La administración federal pretende construir tres albergues o centros de atención integral para los migrantes que están en trámite de solicitud de asilo en los Estados Unidos. Estos se ubicarían en Mexicali, Tijuana y Ciudad Juárez, las ciudades de México a las que la Unión Americana está regresando a los extranjeros que cruzan de forma ilegal.
Desde enero, Estados Unidos ha enviado a México a 17 mil migrantes, 10 mil de ellos entre el mes de mayo y la primera semana de julio. Tan solo en Ciudad Juárez hay 8 mil 600 retornados. “Hemos detectado que de estos miles, muchos tienen su primera audiencia (para resolver la solicitud de asilo) hasta octubre de 2020, y el gobierno de México debe resguardarlos en condiciones de dignidad, de respeto a los derechos humanos”, dice Horacio Duarte, comisionado para el tema de migrantes en la frontera norte.
La función principal de estos centros de atención integral será recibir a los retornados, hacerles un examen médico para evaluar su condición y ver si requieren algún tipo de atención. También se les brindará apoyo para tramitar los documentos que les permitan trabajar en el país, como CURP temporal, alta temporal ante el IMSS y el SAT. Después se les vinculará con alguna empresa del sector maquila o servicios que tenga vacantes.
Estos centros se apoyarán en la Iniciativa Juárez, que se creó con representantes del sector empresarial ante los retrasos y congestionamiento que generó en los cruces la amenaza del presidente de Estados Unidos de cerrar la frontera, hace unos meses. La intención fue buscar una respuesta coordinada a la problemática de la migración que se vive en la zona.
En entrevista con Animal Político, Duarte, también subsecretario de Empleo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) señaló que todo está en fase de prospección. El lugar exacto donde se construirán los centros de atención se definirá apenas en estos días. “Estamos pensando en albergues de mil, dos mil y hasta 3 mil personas, pero estamos en el cálculo final para que empiecen a fluir los recursos y tengamos ya la instrumentación, que calculamos será en unos días”.
La inversión, a decir de Duarte, todavía no está definida tampoco, pero “tenemos, por instrucción del presidente una línea directa con la Secretaría de Hacienda para poner disponer de recursos. No tenemos una partida asignada, pero estamos convencidos que cualquier inversión que se haga en esta materia será más eficiente y rentable que los aranceles (con los que había amenazado el presiente de Estados Unidos a México si no controlaba la llegada de migrantes a su país)”.
El subsecretario asegura que los extranjeros no le quitarán empleo a los mexicanos. “Estamos hablando de que se cubrirán vacantes de las que hay muchas en la frontera. En Ciudad Juárez la industria maquiladora tiene unas 5 mil vacantes, en Mexicali hay unas 2 mil y en Tijuana 6 mil más. Así que hay suficientes para ofrecerles”.
En conferencia de prensa para presentar la nueva iniciativa del gobierno federal, y en la que participan también el estatal y municipal, representantes de la industria maquiladora aseguraron que dar empleo a los retornados no debe ser un problema. “Esta ciudad ha crecido por todos los migrantes que han llegado y con la entrada del T-MEC va a haber todavía más empleo”.
Pero la sociedad civil tiene sus dudas. Claudia León Ang, encargada de Incidencia del Servicio Jesuita de Apoyo a Refugiados México, dice que todo está siendo reactivo, por eso no hay precisión en los detalles. “No es una política pública, no es un programa con reglas claras que esté en el Diario Oficial. Lo tienen que hacer porque uno de los acuerdos con Estados Unidos fue recibir en el norte de nuestro país a los solicitantes de asilo, pero no hay un plan oficial”.
En ese sentido, dice León, “habrá que estar muy atentos a cómo estarán operando estos centros, si tienen las condiciones humanitarias adecuadas y que no se vuelvan extensiones de un centro de detención o de una estación migratoria”.
La activista también señala que se deberá poner atención al tipo de trabajo que les ofrecen y las condiciones en las que estarán laborando para evitar abusos. “Por ahora, las organizaciones de la sociedad civil que llevamos años en la defensa de los migrantes no tenemos claridad de nada, es al sector empresarial al que llaman y habrá que ver si no quieren solo mano de obra barata”.
Para Esmeralda Siu, coordinadora ejecutiva de la Coalición Pro Defensa Del Migrante, de Tijuana, lo que el gobierno federal planea es casi una fantasía. “Eso de conseguirles trabajo y después que se vayan a rentar y se independicen suena muy bonito pero es bien difícil”.
Siu explica que hay muchos aspectos que el gobierno no está considerando. “No sabemos qué tan rápido se van a insertar, ni qué tan rápido van a poder ahorrar para una renta, acá en Tijuana las cobran en dólares, andan en 200 o 300 dólares (entre 3,800 y 5,700 pesos) y en las maquilas pagan unos 1,700 pesos a la semana, agrégale el transporte que es caro y los gastos de una familia, no da”.
Si de verdad se pretende apoyar a los migrantes para que se inserten a la vida laboral y para que se independicen, Siu precisa que se debe diseñar una política de inclusión. “No solo es conseguirles trabajo. Necesitan apoyo económico para las primeras rentas y proveerles lo básico para la casa. Creo que no están viendo todo eso. Y a la sociedad civil, que llevamos mucho tiempo trabajando con migrantes no nos están dejando opinar, por esta idea de que lo quiere hacer todo el gobierno”.
Soraya Vázquez, directora de Families Belong Together capítulo México, comenta que la idea de que el gobierno abra albergues no solo es buena sino necesaria. “No se habían responsabilizado de eso y ahora tienen la obligación porque ellos aceptaron que las personas fueran retornadas”.
Pero para que funcione el plan de conseguirles un empleo y que sean independientes, agrega, deben considerar muchos factores. “Necesitan brindarles apoyo emocional y psicológico porque necesitan reconstruirse. La mayoría ha pasado por situaciones muy traumáticas y no planeaban estar en México. También tienen que pensar en sensibilizar a la población, porque luego no les quieren ni rentar a extranjeros. Son muchas cosas, se requiere un plan integral y de largo plazo”.