En los próximos 100 años, el número de ciclones tropicales que afectarán a México crecerá, hasta incluso duplicarse, debido al calentamiento global.
En promedio cada año cinco ciclones afectan a México, pero en 2018 fueron siete los que golpearon al país. Los ciclones tropicales incluyen los huracanes y las tormentas tropicales que ocurren en los océanos Pacífico y Atlántico
“Hemos detectado una tendencia al alza que hará que, con mucha probabilidad, en aproximadamente un siglo esta cifra se eleve a nueve”, advierte en entrevista con Gaceta UNAM, Martín Jiménez Espinosa, subdirector de Riesgos por Fenómenos Hidrometeorológicos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
El especialista explica que los ciclones se alimentan de calor, por lo que el aumento de temperatura del mar y el ambiente hacen que suban en número e intensidad.
“Sin embargo, aún ignoramos por qué recurvan en el Océano Pacífico o por qué nos impactan por el Atlántico; ello será tema a estudiar y debatir por los expertos”, señala Jiménez Espinosa.
Añade que el impacto de los ciclones es inevitable por lo que la población debe estar preparada.
“No se trata de ver si uno nos golpeara (como muestran los números, al menos un par lo hará), sino de estar preparados para cuando suceda. Me gusta comparar esto con un sismo por darnos una perspectiva adecuada, pues nadie puede decirnos el día ni el lugar de gestación del próximo, ni tampoco su intensidad, pero ello no es excusa para no saber qué hacer una vez llegado el momento”, expuso.
La temporada de lluvias y ciclones inició el pasado 15 de mayo y terminará el 30 de noviembre.
El Servicio Meteorológico Nacional anunció en mayo pasado que este año será más activo en cuanto ciclones pues se superarán los promedios.
Se espera que se presenten 33 ciclones: en el Océano Pacífico el promedio es de 15, pero este año se registrarán 19, mientras que en el Atlántico, donde la media suele ser de 12, en esta ocasión habrá 14.
De ellos, nueve van a ser huracanes mayores, con vientos de entre 179 kilómetros por hora hasta mayores de 250 (grados 3, 4 o 5 en la escala Saffir-Simpson).
“La gente suele pensar que es poco probable que nos impacte un ciclón y no podrían equivocarse más, porque eso sin duda pasará. Por eso lo más importante es ubicar en qué situación se encuentra su comunidad dentro del Atlas Nacional de Riesgos (mapa supervisado por el Cenapred), tener un plan de contingencia y estar atentos a todos los avisos emitidos por las autoridades”, concluyó Jiménez.