José Manuel y Paola tuvieron este lunes su primer día como universitarios en una de las 100 Universidades para el Bienestar Benito Juárez, recién creadas por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Pero no tomaron clases en una escuela como tal, sino en el auditorio de la Casa de Cultura de Villa del Carbón, Estado de México, porque la universidad todavía no está construida.
De 8:30 a 2:30 ocuparon las sillas que regularmente sirven para talleres artísticos o reuniones de la comunidad, pero que al menos de aquí a diciembre serán su salón de clases.
José Manuel, de 17 años, viene de Jilotepec, a una hora de camino. Aunque su municipio tiene casi el doble de población que Villa del Carbón, de 47 mil habitantes, fue aquí donde se decidió poner la universidad, en medio de zona boscosa del norte del Estado, para impartir la carrera de Ingeniería en Procesos Agroalimentarios.
“Escogí esta carrera porque está relacionada con mi entorno, con lo que yo vivo, digamos, que es el campo”, cuenta el joven delgado, con la piel curtida por el sol y sombrero en la cabeza para protegerse del mismo.
“Yo primero hice examen en la UNAM para veterinaria, o sea, quería ser veterinario, pero pues no me quedé, y pues me interesó también esta carrera. Y ya acabando de esta, a ver si me voy a veterinaria”, cuenta al teriminar su primer día de clases.
Después de enterarse de que no había sido aceptado en la UNAM, una prima suya que trabaja como “servidora de la nación” para censar a beneficiarios de programas sociales fue quien le contó que se abriría esta institución, y que por estudiar en ella recibiría además una beca de 2 mil 400 pesos mensuales, durante los 10 meses de clases al año.
Le emociona que una de sus maestras también da clases en la UNAM, donde quería ir originalmente. Tienen además otras dos maestras que les darán las cinco clases de este ciclo. Cada ciclo dura en estas universidades 14 semanas, dos menos que en la UNAM.
Su compañera Paola, de 18 años, viene de Loma Alta, a unos 20 minutos, y cuenta que se enteró de última hora. Ella quería estudiar Contabilidad en una escuela de Nicolás Romero, el municipio urbano más cercano, pero se le pasaron las inscripciones. Entonces, llegó a su telebachillerato la noticia de que se abriría una universidad aquí, la más cercana en kilómetros.
“En la escuela en la que iba nos mandaron información sobre esta escuela y ya vi el plan de estudios y me interesó. Fue hace como un mes”, relata.
El grupo de estudio se conformó por ahora con 25 estudiantes, no todos tan jóvenes. La mayor tiene 40 años y viene de Ecatepec; otros ya tienen una carrera previa o trabajaban en escuelas, por lo que les interesó seguir formándose. Aunque por ahora, algunas de estas escuelas recién creadas no tienen reconocimiento oficial todavía.
La casa de cultura “Dr. Jorge Jiménez Cantú” es uno de los edificios principales de Villa del Carbón, ya que antes fue el Palacio Municipal, hasta 1980, cuando cambió a su actual uso. Por eso, su auditorio era solicitado diario para reuniones todo tipo, presentaciones y talleres, cuenta el coordinador, Martín Magaña.
“Ese auditorio lo ocupamos para todas las clases de eventos que tenemos: obras, funciones de cine, todo lo relacionado a las artes. Y luego, bueno, solicitudes del Ayuntamiento que para los espacios, una reunión, porque tiene proyector. Diario se usa, desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Ahorita se va a hacer limpieza porque a las 3 y media, 4, ya llegan los talleres, de karate, de música, danza aérea”, explica.
-¿Y tener la universidad los hizo cambiar todo?
“Pues ahorita se rehabilitó ese espacio para que se dieran nada más las clases. Lo único que pasó, por ejemplo, es que ya en la mañana es exclusivamente para la universidad, y anteriormente nos solicitaban ese espacio que para reuniones, de Ayuntamiento, de un comité, de un grupo social… o sea, es abierto a todo público, mientras estuviera el espacio libre. Pero ahorita, prioridad a la universidad. Le dimos prioridad hasta que ya lo puedan desalojar”.
Esta Casa, por su tradición, cumple con las principales ofertas de las universidades: tiene biblioteca y salas de cómputo con unos 30 equipos y acceso a internet, gracias al plan de Plazas Comunitarias, que instaló una ahí durante el anterior gobierno federal de Enrique Peña Nieto.
El edificio para la Universidad se construirá en otro poblado del mismo municipio, San Luis Anáhuac, a 14 kilómetros (20 minutos) al norte. Pero todavía no empieza la obra, según reconoció personal del Municipio. A Magaña le dijeron los responsables que el préstamo de las instalaciones sería solo este ciclo, hasta enero o febrero, según fueran avanzando.
El caso de Villa del Carbón es solo uno de la situación en la que están empezando a operar muchas de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez.
En Tlaltizapán de Zapata, Morelos, por ejemplo, la carrera de Patrimonio Histórico y Social empezó también este lunes utilizando por la tarde los salones de una escuela primaria que está en la comunidad de Huatecalco; personal del Ayuntamiento confirmó que en la mañana el lugar funciona como primaria y a las 4 de la tarde prestará los salones para nivel superior.
En Tepoztlán, otro municipio morelense, su arranque como Universidad también fue en la Casa de Cultura Ixcatepec, donde estaban citados los 70 jóvenes que se inscribieron a Ingeniería en Procesos Agroalimentarios.
La de Chilcuautla, Hidalgo, ya va por su segundo semestre de clases de Procesos Agroalimentarios, pero como ni siquiera se ha empezado la construcción del edificio que ocupará, los dos grupos de alumnos ya están separados: los primeros toman clases en un espacio de la Unidad Deportiva del municipio, y los nuevos empezaron en espacios que les prestó el comisariado ejidal. Son 170 jóvenes en total.
En la página de internet de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez se presume tener presencia en 31 estados (todo el país, menos Baja California Sur) con 100 planteles, aunque solo vienen enumerados 97. En todos los casos, solo viene el municipio donde se ubican, pero no las direcciones exactas, ya que la mayoría no cuenta con instalaciones propias.
Animal Político solicitó las ubicaciones al ente que las administra, el Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (Crefal), y a la Secretaría de Educación Pública (SEP), pero dijeron no tener la información.
Raquel Sosa, directora del Crefal, aseguró a finales de mayo pasado que ya funcionaban 83 planteles y atendían a 7 mil 575 estudiantes, lo cual implicaría unos 91 inscritos por plantel.
Pero en varias de las ubicaciones consultadas por Animal Político, este agosto sería su primer ciclo. Es justamente el caso de Villa del Carbón, donde arrancaron apenas con alrededor de 25 alumnos. De hecho tres semanas antes, en un curso preparatorio que se les da para recordar conocimientos y nivelar a los estudiantes, empezaron tan solo siete, y con los días fue creciendo el grupo.