En México 2.1 millones de personas no pueden ejercer su derecho a la salud, como lo ordenan la Constitución y la Ley General de Salud, “toda vez que no están adscritas a alguna institución de seguridad social o al Sistema Nacional de Salud, o no conocen que cuentan con el acceso”, indicó este domingo el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
“La carencia por acceso a servicios de salud es la privación que más se ha reducido en los últimos años. Sin embargo, en México aún hay 172 municipios donde una de cada cuatro personas o más tienen esta privación”, detalló el Coneval, al conmemorarse el Día Mundial de la Salud.
Los 172 municipios con privaciones de salud están distribuidos en 18 entidades del país, apuntó el Consejo, entre las que destacan Oaxaca, Michoacán, Puebla, Veracruz, Estado de México y Chiapas.
“Entre 2008 y 2016 la carencia por acceso a servicios de salud, medida como falta de afiliación, se redujo 22.9%; al pasar de 38.4% en 2008 a 15.5% en 2016. Pese a esto, 19.1 millones de personas aún no contaban con acceso a servicios de atención médica”, explicó Coneval.
En México, continuó, cuando enfrentan problemas de salud, ocho de cada diez personas carentes de acceso a servicios de salud llegan a pagar por al menos un rubro relacionado con la atención de sus padecimientos.
“Las consultas y los medicamentos son los conceptos por los que se paga con más frecuencia”, detalló el Consejo en su reporte de este domingo, además de enumerar los principales retos del sistema de salud mexicano.
Entre ellos:
— Avanzar en la integración del sistema público de salud, reduciendo su fragmentación y mejorando los mecanismos de coordinación interinstitucionales.
— Mejorar la calidad y eficiencia del gasto en salud definiendo criterios claros para una asignación equitativa y resolutiva de las necesidades prioritarias de atención de la población.
— Aumentar la infraestructura en salud con especial énfasis en el primer nivel de atención, así como mejorar su distribución con base en las necesidades de la población, priorizando a las comunidades rurales y de difícil acceso geográfico.
— Promover la generación de recursos humanos para la salud, atendiendo la calidad en la formación del mismo y generando mecanismos para incentivar su distribución territorial con relación a las distintas necesidades en toda la extensión del país con especial atención a las zonas detectadas con insuficiencia de personal calificado.
— Mejorar la calidad en los servicios de atención a la salud, considerando en lugar central al paciente, sus necesidades, expectativas y preferencias.
— Promover la planeación de políticas públicas enfocadas en la prevención y promoción de la salud con atención especial a las necesidades de grupos sociales en desventaja, así como de regiones prioritarias.
— Contribuir de forma prioritaria a reducir la incidencia de la epidemia de obesidad y sobrepeso, con especial atención en el grupo de niños, niñas y mujeres adultas.