Este viernes, por primera vez en la historia de Chiapas, fueron sentados ante un juez dos policías acusados de tortura cuando se llevó a cabo la audiencia inicial de formulación de imputación y vinculación a proceso.
Los dos policías Orday “N” y Edgar “N” están acusados de detener, privar de su libertad y torturar a Francisco de Jesús Espinosa Hidalgo, un señor de origen indígena que ahora tiene 70 años y que, tras su detención, pasó tres años con cuatro meses preso acusado de robo con violencia, un delito que habría confesado bajo tortura.
Los dos policías acusados están adscritos a la Dirección General de la Policía Especializada de la Fiscalía General de Justicia de Chiapas (antes Procuraduría General de Justicia). Esa misma dependencia inició la carpeta de investigación sobre el caso el 2 de agosto de 2017 “por el delito de tortura en agravio de Francisco de Jesús Espinoza”.
La institución encargada de la defensa de Francisco, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba), le aplicó el Protocolo de Estambul el 4 de julio de 2016, y un año después, el 13 de julio de 2017, Médicos del Mundo Suizo Misión-México A.C. volvió a aplicar el procedimiento y en ambas ocasiones el resultado fue positivo.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chiapas (CEDH) emitió una recomendación a la Fiscalía General de ese estado el 3 de octubre de 2018 donde da fe de que “ambas se concluyen con afectación emocional”.
Este viernes el juez de control reconoció esas y otras pruebas recabadas durante los más de tres años de prisión de Francisco. La CEDH, en su recomendación, señala que la edad de Francisco debe ser considerada como una agravante, y es un elemento que, de acuerdo con Gilberto Hernández, abogado del Frayba, será presentado ante el juez este viernes.
La audiencia inició este viernes a las 10 de la mañana y fue suspendida al rededor del medio día. El juez determinó que se reanudará el próximo día 28.
Francisco Espinoza fue detenido el 29 de mayo de 2015 en la mañana cuando salió de su casa, ubicada en el municipio de Venustiano Carranza. Iba a trabajar en su sembradío de maíz cuando, según el relato del Frayba, fue detenido por los policías.
“De acuerdo a su testimonio, durante la detención y traslado fue torturado física y psicológicamente. Las secuelas de la tortura se intensificaron por las condiciones carcelarias, que a su vez agravaron el estado de salud de Francisco”, informó esa organización en un comunicado.
El campesino Francisco Espinoza fue liberado el 21 de septiembre de 2018 cuando un juez reconoció su inocencia. Hasta el momento, de acuerdo con su defensa, todavía no ha vuelto a trabajar en su parcela.
“De los hechos narrados resulta claro para este organismo que (Francisco), en su carácter de agraviado, y a la luz de la interpretación integral y armónica de los estándares internacionales de protección de derechos humanos encuadran en tratos crueles, inhumanos o degradantes”, afirmó la CEDH en su recomendación.
El abogado Gilberto Hernández señaló que éste es un caso que ya es histórico en Chiapas por el hecho de que dos policías vayan a comparecer ante un juez. “Es un día muy importante, es el primer caso así que se lleva a un tribunal”, dijo el abogado a Animal Político.
Además, en caso de que los policías sean vinculados a proceso, quedaría un precedente relevante para otras 18 denuncias realizadas por el Frayba en las que también se acusa tortura a personas de origen indígena en Chiapas.
Debido a que su condición de salud es precaria. Según Gilberto Hernández, Francisco sufre padecimientos relacionados con los malos tratos recibidos el día de su detención y durante los tres años y cuatro meses de vida carcelaria.