Este 2019, la macroalga conocida como sargazo se ha convertido en un problema ambiental grave para los 32 países que integran toda la región del Caribe, incluyendo las costas de Cancún y de la Riviera Maya, en México.
Imágenes de verdaderas montañas de sargazo acumulado en las habituales paradisiacas playas del caribe mexicano circulan a diario por las redes sociales y medios de comunicación, generando un gran impacto en Quintana Roo, estado que emplea a 450 mil personas gracias al turismo nacional e internacional que llega a sus costas.
Ahora bien, ¿es un problema ambiental grave?
De acuerdo con lo dicho por el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante una visita a Tulum el pasado 24 de junio, no lo parece.
“Vamos a seguir apoyando con el asunto del sargazo. No he hablado mucho de eso, porque no considero que, como algunos sostienen, sea gravísimo”, dijo el mandatario, quien también aseguró que el problema del sargazo fue “heredado” por el anterior Ejecutivo y que éste se había “magnificado para cuestionar al nuevo gobierno”.
Sin embargo, ambientalistas, oceanógrafos, hidrobiólogos, consultores ambientales y autoridades estatales de medio ambiente, entrevistadas por Animal Político, coinciden en señalar que, a pesar del dicho del presidente, México está ante uno de los problemas ambientales más grandes de su historia moderna, para el que aún no hay un plan a largo plazo para enfrentarlo, más allá de las labores cotidianas de limpieza y contención.
Aquí te presentamos algunas de las claves que explican el surgimiento masivo de esta alga:
Este 2019 se produjo un aumento en la llegada de sargazo a las aguas del caribe mexicano. De acuerdo con la Secretaría estatal de Turismo de Quintana Roo, para finales de este año se espera recolectar hasta un millón de toneladas de esta alga; un 100% más que las 500 mil toneladas que se recogieron el año pasado.
La presencia de sargazo en las playas del caribe mexicano ha existido desde décadas atrás, aunque la primera gran crisis reciente se produjo en 2015.
Esta es una de las preguntas más habituales. Originalmente, existe un llamado “mar de los sargazos”, al este de la costa de Estados Unidos y al nordeste de las costas de Cuba, por donde Cristóbal Colón navegó en su viaje a América, y en el que, desde hace siglos, flotan enormes bancos de estas algas.
Sin embargo, en la última década los satélites detectaron que otras enormes manchas de sargazo están emergiendo en el océano Atlántico, pero más al sur: entre las costas de África y de Brasil, frente a la desembocadura del Río Amazonas.
En el primer Encuentro de Alto Nivel para la Atención del Sargazo, que se llevó a cabo el 27 de junio Cancún, Quintana Roo, los especialistas coincidieron en señalar que el sargazo que actualmente afecta a todo el Caribe no proviene del “mar del sargazo”, sino del sur del Atlántico.
Por ello, se trata de un problema que no solo afecta a Cancún y a la Riviera Maya, en México, sino que las corrientes marinas lo han extendido como una epidemia, afectando a los 32 países que integran la región caribeña, incluyendo a Cuba, Dominicana, Panamá, Jamaica, Colombia, y al sur de la Florida, en Estados Unidos.
“Más que un problema regional, es un problema de todo el Océano Atlántico. Es un problema global”, enfatizó Alejandro Bravo, oceanógrafo.
No hay una respuesta única a la pregunta de por qué surge el sargazo. Aunque los ambientalistas coinciden en señalar que el aumento de la temperatura de las aguas del mar y el cambio en las corrientes marinas, producto del calentamiento global, más la contaminación de los océanos, están generando las condiciones idóneas para que se desate “una tormenta perfecta”.
Esteban Amaro, hidrobiólogo, consultor ambiental y director de la Red de Monitoreo del Sargazo de Cancún, explicó en entrevista que el sargazo es una alga “oportunista”. Esto significa que absorbe todo a su paso para crecer y multiplicarse. Y ese “todo a su paso” es, básicamente, los nutrientes que deja la contaminación en las aguas del mar, producto del vertido de fertilizantes con alto contenido de nitrógeno, materias orgánicas, y descargas de aguas residuales.
Verónica Rivera Félix, bióloga de la compañía Grupo Arco, que hace labores de limpieza en las playas públicas de Playa Del Carmen, añadió que en esa contaminación está influyendo la tala masiva de la selva en el Amazonas, en Brasil.
La vegetación de la selva es la que frena, o filtra, la llegada de contaminantes que fluyen por los ríos y que desembocan en el Atlántico, explicó la bióloga. Al reducirse la vegetación por la tala, la cantidad de nutrientes que llega al océano es cada vez mayor. Y, por lo tanto, también la contaminación y el “alimento” que potencia la reproducción del sargazo.
En el foro regional del sargazo, Alejandra Valente, especialista de la UNAM, dijo que la Organización Internacional Oceanográfica planteó el año pasado la hipótesis de que el derrame petrolero ocasionado por British Petroleum en el 2010, en el Golfo de México, puede estar relacionado con el surgimiento masivo del sargazo en esta última década.
Aunque aun no hay estudios científicos, el hidrobiólogo Esteban Amaro opina que es una hipótesis factible, ya que un año después del derrame, en 2011, comenzaron a registrar los primeros grandes recales de sargazo.
“Para limpiar el derrame de petróleo, utilizaron una gran cantidad de disolventes, de grasas, y de productos químicos que basan su composición en fosfatos y nitratos, que prácticamente son fertilizantes”, planteó el consultor ambientalista.
“Y el petróleo, ya descompuesto por las bacterias que viven en el fondo marino, se convierte en azufre y carbono, que son elementos que también sirven de fertilizante para que estas algas, que son oportunistas, se desarrollen y crezcan con la presencia de tantos nutrientes”.
Tanto desde el punto de vista ambiental, como del turístico, los entrevistados aseguraron que la llegada de sargazo es un problema grave.
Esteban Amaro fue el más tajante: “El sargazo es un problema ambiental muy grave. De hecho, es el problema ambiental más grande al que México se ha enfrentado como país”.
“Es una situación fuera de control”, abundó por su parte Guadalupe Velázquez, hidrogeóloga. “Y a pesar de que llevamos más de cuatro años con esta situación, aún no se atina a cuál es la mejor solución”.
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La bióloga Verónica Rivera añadió que, además del impacto que se genera en las costas donde se acumula y se pudre el sargazo, generando un olor nauseabundo, también está el daño que las manchas kilométricas de estas algas pueden ocasionar a los arrecifes de coral, que son de vital importancia para la vida marina y también para la protección de las costas, puesto que son las primeras barreras que mitigan los daños de huracanes y de tormentas tropicales.
“Las manchas de sargazo generan sombras. Y los arrecifes, por tanto, no reciben luz solar y no producen alimento para muchas especies marinas que viven en ese ecosistema”, explicó.
Alfredo Arellano, titular de la Secretaría de Medio Ambiente del estado de Quintana Roo, admitió en entrevista que el sargazo sí “es un tema que preocupa”, aunque matizó “que tiene solución” y que ya se está trabajando de manera intensa para enfrentarlo.
Este es uno de los temas más polémicos. De acuerdo con el actual gobierno federal de López Obrador, la anterior administración de Peña Nieto gastó más de 800 millones de pesos sin resultados favorables, producto de la corrupción.
Por ello, para este 2019 el Ejecutivo federal no incluyó ninguna partida presupuestal contra el sargazo, aunque sí designó a la Secretaría de Marina como la nueva responsable a nivel federal de atender la situación, y de coordinar las labores de limpieza en aguas profundas.
La limpieza en las aguas próximas a la costa y en las playas, la responsabilidad recae en la industria privada, es decir, en los hoteles dueños de las concesiones para la explotación de playas privadas, y en los gobiernos municipales de las principales zonas afectadas, que deben limpiar con sus propios recursos las playas públicas.
Para este 2019, la Marina anunció que tendrá un presupuesto de 52 millones de pesos, para adquirir embarcaciones a fin de limpiar el sargazo. Y prevé, a largo plazo, que invertirá otros 300 millones. Sin embargo, la Secretaría de Turismo estatal calcula que para limpiar las playas públicas y privadas se requiere una inversión de, al menos, 3 mil millones.
“Esperábamos una inversión mayor del gobierno federal, pero la decisión que se tomó fue que la Marina atendiera el problema”, dijo por su parte Alfredo Arellano, titular de la Secretaría de Medio Ambiente de Quintana Roo, quien recalcó que parte del problema del sargazo es que no existe un presupuesto específico para combatirlo.
La hidrogeóloga Guadalupe Velázquez criticó que, por ahora, el grueso de las acciones contra el sargazo están enfocadas en contener el problema a corto plazo, “y no se está haciendo énfasis en la importancia de la investigación para entender el origen del sargazo”.
“Esto es un gran error, porque estamos ante una situación grave, que está afectando al estado con mayores ingresos por turismo en todo México, y por eso se debe de entender la situación de una manera mucho más integral”, subrayó Velázquez.
Alfredo Arellano coincidió con la hidrogeóloga, en cuanto a que aún hay dudas sobre cuáles son exactamente los factores que potencian la llegada masiva de sargazo: “Y mientras eso no exista, no podemos atacar de raíz el problema”, admitió el titular de Medio Ambiente estatal. “Por eso estamos barriendo la casa, pero no estamos evitando que entre el polvo. Porque barrer nos da la solución de ese día, pero no la solución al problema de fondo”.
Por ello, Arellano señaló que ya se están enfocando “a fomentar la investigación” para buscar soluciones a largo plazo, mientras continúan con las labores de limpieza en el plazo inmediato, con el fin de amortiguar el impacto en el turismo de Quintana Roo, que ya registra pérdidas por el sargazo en puntos clave como Playa Del Carmen y Cancún.
Uno de los primeros pasos en el fomento de la investigación se produjo el pasado 27 de junio, con la celebración en Cancún del primer Encuentro de Alto Nivel para la Atención del Sargazo, en el que 12 países caribeños, incluyendo a México, acordaron un primer plan de acción global.
Ese plan, además, incluye 26 medidas, como la construcción de una agenda de coooperación en materia de análisis del fenómeno del sargazo, para generar propuestas de solución de fondo en un contexto internacional.
Alfredo Arellano anunció que el segundo encuentro internacional tendrá lugar el próximo mes de octubre en la isla caribeña de Guadalupe, para el que está prevista la participación de México.