Florencia Serranía, directora general del STC Metro, aceptó que el actuar de los funcionarios públicos involucrados en la atención y desalojo de la usuaria María Guadalupe Fuentes Arias, ama de casa y madre de 4 hijos, quien perdió la vida afuera de la estación Tacubaya, “fue inhumano e imperdonable” y atentó “contra el principio básico de preservar la vida de una persona”.
En conferencia de prensa conjunta con la procuradora capitalina, Ernestina Godoy y el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta, Florencia Serranía detalló que el desalojo de María Guadalupe, en parte, fue responsabilidad de los paramédicos que la atendieron, quienes dijeron que la mujer se encontraba en estado etílico.
“El sábado 16 de febrero a las 7:15 de la mañana, elementos de la PBI atendieron a una María Guadalupe por un desmayo que sufrió en el andén (…) posteriormente fue trasladada a la jefatura de estación (…) allí se solicitó la presencia de una ambulancia externa”, relató Serranía.
Fue hasta las 8:55 de la mañana que arribó la ambulancia 4 de Protección Civil de la alcaldía Miguel Hidalgo. Los paramédicos de ésta ingresaron a la estación y brindaron los primeros auxilios a la usuaria, diagnosticando “estado etílico y consumo de enervantes”.
De acuerdo con la titular del Metro, los paramédicos solo aplicaron suero a la usuaria “y declinaron el traslado a un hospital” bajo el argumento de que “en tres horas podría salir por su propio pie”.
A las 10 de la mañana, María Guadalupe “evidentemente inconsciente fue desalojada por 6 policías y abandonada en el exterior de la estación Tacubaya, donde permaneció más de 29 horas”, agregó Florencia Serranía.
El 17 de febrero a las 10:30 de la mañana los familiares de María Guadalupe solicitaron ayuda al STC Metro para localizar a su familiar, reportando que había desaparecido un día antes. Serranía brindó todas las facilidades y la búsqueda culminó a las 2:40 de la tarde, cuando María fue encontrada sin vida afuera de la estación Tacubaya.
A consecuencia de esto, según la titular del Metro, la jefa de estación fue despedida el 20 de marzo y puesta a disposición de las autoridades para que enfrente los cargos que puedan ser imputados de acuerdo a las evidencias.
Además de pedir una disculpa a los familiares de la víctima, Serranía aseguró que han cooperado con la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), aportando la evidencia necesaria que permita castigar a los responsables.
El peritaje hecho a María Guadalupe reveló que ésta murió por un infarto cerebral, más no por un estado etílico.
La titular del Metro acotó que a partir de este incidente se han modificado los protocolos de atención médica y que desde el 20 de febrero se cuenta con un servicio de ambulancias exclusivo, que es activado cuando una ambulancia externa reporta un arribo mayor a 30 minutos.
“Además desde el 1 de marzo se han capacitado a mil policías en primeros auxilios con técnica Metro, dentro de este curso insistimos mucho en la humanización y hacemos hincapié en que el servicio se tiene que dar sin discriminaciones ni restricciones”, acotó.
En cuanto a los policías que desalojaron a María Guadalupe, el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Jesús Orta, informó que ya están sujetos a una investigación en asuntos internos y a un proceso ministerial en la PGJ-CDMX.
“La SSC aportará todos los elementos para que se haga justicia (…) asumo la responsabilidad que me corresponde por estos hechos (…) y reconozco de manera personal e institucional que estos 5 elementos de la PBI actuaron de manera deshumana y sin apego al protocolo establecido”, agregó.
Por su parte, la procuradora capitalina, Ernestina Godoy, agregó que la dependencia a su cargo ha estado en contacto con los familiares de María Guadalupe y ha iniciado la investigación correspondiente par castigar a los responsables.
“Hemos solicitado todos los videos que estaban en poder del Metro, así como los expedientes de la unidad medica familiar donde fue trasladado el cuerpo de la víctima para conocer a fondo su condición de salud”, declaró Godoy.
En entrevista para Noticieros Televisa, familiares de María Guadalupe exigen justicia y aseguran que los policías y la jefa de estación no tuvieron porque tratar así a la mujer pues ésta portaba un brazalete con “los datos suficientes para solicitar auxilio médico especializado”.
Sin embargo los familiares aseguran que dicho brazalete le fue robado al igual que sus pertenencias, pues cuando recibieron el cuerpo de María ya no lo portaba.
José Luis Fuentes, hermano de María, detalló que en el brazalete venían los datos completos de la víctima, incluyendo su nombre y teléfono, información con la cual las autoridades capitalinas pudieron ponerse en contacto con ellos.
Sus familiares también cuentan que María intentó comunicarse con la esposa de su hijo en dos ocasiones, durante el tiempo que estuvo dentro de la estación y antes de ser abandonada, pero ésta no pudo contestar las llamadas pues iba manejando.
Cuando intentaron regresar las llamadas el teléfono de María ya estaba apagado.
Sus hijos relatan que cuando la encontraron ya estaba inconsciente y con fractura de brazo y lesiones en rodilla y rostro.