloto para darle seguridad social a este tipo de empleadas, a cinco meses de iniciada.
De acuerdo con información obtenida vía transparencia, en agosto estaban aseguradas un total de 6 mil 631, es decir, el 0.3% de 2.2 millones de trabajadoras del hogar que hay en el país.
Las altas han ido aumentando progresivamente desde que arrancó el programa, en abril pasado. Ese mes se registraron apenas mil 138, mientras que el último dato disponible, de agosto, fue de 2 mil 506 inscritas.
Aunque también hay quienes no han continuado en el programa. En total, se habían dado de alta en algún momento 8 mil 71 trabajadoras, pero se dieron de baja mil 441. Esto significa que no han dado seguimiento a sus pagos el 26%.
En el Primer Informe de Gobierno, entregado al Congreso el pasado 1 de septiembre, se omitieron todos estos datos. Presidencia solo informó que en abril y mayo habían otorgado 14 mil 286 asesorías mediante 64 módulos de atención en 23 estados. No hubo ninguna referencia al éxito o fracaso de esas asesorías y avances efectivos del programa.
Esto, a pesar de que ya se contaba con un primer balance de la prueba piloto impulsada por el exdirector del IMSS, Germán Martínez, que dejó el cargo en mayo.
Animal Político obtuvo copia del primer informe sobre este programa que se presentó ante el Consejo Técnico del IMSS en junio, cuando cumplió dos meses. Ese documento daba las primeras cifras y detectaba que casi el 30% de afiliaciones estaban en el área metropolitana del Valle de México: el 18.4% en la Ciudad de México y 11% en el Estado de México.
Después seguía Tamaulipas, con 5.7%; Jalisco con 5.6% y Chihuahua, 5.4%. Nuevo León, Coahuila, Veracruz, Yucatán y Guanajuato completaban el top 10 de afiliaciones.
Otros puntos detectados en ese informe son que la mitad de registrados tiene entre 50 y 70 años de edad, y ocho de cada diez son mujeres. El salario promedio mensual registrado fue de 4 mil 745 pesos mensuales.
Según el organismo, la cantidad de aseguradas en estos meses está dentro de lo esperado. Aunque nunca se informó públicamente de una meta de afiliaciones, la directora de Incorporación y Recaudación del IMSS, Norma Gabriela López Castañeda, aseguró en entrevista con Animal Político que el objetivo era a fin de año llegar a 10 mil afiliadas, y que hasta el viernes pasado iban ya 8 mil 862.
Además, matizó que las que se han inscrito desde abril con esta prueba piloto no son las únicas. En un esquema anterior ya existente, llamado “modalidad 34” y que se pagaba anualmente, hay 3 mil 700 beneficiarias, aunque solo se les otorga servicios de salud y no prestaciones completas.
También hay cerca de 20 mil registradas en el programa Seguro de Salud para la Familia, de pago anual. Quienes están en estos dos esquemas pasarán al nuevo cuando se venza la vigencia de su aseguramiento, según la funcionaria del IMSS.
Agregó que al instalar módulos informativos en zonas residenciales donde las familias suelen tener varios empleados de casa, se han encontrado con que muchos patrones los tenían asegurados como trabajadores de sus empresas.
Por todo esto, explicó, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay cerca de 24 mil empleadas del hogar que ya tenían algún tipo de seguridad social.
Aunque todas estas, sumadas a las nuevas incorporaciones, aún significan apenas un 1.5% de trabajadoras del hogar con prestaciones sociales.
Respecto al dato de que 26% de quienes se han inscrito después se dieron de baja, la funcionaria aseguró que esto está incluso por debajo de los parámetros normales de altas y bajas entre empleados ordinarios, que suele ser de alrededor de 30% de variación cada mes.
“Yo creo que el esquema está funcionando bastante bien. La primera razón es porque es simple, porque no estamos vinculando ninguna otra obligación con alguna otra autoridad fiscal; eso hace que no tengamos la complicación como si fuera un patrón normal, que tuvieras que tramitar un registro patronal individual, de que tuvieras que darte de alta ante el SAT”, señaló.
“La gente ya empieza a entender cómo es el esquema, sin embargo también les empieza a dar incertidumbre si esto cuando ya sea definitivo va a ser tan sencillo como ahorita o vamos a vincular algunas otras obligaciones, y eso es lo que ahorita está un poco, yo te diría, deteniendo una afiliación mayor. Aunque la está habiendo”.
En el esquema con que se lanzó la prueba piloto, el aseguramiento se paga en un solo depósito mensual por anticipado. Esto podía complicar la situación para algunas trabajadoras con varios patrones, tal como reportó Animal Político en agosto, ya que dependían de que sus patrones se pusieran de acuerdo o de que quisieran darle cada uno su parte de dinero para que ella lo pagara todo junto.
Según el informe con los primeros resultados del programa presentado en junio ante el Consejo Técnico del IMSS, el empleado con más patrones distintos registrados tenía 12, mientras que el patrón que dio de alta a más trabajadores afilió a cinco.
López Castañeda reconoció que esta es una de las fallas que están corrigiendo.
“Trasladar completamente la responsabilidad del aseguramiento al empleador o empleadora, para permitir la fracción del pago en función de los días que trabaja con cada uno. En eso estamos trabajando, que permita, en vez de que sea un salario mensual anticipado, que sí sea un pago anticipado, pero en función de los días que efectivamente labora con cada empleador. En eso va a estar diseñado el cambio. Y el propósito es que los empleadores ya no importe que se vinculen o que no se vinculen. Cada uno podrá presentarlo de manera individualizada”, aseguró.
Las reglas de operación con las que arrancó la prueba piloto establecían que esta fase duraría máximo 18 meses (hasta octubre de 2020), al término de los cuales se evaluaría su funcionamiento. Otra cláusula estipuló que el programa estría sujeto a ser financieramente viable, lo que generó críticas ante la falta de certeza a futuro.
Pero según la directora de Incorporación y Recaudación del IMSS, este último punto ya quedó superado, gracias a que el salario promedio con el que se están dando de alta está por encima del salario mínimo.
“Se están tomando los mismos parámetros que se utilizan para cualquier otro trabajador respecto de los límites mínimos y máximos de cotización, y la verdad es que no tiene un impacto. El dato positivo pues es que su base de cotización no es el salario mínimo, sino que están por arriba, cercano a los 5 mil pesos. Entonces eso hace que no tenga una presión financiera adicional al Seguro Social, porque estamos usando los mismos mecanismos de financiamiento que con cualquier trabajador”, detalló.
Además, en diciembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió que era inconstitucional que no hubiera obligación de inscribir a las trabajadoras del hogar ante la seguridad social, por lo que el Congreso aprobó que el contrato y las prestaciones sean obligatorias para estas empleadas.
Con ese antecedente y las lecciones de la prueba piloto, López Castañeda calcula que se adelantará el resultado y para enero o febrero estará lista la iniciativa de reforma que volverá ley el esquema de inscripción de trabajadoras del hogar al IMSS, para que sea discutida y aprobada en el próximo periodo ordinario de sesiones.