Las mamás de personas desaparecidas que encontraron en Veracruz la fosa clandestina más grande de México cerraron un capítulo de búsqueda e iniciaron otros porque siguen recibiendo indicios creíbles de más cementerios clandestinos donde podrían estar sus familiares.
Este jueves el colectivo Solecito Veracruzano dio por concluida su búsqueda en el predio Colinas de Santa Fe, ubicado en las inmediaciones de la entrada principal del Puerto de Veracruz, la ciudad más poblada de ese estado, muy cerca de donde pasan miles de coches cada día.
Hace tres años recibieron información que apuntaba a la existencia de las fosas en ese predio y, a pesar de la resistencia que enfrentaron con las autoridades, lograron que se comprobara la existencia de 298 cráneos y 22 mil 500 restos humanos en total.
Lograron la identificación de 22 personas, está la esperanza de que sean identificados cinco restos y la certeza de que 50 cráneos no serán identificados porque no fue posible extraerles muestras de ADN. “Es una sensación de sentimientos atravesados, no encontramos a muchos de los que necesitábamos encontrar”, dijo Lucía Díaz Genao, integrante de Solecito Veracruzano.
Al inicio, cuando las madres de desaparecidos obtuvieron informaciones claras que apuntaban a la existencia de las fosas, sólo obtuvieron que las autoridades de Veracruz les dieran acceso al predio de Colinas de Santa Fe pero “nunca investigaron nada”, dijo Díaz.
Finalmente, el trabajo de investigación fue realizado por la Policía Federal Científica y fue dato por concluido este jueves por la mañana con la celebración de una misa en la que estuvieron presentes las mamás y otras organizaciones como Serapaz y la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Se cerró un capítulo de tres años que, a decir de Lucía Díaz, fueron equivalentes a 15 por el costo personal que cada una de las mamás tuvo que pagar.
“Hubo que dedicarle mucho tiempo, mucho esfuerzo y también el desagarramiento de que nos estamos acostumbradas a ver cuerpos humanos. Tener que ver restos, saber que ahí están todos. La vida nos cambió radicalmente.
Se nos llenó de imágenes y situaciones que hubiéramos preferido no tener que pasar por eso, quisiéramos pensar que es una pesadilla y que nos despertamos. Pero no despertamos nunca de esta pesadilla”, dijo la mamá y activista.
El cierre de Colinas de Santa Fe marca el inicio de otro episodio que comienza al otro lado de la autopista Xalapa-Veracruz, en un predio más cercano aún a la ciudad de Veracruz conocido como kilómetro 13.5, en las inmediaciones de la zona portuaria de la ciudad. “Se cierra Colinas pero no se termina el trabajo, nosotras seguimos igual”.
Además de ese punto “grande”, hay otros lugares donde el Solecito Veracruzano irá a buscar a sus familiares desaparecidos. Ellas ya tienen un plan de trabajo y lo seguirán a pesar de cualquier costo.
“La fuerza la sacamos de los mismos hijos, saber que ellos nos esperan, que ellos nos necesitan, que ellos cuentan con nosotras, que somos lo único que ellos tienen. No les podemos fallar. Aunque se nos vaya la vida, seguiremos, a ellos no les podemos quedar mal. Les prometimos que los íbamos a buscar hasta encontrarlos”, dijo Lucía Díaz.
Una investigación de Quinto Elemento Lab reveló este año que se han encontrado cerca de 2 mil fosas clandestinas en el país entre 2006 y 2016. Durante esos 10 años se recuperaron 2 mil 884 cuerpos, de los cuales sólo mil 738 han sido identificados.
Veracruz, con 332, es el estado donde se han encontrado más fosas en ese periodo, y la de Colinas de Santa Fe es la más grande de todas hasta el momento.
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