La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) dio su aval “de manera condicionada” para la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía por considerar que es “ambientalmente viable”.
La autorización tiene un vigencia de 33 años para realizar las obras de preparación del sitio y construcción de la obra que está proyectada en cuatro fases que inician en 2019 y finalizan en 2052.
La Semarnat establece 16 condicionantes, como el garantizar, al inicio de cualquier obra o actividad del proyecto, la forma en que se respaldará la realización de estrategias de control, mitigación y compensación ambiental.
Además se deberán presentar las propuestas sobre los Programas de Rescate y Reubicación de Flora y de Conservación y Manejo de Fauna Silvestre.
También se deberá implementar un Programa de Restauración Ambiental, que incluya el Programa de Reforestación y el de Manejo y Restauración de Suelo propuestos por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en su calidad de promovente, en la Manifestación de Impacto Ambiental Regional (MIA-R).
Asimismo se deberá elaborar la propuesta del Programa de Monitoreo Anual de Aves, incluyendo murciélagos, durante las diferentes etapas del proyecto, abarcando los periodos de lluvia y estiaje, “haciendo especial énfasis en la especie Athene cunicularia (tecolote llanero)”, ya que se encontró una zona que es utilizada como refugio.
También se deberá establecer un sistema de atenuación de ruido, como barreras deflectoras y arbóreas. Así como un programa de manejo de residuos.
Entre otras medidas, se deberán establecer programas diversos para Atenuación de Niveles de Ruido, de Manejo de Residuos, y de Prevención y Respuesta a Contingencias Ambientales Derivadas de Eventos Meteorológicos Extraordinarios y de Riesgo.
De la misma manera deberá implementarse un Programa de Uso Sustentable del Agua, de Monitoreo Ambiental, además de que deberá integrarse un Comité de Vigilancia Ambiental, cuya estructura estará integrada por instituciones académicas, gobierno del estado, gobiernos municipales y la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Semarnat.