La activista y familiar de una persona desaparecida, Zenaida Pulido Lombera, fue asesinada el pasado viernes en el estado de Michoacán cuando regresaba de denunciar las amenazas que había en su contra y a quienes desaparecieron a su familiar.
Zenaida, de 43 años, fue atacada por sujetos armados en el tramo carretero Huahua-Pichilinguillo, en la costera michoacana.
De acuerdo con el colectivo Familiares Caminando por Justicia, como parte de la búsqueda de su familiar, Zenaida “estaba inmersa en la lucha por la verdad y la justicia de los desaparecidos”, por lo que participó como coordinadora en la quinta Caravana “Buscando Encontraremos” realizada entre abril y mayo de este año y que encontró una fosa clandestina con 43 restos óseos.
“Su asesinato nos deja una profunda tristeza e indignación, porque el caso de Zenaida se une ahora a la lista en la que figuran decenas de víctimas que por buscar a sus seres queridos han recibido la muerte como castigo en un Estado que no solo no garantiza el derecho a la seguridad de todas las personas, sino que además olvida la vulnerabilidad a la que las víctimas están expuestas”, expresan en un comunicado.
El colectivo también acusa que en México es muy común que, durante la investigaciones, los servidores públicos violen los derechos humanos de los familiares de personas desaparecidas, lo cual refleja “el debilitamiento del Estado de derecho en México”.
Señala que en nuestro país, asesinatos como el de Zenaida, comprueban que el Estado no cumple con su obligación de respetar, proteger, promover y garantizar los derechos humanos de las personas y en específico de las personas que se convierten por necesidad en activistas y defensores de derechos humanos.
Ante esta situación el colectivo exige al gobierno de Andrés Manuel López Obrador actuar de manera urgente por el asesinato de Zenaida e implementar medidas de protección para salvaguardar la integridad física y psicológica de sus familiares.
También piden crear medidas preventivas para evitar que familiares de otros desaparecidos y desaparecidas sufran atentados como Zenaida y que se garantice el acceso a una vida libre de violencia a las defensoras de derechos humanos y activistas.