Entre 2008 y 2018, los gobiernos estatales de seis entidades de la República reportaron 15 mil 674 víctimas de homicidio dolosos menos de las que registró el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Así lo documentó la organización civil México Evalúa en el informe Fallas de Origen que presenta esta martes, cuya hipótesis central es que México “no cuenta con estadísticas criminales confiables”, puesto que hay un “maquillaje” sistemático de las cifras en los estados para hacer pasar homicidios intencionales por accidentales, y así reducir la incidencia delictiva de manera ficticia.
A partir de esta hipótesis, y para conseguir mayor certeza en la información oficial, la investigación de México Evalúa propuso al nuevo gobierno la creación de un “mecanismo de auditoría de datos” para que el Centro Nacional de Información (CNI), que depende de la Sistema Nacional de Seguridad Pública, pueda analizar y evaluar la calidad de las estadísticas que reportan las fiscalías estatales.
El informe Fallas de Origen incluye un Índice de Confiabilidad de la Estadística Criminal (ICEC) que analizó cuatro elementos para medir la calidad y veracidad de las cifras de asesinatos en el país; entre ellos, la comparación de cuántas víctimas de asesinato reportan las fiscalías en el Sistema Nacional de Seguridad Pública y cuántas el Inegi.
El Estado de México es la entidad que registró una mayor diferencia.
Entre 2008 y 2018, la fiscalía mexiquense reportó que abrió 16 mil 532 carpetas de investigación por homicidio doloso, de las que derivaron 18 mil 545 víctimas. Mientras que para ese periodo de tiempo, el Inegi reportó 24 mil 426 defunciones por homicidio doloso.
Es decir, hay una diferencia de 5 mil 772 víctimas de homicidio doloso entre lo que reporta el Inegi y lo que reportó la fiscalía mexiquense al Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En Chihuahua, en el mismo periodo de tiempo, la fiscalía estatal reportó 4 mil 157 asesinatos menos de los que registró el Inegi.
En la Ciudad de México, la fiscalía registró mil 923 homicidios menos que el Inegi. Le sigue Guerrero, con mil 385 homicidios menos; Oaxaca, mil 360 menos; y Sinaloa mil 127 menos.
En total, las fiscalías de estas seis entidades que encabezan el ranking reportaron 15 mil 724 asesinatos menos de los que registró el Inegi.
Otro de los factores analizados es el comportamiento de las estadísticas de homicidios culposos -accidentales- con los intencionales.
Si bien estas estadísticas no tendrían por qué tener comportamientos similares en sus alzas y descensos, porque se trata de temas diferentes, el estudio de México Evalúa detectó que hay estados en los que estas dos estadísticas no evolucionan de manera aleatoria, sino que lo hacen a la par. Es decir, cuando se producen picos de homicidios dolosos, las cifras de homicidios culposos también aumentan.
Así sucede, por ejemplo, en Guanajuato y Tabasco: “Estas dos entidades, que están viviendo un incremento en la violencia letal, extrañamente reportan cada vez más homicidios culposos. Y esto no corresponde con el comportamiento esperado de los homicidios culposos”, apunta el informe.
Edna Jaime, directora de México Evalúa, explicó en entrevista con Animal Político que este tipo de comportamiento anómalo de la estadística de homicidios accidentales, puede estar encubriendo un subregistro de las estadísticas delictivas a través de la reclasificación de los delitos, para dar una impresión a la sociedad de que hay menos violencia.
Por ello, expuso la directora de México Evalúa, la propuesta al gobierno es dotar de herramientas legales a instancias que tengan la capacidad de auditar los datos delictivos, “para que avancemos en la calidad de la información, más allá de los esfuerzos importantes que ha habido para mejorar la metodología y por capacitar a las unidades de análisis estadísticos de las fiscalías”.
“Hasta ahora, vamos muy despacio porque no hay ningún estímulo ni nada que incentive a los estados a reportar bien las estadísticas delictivas. Al contrario, hay muchos incentivos para el subregistro, o para reclasificar los delitos con el fin de maquillar las cifras”, planteó la activista.
“Pero, en la medida en que tengamos un contrapeso con una instancia que audite los datos, y que pueda reportar lo que observa, entonces esos incentivos negativos pueden cambiar”, matizó Jaime, quien señaló que el Centro Nacional de Información, del Sistema Nacional de Seguridad Pública, podría realizar esa función, siempre y cuando se reforma la ley de seguridad para dotarlo de atribuciones legales.
“Se podría hacer una propuesta de reforma a la ley nacional de seguridad pública, en particular a las atribuciones del CNI, para que este organismo, además de recibir los datos de las fiscalía y darlos a conocer, también pueda auditarlos”, planteó Jaime.
De acuerdo con el Índice de Confiabilidad de la Estadística Criminal, la entidad peor valorada en cuanto a cómo recaba datos estadísticos sobre incidencia delictiva es el Estado de México, con una puntuación de 2.5 sobre 10.
Le siguen Veracruz, Hidalgo, Michoacán, Oaxaca y Baja California.
Mientras que los estados mejor evaluados son Aguascalientes, Colima, Zacatecas, Coahuila, Querétaro, y Sonora.
Lee aquí el estudio completo de México Evalúa