Al menos 1,300 migrantes se fugaron este jueves de una estación migratoria en Tapachula, en el sureño estado mexicano de Chiapas aunque 700 de ellos volvieron después, informaron autoridades.
La fuga ocurrió a la hora de la cena cuando varios cubanos se amotinaron y amenazaron con prender fuego las sobrepobladas instalaciones de ese centro, según dijeron testigos y algunos de los recapturados.
“Hubo una salida no autorizada de amplia escala de las personas albergadas en la estación migratoria”, informó el Instituto Nacional de Migración (INM) en un comunicado.
El instituto agregó que “alrededor de 700 han reingresado” y que “aproximadamente 600 personas no están ubicadas todavía”.
Detalló que la fuga estuvo promovida por ciudadanos de nacionalidad cubana, que son la mayoría de la población en la estación migratoria.
El INM dijo que su personal no se confrontó con los migrantes que salieron de forma masiva.
La estación de Tapachula tiene una capacidad para unas 900 personas, sin embargo, en el lugar se encuentran cerca de 3,200 migrantes que buscan documentos de salida para avanzar por el país, dijo afuera del inmueble el cubano Laisel Gómez Cabrera, residente estadounidense que llegó a México para esperar a su esposa, Analeidis Sosa Almeida, quien está dentro de las oficinas de migración.
Migrantes recapturados señalaron que el motín comenzó cuando servían la cena y los cubanos comenzaron amotinarse.
“Los cubanos iban a prenderle fuego a la institución y nosotras como andamos con niños tuvimos que salir corriendo”, dijo una mujer hondureña que evitó dar su nombre.
En vagonetas del Instituto Nacional de Migración y patrullas de la policía federal, los migrantes recapturados están siendo ingresados de nuevo a las instalaciones migratorias.
“Habemos muchos ahí, no tenemos derechos; estamos muy apretados, dormimos en el piso, no tenemos lugar donde estar, no hay higiene”, dijeron cubanos desde el interior de un vehículo donde eran llevados.
Es la tercera ocasión desde octubre pasado en que migrantes se amotinan en la estación protestando contra las deportaciones y las malas condiciones higiénicas del lugar.
Desde octubre, miles de centroamericanos han recorrido México en multitudinarias caravanas con la esperanza de llegar a Estados Unidos para pedir refugio, alegando que escapan de la violencia y la pobreza en sus países.
El presidente estadounidense, Donald Trump, considera este éxodo una amenaza de seguridad nacional y exige a México que detenga a los migrantes.