Un día después de que las calificadoras Fitch Ratings y Moody’s recortaron la calificación y perspectiva crediticia de México, respectivamente, ahora también redujeron la de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Por un lado, la agencia Fitch bajó la calificación de ‘BBB-‘ a ‘BB +’, con perspectiva negativa. Esto debido al deterioro crediticio de la empresa productiva del Estado.
“Las calificaciones de Pemex están dos escalones por debajo de las del soberano como resultado de la debilidad del perfil crediticio de la compañía y la lenta acción del gobierno para fortalecer la estructura de capital de Pemex. Esto es una indicación de que el gobierno no ha reconocido la viabilidad del perfil financiero de la compañía y/o el papel estratégico que desempeña Pemex para el gobierno y el país”, explicó Fitch Ratings en un comunicado.
La agencia también destacó un “muy fuerte” control del gobierno sobre Pemex, cuya perspectivas “podrían estabilizarse si se le permite a Pemex retener suficiente de su generación de flujo de efectivo interno para estabilizar la producción de manera rentable y reponer las reservas”.
La gráfica muestra el estatus de la calificación crediticia de México y Pemex hasta antier.
Entre ayer y hoy, Fitch redujo un nivel tanto al país como a Pemex. Esto implica que Pemex perdió el grado de inversión para Fitch, pero lo mantiene para las otras 2 calificadoras. (1/2) pic.twitter.com/ZrYSy5v0Q8
— Gerardo Esquivel (@esquivelgerardo) 6 de junio de 2019
Fitch Ratings también bajó la nota de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ‘BBB+’ a ‘BBB’ con un cambio de perspectiva negativa.
“Las calificaciones de CFE incorporan, además, el establecimiento continuo de subsidios, altas pérdidas técnicas y no técnicas, exposición a variaciones en el tipo de cambio y uso de combustóleo en la generación de electricidad, que limitan la rentabilidad de la empresa”, sostuvo la agencia.
En tanto, Moody’s Investors Service cambió de estable a negativa la perspectiva crediticia de Petróleos Mexicanos, debido “a la extrema importancia de la fortaleza financiera y apoyo del gobierno para las calificaciones de Pemex”.
La calificadora destacó un “debilitamiento del marco de política en dos aspectos clave, con potenciales implicaciones negativas para el crecimiento y la deuda”, como políticas “predecibles” que están afectando la confianza de los inversionistas, junto con cambios en la política energética que introducen riesgos para la perspectiva fiscal a mediano plazo.
Además de las dificultado de Pemex en asunto de exploración y producción de petróleo, Moody’s destacó la construcción de la nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco, “con costos y tiempos de terminación inciertos”, así como gastos de mantenimiento para mejorar el desempeño operativo de las otras refinerías en el país.
“Aún con los planes del equipo directivo para la reducción de costos y ganancias de eficiencia, los ahorros contemplados por la disminución del robo de combustible, y el apoyo del gobierno en forma de beneficios fiscales y otras medidas, Moody’s estima que Pemex generará un flujo de efectivo libre negativo considerable en 2019 y 2020”, expresó la agencia, quien también insistió en que Pemex tiene una liquidez débil y es altamente dependiente del soporte del gobierno.
Tras dos días de cambios negativos en las perspectivas y calificaciones crediticias de México y Pemex, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) respondió estar en desacuerdo con el enfoque utilizado por Fitch Ratings.
“Es desafortunado que la agencia Fitch Ratings penalice doblemente el balance financiero del país”, respondió Hacienda quien rechazó que el respaldo del gobierno federal a Pemex sea insuficiente.
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— Hacienda (@Hacienda_Mexico) 6 de junio de 2019
“El gobierno expresa su fuerte desacuerdo con el enfoque aplicado por esta calificadora”, afirmó.