Tras lograr un acuerdo migratorio con Estados Unidos para no aplicar aranceles a los productos mexicanos, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que él es pacifista, pero que no permitirá que nadie atente contra la economía de México.
Sostuvo que, de no haber logrado un acuerdo, México habría optado también por restricciones y aranceles similares a los productos de esa nación, pues no puede “permitir a nadie que se atente” contra el país.
“Rechazo los actos de represalias y la ley del Talión, soy un pacifista convencido, inspirado en los ejemplos de Gandhi, de Nelson Mandela, sin embargo, como Jefe y representante del Estado Mexicano no puedo permitir a nadie que se atente contra la economía de nuestro país y menos que se establezca una asimetría injusta, indignante para nuestro gobierno y humillante para nuestra nación”, indicó.
Desde Tijuana, el tabasqueño aseguró que se cumplirán los compromisos establecidos con Estados Unidos, pero aclaro que no detendrá la crisis migratoria mediante medidas coercitivas, violación de los derechos humanos o abuso.
El mandatario pidió la comprensión de EU porque el fenómeno migratorio no surge de la nada, sino se origina de las carencias en los países centroamericanos y regiones marginadas de México.
“No se puede enfrentar la solución solo a cerrar frontera o a utilizar medidas coercitivas, lo más humano es enfrentar el fenómeno migratorio combatiendo la pobreza”, sostuvo.
“Desde la semana próxima, estaremos ofreciendo ayuda humanitaria oportunidades de empleo, educación, salud y bienestar a quienes esperen en México su solicitud de asilo para ingresar legalmente a los Estados Unidos”, sostuvo durante el acto en defensa de la dignidad de México y en favor de la amistad con los Estados Unidos
Previo a su festejo convocado en Tijuana, dijo que mantuvo una conversación telefónica con el mandatario estadounidense.
“Conversamos por teléfono con el Presidente Trump. Le comenté que en Tijuana diré que al presidente de EEUU no le levanto un puño cerrado, sino la mano abierta y franca. Le reiteramos nuestra disposición a la amistad, al diálogo y la colaboración por el bien de nuestros pueblos”
Conversamos por teléfono con el presidente Trump. Le comenté que en Tijuana diré que al presidente de EEUU no le levanto un puño cerrado, sino la mano abierta y franca. Le reiteramos nuestra disposición a la amistad, al diálogo y la colaboración por el bien de nuestros pueblos.
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) June 8, 2019
En su intervención, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, reconoció que en la negociación con Estados Unidos no se ganó todo lo que se planteó, pero sí se impidió la aplicación de aranceles, se evitó la pérdida de casi un millón de empleos y se mantuvo la posibilidad de ratificar el Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Salimos con la dignidad intacta”, afirmó al participar en el acto de unidad en defensa de la dignidad de México y en favor de la amistad con el pueblo de los Estados Unidos.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aclaró sin embargo que en los próximos meses “tendremos que trabajar muy fuerte” para defender a México y evitar cualquier decisión que pueda afectar al país, lo que significa estar “aplicados” en la relación con Estados Unidos.
Estados Unidos se comprometió a respetar los derechos humanos y a apoyar el Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica; "no hay tarifas presidente y salimos con la dignidad intacta", finaliza @m_ebrard. https://t.co/fEDWFxLJ8L
— Animal Político (@Pajaropolitico) June 9, 2019
Dijo que el impacto de las tarifas que planteaba Donald Trump hubiera generado pérdida de empleos, aumento de precios y que se volviera inviable un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
En tanto, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, criticó el acuerdo migratorio con Estados Unidos.
“Lo que es en mi criterio es inmoral e inaceptable es el doble acero entre la frontera norte y al de sur, por una parte exigimos que nos abran las puertas y por el otro lado sellamos el paso de los centroamericanos para hacerle un favor a los Estados Unidos”.
El presidente estuvo acompañado por 28 gobernadores, líderes empresariales, indígenas y religiosos, además de diversos legisladores de los múltiples Congresos del país.