México y Estados Unidos llegaron a un acuerdo para detener la imposición de aranceles del 5% a productos mexicanos, para lograrlo acordaron varios puntos que resumen la petición del presidente Donald Trump: frenar la afluencia de migrantes centroamericanos en la frontera sur de Estados Unidos.
¿Qué se sabe del acuerdo?
Tras las negociaciones, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dio una conferencia de prensa en la que informó algunos detalles de lo que hará México. El acuerdo firmado por ambos países no se ha hecho público, pero dieron a conocer un comunicado conjunto en el que puntualizan las medidas a las que llegaron.
Una de ellas es que México se comprometió a reforzar sus controles de seguridad en la frontera sur para reducir la migración irregular.
Ebrard dio a conocer que se contempla el despliegue de elementos de la Guardia Nacional en 11 municipios de la frontera sur de México, a partir del día lunes 10 de junio.
El diario The Washington Post reportó que en las negociaciones la comitiva mexicana ofreció el despliegue de seis mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera con Guatemala para reducir el paso de migrantes, sin embargo, el canciller no dio a conocer el número de elementos que vigilarán la frontera.
Otra medida es “desmantelar las organizaciones de tráfico y trata de personas, así como sus redes de financiamientos y transporte ilegales”, señala el comunicado conjunto de los negociadores.
El acuerdo establece que los Estados Unidos aplicará la Sección 235- B2C de su ley de migración. Ello implica que quienes crucen la frontera sur de Estados Unidos para solicitar asilo serán retornados sin demora a México donde podrán esperar las resoluciones de sus solicitudes.
México acepta recibir a los migrantes que solicitan asilo en Estados Unidos el tiempo que dure el juicio para su permanencia o no en este país.
Durante el tiempo que se desarrolle el proceso las autoridades mexicanas se comprometen a ofrecer a los migrantes oportunidades de empleo, salud y servicios de educación.
“México de acuerdo con sus principios de justicia, fraternidad, fraternidad universal ofrecerá oportunidades laborales y acceso a la salud y educación a los migrantes y sus familias mientras permanezcan en territorio nacional, así como protección a sus derechos humanos”, aseguró el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Mientras que Estados Unidos se compromete a acelerar la resolución de solicitudes de asilo y proceder con los procedimientos de remoción lo más expedito posible.
Asimismo, México y Estados Unidos se comprometieron a fortalecer la relación bilateral, incluyendo el intercambio de acciones coordinadas a fin de proteger mejor y garantizar la seguridad en la frontera común.
Los dos países reiteraron su compromiso del 18 de diciembre pasado de fomentar el desarrollo económico y la inversión en el sur de México y Centroamérica “para crear una zona de prosperidad”.
“México y los Estados Unidos liderarán el trabajo, consorcios nacionales e internacionales para construir una Centroamérica próspera y segura y así abordar las causas suyas entes de la migración con el objetivo de que los ciudadanos puedan construir mejores vidas para ellos y sus familias en casa”, señala el comunicado.
En conferencia de prensa, Ebrard insistió en que México no aceptó ser un tercer país seguro, como propuso la delegación estadounidense en el primer día de las negociaciones.
Sostuvo que México reforzará la política migratoria que aplica desde enero pasado, y que básicamente obliga a los migrantes a registrarse ante las autoridades para que se les permita ingresar al país.
“La legislación mexicana y por eso es el plan, nos demanda exigir que todas las personas que entran a México se tiene que registrar, se le tiene que dar un estatus”, insistió el canciller.
“Que quede claro que no somos un país para pasar de un lado al otro anónimamente”, aseguró.
Ambas partes están de acuerdo en que en el caso de que las medidas adoptadas no tengan los resultados esperados, entonces tomarán medidas adicionales, aunque no precisaron cuáles.
“Los Estados Unidos y México continuarán sus discusiones sobre los términos de entendimientos adicionales para abordar los flujos de migrantes irregulares y las cuestiones de asilo, que se completarán y anunciarán dentro de los 90 días, si es necesario”.
Los acuerdos son resultado de tres días de negociaciones en Washington que suspenden la aplicación de tarifas arancelarias a todos los productos mexicanos que ingresan al mercado estadounidense, que entrarían en vigor el 10 de junio.
Esta mañana el presidente Donald Trump agradeció Andrés Manuel López Obrador, y al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, por “trabajar tanto tiempo y duro”para conseguir el acuerdo sobre migración.
I would like to thank the President of Mexico, Andres Manuel Lopez Obrador, and his foreign minister, Marcelo Ebrard, together with all of the many representatives of both the United States and Mexico, for working so long and hard to get our agreement on immigration completed!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 8, 2019
Representantes del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano acusaron que México se doblegó en las negociaciones con Estados Unidos para evitar aranceles y pidieron que Marcelo Ebrard rinda cuentas de los acuerdos migratorios con ese país.
La senadora de Movimiento Ciudadano, Verónica Delgadillo, indicó que es una buena noticia que no habrá aranceles, pero la mala, dijo, es que Trump está complacido.
“Eso significa que México se acaba de convertir en el muro fronterizo que tanto necesitaba para sus aspiraciones de reelección”, cuestionó.
La coordinadora del PRD, la diputada Verónica Juárez, acusó que el gobierno de López Obrador claudicó de manera vergonzosa ante las exigencias de Trump. “La Guardia Nacional ya no será utilizada para proteger a las y los mexicanos, como aprobó el Congreso de la Unión, sino para atender las exigencias de Trump”, dijo.
El presidente del PAN, Marko Cortés, aseguró que la soberanía y la dignidad de México han sido lastimadas.