Presión a consejeros de Pemex, fraude, triangulación de recursos en el extranjero y supuestos sobornos a altos exfuncionarios, son algunas de las piezas que dan forma al entramado de Fertinal y Agro Nitrogenados, otro de los escándalos de presunta corrupción del gobierno de Enrique Peña Nieto cuando, en teoría, la meta era mejorar la producción de fertilizantes en el país.
Fertinal y Agro Nitrogenados son dos empresas de fertilizantes que el gobierno de Peña Nieto decidió comprar a precios millonarios pese a que, en ambos casos, existía la advertencia de que se trataba de la adquisición de plantas “chatarra”, compañías en quiebra que solo dejarían pérdidas a Pemex.
Según datos oficiales, hasta mayo de 2019 Pemex había gastado alrededor de mil 395 millones de dólares por la compra y rehabilitación de las dos empresas de fertilizantes, sin que ninguna haya resultado rentable o haya generado utilidades para el Estado.
A la fecha, el caso ya derivó en denuncias presentadas por Pemex, en la detención de Alonso Ancira Elizondo, presidente del consejo de administración de la empresa Altos Hornos de México, y en una orden de aprehensión en contra de Emilio Lozoya, exdirector de la petrolera.
Y aún hay mucho por conocerse.
En 2013, Pemex concluyó negociaciones para comprar la planta de Agro Nitrogenados y dos años después, Fertinal. A continuación te presentamos todo lo que sabemos de esas compras que han sido señaladas como fraudulentas, y que representan una de las primeras investigaciones sobre corrupción con Andrés Manuel López Obrador en el gobierno.
Pemex informó en enero de 2014 que su subsidiaria PMI Comercio Internacional había firmado un contrato para la compra de la empresa Agro Nitrogenados, localizada en Pajaritos, Veracruz, para elevar la producción de urea hasta 990 mil toneladas anuales a partir de 2015, volumen que representaba cerca del 75% de la demanda nacional.
En teoría, la producción potencial de la planta podría sustituir la importación de fertilizantes por más de 400 millones de dólares anuales; por lo que el gasto para la compra de activos y la rehabilitación y renovación de la planta —475 millones de dólares, en total— estaba justificado.
Para la transacción no se tomó en cuenta que Agro Nitrogenados operó solo hasta 1999, cuando frenó sus operaciones con urea porque la entrada de urea de Rusia, a muy bajo precio, hacía más rentable para el país importar que producir.
La Auditoría Superior de la Federación revisó la transacción y concluyó que Pemex adquirió una planta con equipo incompleto, en mal estado, difícil de utilizar y con 30 años de antigüedad y hasta 14 fuera de operación.
La firma Altos Hornos de México justificó el pasado 31 de mayo que en 2013 lanzó un programa de rehabilitación de sus plantas de urea para que volvieran a operar, por lo que terminaron vendiendo a Pemex una planta en rehabilitación.
El costo que Pemex terminó pagando por esta planta ascendió a 760 millones de dólares: 275 millones para la tesorería de Altos Hornos de México, otros 200 para rehabilitar y echar a andar la planta entre noviembre de 2015 y abril de 2016.
Al no cumplirse los tiempos, se invirtieron otros 285 millones para lograr operaciones en mayo de 2017, lo que al final tampoco ocurrió y la planta no logró las metas que se prometieron para justificar su compra.
Una investigación de Quinto Elemento Lab mostró los vínculos de esta compra con el caso de Odebrecht.
Un mes después de que Pemex compró Agro Nitrogenados a Altos Hornos de México —el anuncio se hizo en enero de 2014—, esta última transfirió más de 3 millones 700 mil dólares a las cuentas de Grangemouth Trading Company.
De las cuentas de esta firma, refirió Quinto Elemento Lab, a su vez fueron transferidos 5 millones de dólares a Zecapan SA, otra offshore donde presuntamente se depositaron sobornos a Lozoya, de acuerdo con los testimonios ante la justicia brasileña de quienes fueron altos ejecutivos de Odebrecht.
Según un reporte de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), Emilio Lozoya compró a finales de 2012 una casa en Las Lomas de la Ciudad de México, con dinero que las autoridades investigan como parte de los sobornos pagados por Odebrecht. De ahí que la Unidad de Inteligencia financiera de Hacienda congelara sus cuentas y las de su hermana, y que se giraran órdenes de aprehensión en su contra.
El 26 de octubre de 2015, el Consejo de Administración de Pemex aprobó el proyecto de inversión para financiar y concretar la compra de la Unidad de Fertinal en Lázaro Cárdenas, Michoacán, y su mina de roca fosfórica ubicada en San Juan de la Costa, Baja California Sur, con un pago de 635 millones de dólares. En ese entonces, Pemex estimó que la inversión sería recuperada “en menos de 36 meses”.
Pero nunca se obtuvieron los beneficios esperados.
De hecho, a la postre surgieron datos oficiales sobre lo perjudicial de la compra de la empresa, que en ese entonces tenía como director general al empresario Fabio Massimo Covarrubias Piffer.
La Secretaría de la Función Pública y el propio Pemex, en su libro blanco, dieron a conocer en 2018 que la compra de Fertinal había representado una pérdida o daño al erario de 193.9 millones de dólares, cifra que representa el sobrecosto pagado respecto al valor real de la empresa.
“En diciembre de 2015, cuando Pemex adquirió la empresa, ésta presentaba pérdidas en su flujo mensual por 12 mdd. Fertinal técnicamente estaba en quiebra. Asimismo, la empresa se entregó a Pemex con capital de trabajo negativo”, reconoció el propio Pemex, en su libro blanco 2015-2018.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF), al revisar la cuenta pública de 2016, identificó que desde un inicio el complejo Lázaro Cárdenas y la mina de San Juan habían presentado un deterioro constante, con fallas operativas, incrementando los costos de mantenimiento.
Y aseguró que tanto el Comité de Estrategia e Inversiones de Pemex, como los consejos de Administración de Pemex Fertilizantes y Pemex, tenían “la información legal, económica, financiera, fiscal, ambiental y de rentabilidad derivadas de las auditorías practicadas por los despachos externos”, para darse cuenta de que la compra de Fertinal no sería rentable.
Al menos dos integrantes del Consejo de Administración de Pemex advirtieron sobre las desventajas de la compra de Fertinal, además hubo auditorías externas en el mismo sentido, y aún así se concretó la operación.
“Se autorizó la compra de GP FER, aún cuando en septiembre de 2015, un despacho externo realizó el due diligence financiero en el cual se determinó que las revaluaciones de maquinaria realizadas en siete años parecían altas (690 millones de dólares); asimismo, indicó que sin la revaluación, el capital contable de GP FER sería negativo”, refirió la Auditoría Superior.
La cadena Univisión Noticias obtuvo documentos y correos electrónicos, relacionados con la compra de Fertinal.
Con ese material refirió el 11 de junio pasado que integrantes del Consejo de Administración de Pemex presuntamente fueron presionados por el propio Lozoya, e incluso amenazados, para dar luz verde a la compra de Fertinal.
“Lo peor que me ha sucedido en la vida ha sido formar parte del Consejo de Administración de Pemex. Hubo un acoso constante a los consejeros. Recibíamos mensajes, nos tenían intervenidos los teléfonos, nos investigaron a todos”, expresó uno de los integrantes del Consejo, según el reporte de Univisión, aunque no se detalló su nombre, ya que pidió no ser identificado.
De acuerdo con el diario Reforma, el 5 de marzo pasado Pemex denunció ante la FGR a los integrantes del Consejo de Administración de la petrolera que participaron en la sesión en que fue aprobada la compra de Fertinal, por su presunta responsabilidad en los delitos de uso indebido de atribuciones y facultades; ejercicio indebido del servicio público; y violación a la Ley de Instituciones de Crédito.
Dicha sesión fue encabezada por Pedro Joaquín Coldwell, en 2015 secretario de Energía, quien pidió a la Fiscalía que lo cite a comparecer, para explicar su actuación en este caso.
“Los ex integrantes del Consejo de Administración de Pemex que conocimos del caso Fertinal somos personas honorables con distintas especialidades y orígenes, pero con el común denominador de haber trabajado siempre bajo el principio de buena fe, por el bien de Pemex y del País, a partir de la información que se puso a nuestra disposición”, indicó Coldwell, en una carta a medios.
Un informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) señala que el Consejo de Administración en el acta de Sesión 901 “Extraordinaria” del acuerdo núm. CA-225/2015 “Seguimiento al Acuerdo del Proyecto de Inversión para la Adquisición de Fertinal”, del 13 de noviembre de 2015 sí señaló focos rojo en la posible transacción.
Un consejero consideró que se debía renegociar el precio con base en el capital de trabajo negativo de la empresa que al 31 de diciembre de 2014; de acuerdo con los estados financieros dictaminados de Fertinal, era negativo, por lo que señaló que su voto era negativo a la propuesta.
Otro consejero reiteró su postura en contra de realizar una transacción que desde su punto de vista no era prioritaria para Pemex, por lo que su voto sería en sentido negativo a la propuesta y, en consecuencia no participaría en el grupo de trabajo que revisaría el precio final de la transacción.
El académico Carlos Elizondo era parte de dicho Consejo y confirmó lo anterior. En entrevista con Radio Fórmula, al ser integrante de ese organismo explicó que votó en contra de la compra de Fertinal, al considerar que esa operación no era un buen negocio para Pemex. A su parecer, la petrolera debía enfocarse en exploración y producción.
“Yo voté en contra no porque hubiera visto un acto de corrupción, obviamente si hubiera visto un acto de corrupción hubiera tenido que denunciarlo”, dijo.
Respecto al reporte de Univisión, negó haber sido presionado para votar en algún sentido, respecto a la compra de Fertinal, aunque también dijo que deben hacerse todas las investigaciones, para aclarar los sobrecostos.
Otro aspecto que menciona la nota de Univisión, de la periodista Peniley Ramírez, es que “la compra de Grupo Fertinal fue justificada citando un informe de la firma PricewaterhouseCoopers (PWC) que contenía información alejada de la realidad en cuanto al valor de la empresa y que fue elaborado a la medida de quienes presionaban por la aprobación del contrato”.
Dicho informe, según dijeron integrantes del Consejo consultados por dicho medio, fue un factor clave para el voto a favor, así como la presunta presión ejercida por Lozoya y sus colaboradores.
“La firma PWC no respondió a repetidas solicitudes de entrevista para este reportaje”, señaló Univisión.
En la misma línea, en su carta Coldwell refirió que él y otros consejeros votaron a favor “a partir de avalúos y dictámenes que presentó la administración de Pemex, realizados por firmas internacionales establecidas en el País, de reconocido prestigio que acreditaban el valor de los activos, la viabilidad y la conveniencia de la compra venta de dicha empresa”.
La adquisición de Fertinal contó con la aprobación de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
La empresa Fertinal tiene como antecedente a Fertimex, que era una empresa pública productora de fertilizantes. Al ser presidente Carlos Salinas, en 1992 se concretó su desincorporación del sector público, para ser privatizada.
Entonces Fertimex, de acuerdo con una nota de Newsweek en Español, quedó en manos del banquero Fabio Covarrubias Piffer, quien había sido consejero y vicepresidente de Banco Unión.
En la parte final del sexenio de Salinas de Gortari, entre 1993 y 1994, el padre de Emilio Lozoya, Emilio Lozoya Thalmann, fue secretario de Energía, así que coincidió con el periodo en que Fertimex, a la postre Fertinal, comenzó a operar como empresa privada.
Años después su hijo, como titular de Pemex, operaría la compra de la empresa, para el sector público, aunque como ya se mencionó, en condiciones de sobreendeudamiento y con un sobrecosto cercano a los 620 millones de pesos, según estableció la Secretaría de la Función Pública.
Según reportajes de la revista Proceso y Reforma, desde 2006 Fertinal ha estado vinculada con Ricardo Salinas Pliego (integrante del consejo asesor empresarial anunciado en noviembre de 2018 por el presidente Andrés Manuel López Obrador), ya que el empresario le ayudó a enfrentar su problema de deuda, por medio de un fideicomiso de Banco Azteca.
“No puedo decir que él es accionista, pero sí puedo decirles que él arregló la empresa, él está involucrado”, dijo el 27 de septiembre de 2010 el accionista mayoritario de Grupo Fertinal, Fabio Covarrubias, en una llamada con inversionistas, según Reforma.
En el libro blanco de Pemex, sobre el periodo de 2015 a 2018 y la compra de Fertinal, se menciona el dato de que “NAFIN, BANCOMEXT y Banco Azteca otorgaron a Grupo Fertinal, S.A. de C.V. $425.8 mdd con la finalidad de que liquidara adeudos. Dichos préstamos serían pagaderos en 16 años”.
Proceso y Reforma también han referido que entidades o sociedades con sede en Bélgica compraron en 2006 acciones de Fertinal, por unos 8 millones de dólares, y que a la postre dichas sociedades se fusionaron para establecer NPK Holding AB, empresa con sede en Suecia, registrada a nombre del ciudadano sueco Pär Anders Toms.
NPK Holding AB, según Proceso, nombró el 8 de diciembre de 2015 como apoderados legales a abogados que trabajaron en negocios de Salinas Pliego.
Fabio Massimo Covarrubias Piffer, quien fue director general y accionista de Fertinal de 1992 a enero de 2016, defendió en una carta que cuando se dio la venta de la empresa ésta era eficiente, sana y exitosa, y no “chatarra”.
“Hoy su estado es muy distinto al que fue entregado. Lo que hizo dicho comprador se equipara a la compra de un automóvil en perfecto estado para desvalijarlo, sacarlo a la calle, provocar un choque y culpar al vendedor del lamentable estado del vehículo”, refirió Covarrubias, según Notimex.
“Hoy pretenden señalarme sin pruebas de vínculos con personas a las que nunca he conocido, como es el caso del ex presidente Enrique Peña Nieto y el ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, por lo que ética y jurídicamente exijo cargar con la responsabilidad de la prueba a quienes frívolamente me señalan”, agregó.
Pero la información pública indica otra cosa. La ASF reportó en 2016 que la empresa, antes de ser comprada, presentaba diversas deficiencias que debieron alertar que no sería un buen negocio, como por ejemplo:
Los estados financieros de Fertinal también cuentan otra historia. En 2015, —año de la compra— registró una pérdida neta de 85 millones 573 mil dólares o el 20% del total de sus ventas. Uno antes, la pérdida fue de 109 millones de dólares.
El 31 de julio de 2015 apareció en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo para la Creación de la Empresa Productiva del Estado Subsidiaria de Petróleos Mexicanos, denominada Pemex Fertilizantes.
En ella se integraron Agro Nitrogenados, después renombrada ProAgro, Fertinal y el complejo de Cosoleacaque.
El primer año de operación se determinó que de las miles de toneladas de amoniaco programadas para la venta tras la reestructuración de Pemex Fertilizantes, producto de la compra de Agro Nitrogenados y Fertinal, se logró solo el 56% de lo previsto. Los ingresos en realidad se redujeron e implicaron 21% menos que en 2014.
En la auditoría 492-DE, sobre la cuenta Pública de 2017, se indicó que durante ese año se realizó un gasto de más de 3 mil millones de pesos en la rehabilitación y mantenimiento de las plantas de las unidades de negocio de Cosoleacaque, Fertinal y ProAgro.
Sin embargo, “la empresa no logró los niveles máximos de aprovechamiento de su capacidad productiva”.
En el caso de Cosoleacaque, sus cuatro plantas productoras de amoniaco operaron entre el 11.4% y 80.0% de su capacidad. Respecto a Fertinal, sus ocho plantas productoras de fertilizantes fosfatados operaron entre el 26.0% y el 84.4% de su capacidad. Y en cuanto a ProAgro, sus cinco plantas productoras de urea se mantuvieron sin operar, tal como había ocurrido desde 2013, por sus carencias de infraestructura.
En 2017, continuó la ASF, de las 17 plantas productivas que son de su propiedad, de Fertinal, Cosoleacaque y ProAgro, solo 11 estuvieron en operación, y como ya se mencionó, sin cumplir con los niveles de producción esperados para generar ganancias.
Como conclusión, la Auditoría señaló que Pemex Fertilizantes “no ha logrado ser rentable ni generar valor económico para el Estado”.
Ante los señalamientos de presunto fraude y corrupción, con las compras de Fertinal y Agro Nitrogenados, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo al ser cuestionado sobre el papel de Peña Nieto que “es muy difícil que el presidente de la República no se entere de un negocio de esa magnitud”.
Sin embargo, mencionó que la investigación está abierta, y que no hay una persecución contra el exmandatario.
“No puede haber impunidad. Nada más que son procesos legales, no es perseguir a nadie.Yo he dicho muchas veces, no es mi fuerte la venganza, incluso dije desde el principio que yo soy partidario de ver hacia adelante”.
El abogado de Emilio Lozoya, Javier Coello, ha planteado en tanto que su cliente, en su actuación como director de Pemex, recibió órdenes de Peña Nieto.
“¿Quién es el que ordena en este país desde hace muchos años? El que tiene el poder Ejecutivo, el Presidente de la República. El presidente del Ejecutivo es el que ordena, no se mueve una sola hoja sin que lo ordene el presidente”, dijo Coello en el noticiario Despierta con Loret, de Televisa.
El diario Reforma precisó que si bien Lozoya fue denunciado por el caso de Fertinal, la orden de aprehensión en su contra está relacionada con el caso de la planta de Agro Nitrogenados, la compra de una casa en Las Lomas y presuntos sobornos de Odebrecht.