El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que el próximo domingo 30 de junio se llevará a cabo el evento oficial de arranque de la Guardia Nacional, la nueva fuerza de seguridad pública creada en este sexenio para hacer frente a la escalada de violencia en el país, y que cuenta con capacidades de prevención, investigación y control migratorio.
Pero en este inicio de la nueva fuerza persisten dudas centrales. Aunque públicamente el gobierno ha dado información sobre elementos desplegados, presupuesto y capacitación, datos oficiales obtenidos vía transparencia por Animal Político difieren o incluso contradicen dichas declaraciones.
De hecho el anuncio oficial del arranque de la Guardia Nacional llega con elementos de dicha corporación (o que el gobierno ha dicho que son de la Guardia) ya desplegados en el terreno desde hace varias semanas, y cuya formación y capacitación tampoco fue detallada por las autoridades involucradas. Además, la nueva fuerza carece aún de su reglamento.
A continuación se refieren algunos de los puntos principales en donde la información oficial ha sido contradictoria o ha estado ausente, además de lo que está pendiente. Todo ello a partir de lo dicho por las propias autoridades y los documentos oficiales:
La Guardia Nacional cuenta desde mayo pasado con una ley que delimita sus funciones y organización, y que fue aprobada en consenso por el Congreso. Sin embargo, dicha ley requiere un reglamento que aterrice las disposiciones, el cual no ha sido expedido hasta la fecha.
Así lo reconoció la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), a la que está adscrita la Guardia Nacional, en un oficio fechado el 24 de junio y entregado a Animal Político, como respuesta a la solicitud de transparencia folio 0002800049819. En ella se pidieron detalles sobre centros de reclutamiento y tiempos de capacitación, entre otros puntos.
La SSPC subrayó que la estructura, organización e integración de la Guardia Nacional dependen de la ley y de su reglamento. Dicha ley fue publicada el pasado 27 de mayo, sin embargo, el artículo primero transitorio de la misma establece que existe un plazo de seis meses para expedir el reglamento.
“El Ejecutivo Federal emitirá el mismo (reglamento) dentro de los 180 días siguientes a su entrada en vigor, por lo que se encuentra en el proceso de elaboración de dicho proyecto, para su posterior aprobación y publicación”, indica la SSPC.
Por este motivo, la dependencia que encabeza Alfonso Durazo señaló que no podía dar respuesta a la mayor parte de los cuestionamientos planteados sobre el funcionamiento de la Guardia.
El jueves el presidente López Obrador anunció en su conferencia de prensa matutina que el estado inicial de la Guardia Nacional será de 70 mil efectivos, con el objetivo de llegar a 130 mil al finalizar el sexenio.
“Vamos a empezar el domingo con 70 mil. Entonces, se va a dar a conocer toda la estrategia de atención de la Guardia Nacional, se le está dando prioridad”, dijo el presidente.
Sin embargo, el pasado 18 de mayo el secretario Durazo afirmó que la Guardia arrancaría con una fuerza de veteranos compuesta por 35 mil elementos de Policía Militar, 18 mil efectivos de Policía Federal, y 8 mil de Policía Naval. Esto para un total de 61 mil efectivos.
Pero incluso en los datos de Durazo también hay diferencias. Por ejemplo, la Secretaría de Marina informó oficialmente a Animal Político vía transparencia que ellos prevén transferir a 6 mil 288 que son los que conforman toda su policía naval, a la Guardia Nacional, una cantidad 21% inferior a la dicha por Durazo. Ello reduciría el estado total de la Guardia a menos de 60 mil efectivos.
Además la Semar detalló en el oficio 2236/19 entregado como respuesta, que al menos hasta el pasado 24 de junio aun no se transferían elementos de policía naval a la Guardia, aunque estimaron que dicha transferencia se realizará justo el 30 de junio.
Por su parte, la Secretaría de la Defensa Nacional ha calificado como “información inexistente” a la cantidad de elementos de policía militar que prevé enviar a la Guardia. La última respuesta de este tipo recibida en mayo pasado, por la solicitud con folio 0000700111319.
Una opción para completar el estado de fuerza de 70 mil efectivos señalado por López Obrador es que haya 10 mil o más que sean nuevos reclutas. Sin embargo, la propia Sedena había señalado, también vía transparencia, que para el reclutamiento lanzaría una campaña pública difundida en medios, la cual no se ha advertido al menos de forma notoria a la fecha.
No solo eso. El pasado 27 de marzo titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, informó en la conferencia diurna del presidente que la preparación de los nuevos reclutas conllevaría un proceso de mínimo siete meses, de los cuales tres serían para adiestramiento básico, y cuatro meses para capacitación especializada en seguridad pública.
Es decir, atendiendo lo dicho por el Secretario de la Defensa, a la fecha los nuevos reclutas no habrían cumplido todavía ni la mitad de su capacitación.
Este tiempo de capacitación señalado por Sandoval difiere del señalado en respuesta a otra solicitud de transparencia por la Secretaría de Marina, que dice que el tiempo de capacitación será de cinco meses. De cualquier forma dicho periodo no se ha cumplido a la fecha.
Y un dato importante: la Secretaría de Marina reveló que, si bien no cuenta con centros de reclutamiento para la Guardia, se tomó la determinación de trasladar para la misma a aspirantes que postularon para enrolarse en la Armada.
“Se le hace de su conocimiento que actualmente la Semar se encuentra reclutando a personal naval, muchos de los cuales serán asignados a la Guardia Nacional al concluir su capacitación, y estarán funcionalmente separados de esta institución”, indicó la dependencia.
La transferencia de elementos de las fuerzas armadas y de la Policía Federal a la Guardia Nacional requiere de la emisión de acuerdos por parte del presidente, en donde se detalle la cantidad de elementos autorizados para ello. Así lo señala la reforma constitucional en materia de Guardia Nacional, en su artículo Segundo Transitorio.
“La Guardia Nacional se constituirá a la entrada en vigor del presente Decreto con los elementos de la Policía Federal, la Policía Militar y la Policía Naval que determine en acuerdos de carácter general el Presidente de la República”, señala el referido artículo.
El gobierno ya ha anunciado en varias ocasiones el despliegue de efectivos de la Guardia en Veracruz, Oaxaca, así como en las zonas fronterizas. También ha prometido ya despliegues en varias entidades y regiones. Por ello se solicitó a distintas dependencias acceso a dichos acuerdos, pero la respuesta es o que ellos no los tienen, o que no existen.
Por ejemplo, la oficina de la Presidencia dijo que no le correspondía tener copia de esos acuerdos. En una primea solicitud sugirió preguntarle a la Consejería Jurídica, y en una segunda a la Secretaría de la Defensa, Marina y a la de Seguridad.
Se preguntó a la Consejería Jurídica pero esta respondió que no contaba con solicitudes o acuerdos similares al solicitado. Sugirió preguntar a la Secretaría de la Defensa Nacional, o la de Seguridad.
No obstante dichas dependencias indicaron que tampoco cuentan con información relacionada con los mencionados acuerdos.
El presidente López Obrador dijo el jueves que ya están listos los recursos para la Guardia Nacional, y aseguró que el domingo dará a conocer a cuánto asciende el referido presupuesto.
Sin embargo, el presidente ya había mencionado en una ceremonia realizada el pasado 4 de marzo que el “presupuesto inicial” para la nueva fuerza sería de 15 mil millones de pesos, recursos que entre otras cosas se utilizarían para construir 87 nuevas instalaciones, así como el pago de salarios, vehículos, entre otros.
No obstante, en esa misma fecha y en respuesta a la solicitud de transparencia folio 0000700044519, la Secretaria de la Defensa Nacional reportó que los recursos aprobados por la Secretaría de Hacienda para la confirmación de la Guardia nacional eran de 2 mil millones de pesos.
De ahí que no hoy no se sepa con precisión el presupuesto real con el cual contará la Guardia Nacional, al menos para este año.
En cuanto al tema de los 87 cuarteles o instalaciones, para los cuales ya habría presupuesto según lo dicho por el presidente en marzo, se dirigieron solicitudes a las secretarías de Seguridad, Marina y Defensa, preguntando por la ubicación de los mismos o los terrenos donde se contemplan. Las tres dijeron no contar con la información, o que era inexistente.
Hasta ahora las autoridades no han transparentado en su totalidad los detalles de los cursos de capacitación y procesos de evaluación, que se aplican tanto a los elementos de fuerzas armadas que se convertirán en policías de la Guardia Nacional, así como a los nuevos reclutas.
Como ya se dijo, la SSPC indicó que será el reglamento de la Ley de Guardia Nacional (que aún no existe) el que detallará este tipo de cuestiones.
En su oficio número SSPC/SP/DG/00662/2019, fechado el pasado 24 de junio, la SSPC advierte que se establecerá junto con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública un esquema que garantice que los elementos militares transferidos cumplan con los requisitos para obtener el Certificado único Policial (CUP), sin que se detalle en qué consiste el esquema.
Una de las evaluaciones que hay que superar para obtener el CUP es el examen de control de confianza, tema en el que también ha habido datos contradictorios.
Por ejemplo, el pasado 12 de abril el secretario Alfonso Durazo afirmó que los militares transferidos a la Guardia Nacional no requerirían aprobar previamente exámenes de control de confianza. Luego, el 30 de abril se anunció que sí se aplicarían dichos exámenes pero con un “nuevo esquema de evaluación”, del que no se han transparentado los detalles.
Y en marzo el titular de la Sedena explicó que los cursos de capacitación para nuevos reclutas tomarían 7 meses de duración, mientras que la Marina informó que el periodo es de 5 meses, sin que se hayan dado detalles de los contenidos.
Un dato relevante que proporcionó la Secretaría de Marina en su respuesta es que el curso de capacitación para personal de las fuerzas armadas transferido a la Guardia Nacional es de solo dos meses, dividido en 385 horas, sin que se detallaran temas de asignaturas.