Este febrero, la Comisión Nacional del Libro de Texto Gratuito (Conaliteg) cumplió 60 años de operación. Fue una política creada en 1959 por el entonces secretario de Educación, Jaime Torres Bodet, durante la presidencia de Adolfo López Mateos, cuando la población tenía altos niveles de analfabetismo y pobreza.
La Conaliteg nació con la visión de que el libro de texto gratuito, “además de un derecho social, fuera un vehículo que facultara el diálogo y la equidad en la escuela”, por eso es que comenzó el diseño y producción de los libros que han recibido decenas de generaciones en escuelas públicas.
Desde entonces el libro de texto gratuito ha estado en las aulas y significa una herramienta indispensable para la comunidad estudiantil que hasta el ciclo escolar pasado sumaba 26.2 millones de alumnos, y 1.5 millones de maestros. Es por ello que la impresión y distribución ha sido un mecanismo perfectamente probado y repetido con exactitud cada año, en la Conaliteg.
Sin embargo, este ciclo escolar 2019-2020 existe el riesgo de que los libros no lleguen en agosto próximo, cuando inicia el año lectivo, debido a que el retraso ya suma casi cinco meses, debido a la falta de contratación de proveedores y empresas impresoras.
Generalmente en mayo salían los vehículos cargados de libros para distribuirlos al país, pero esta vez ni siquiera se han concretado los contratos con los proveedores y empresas impresoras para lograr que se entreguen los 192 millones de libros como ocurrió el año pasado.
El exsubsecretario de Educación Básica, Lorenzo Gómez Morín, asegura en entrevista que el libro de texto es la base del sistema educativo mexicano y este retraso impactará sobre todo a maestros y alumnos. La afectación, dice, se verá inmediatamente en el aprendizaje de los estudiantes.
“Los maestros no desarrollan todos sus ejercicios. Aunque ahora les dan más libertad, siguen llevando al pie de la letra los libros. Y los que más van a perder son los más pobres, quienes no tienen más herramientas”.
Ante esta situación, Animal Político preguntó a maestros de distintos estados del país respecto a exactamente cuánto ocupan y qué tan importantes son los libros de texto gratuito. Esto fue lo que dijeron:
Maestro de 2do. de primaria
Baja California Sur
Siete años de práctica
Los libros de texto son muy importantes porque es la materia prima con la que se trabaja dentro del salón. Preparamos clase con base en los libros, apegado al programa de estudios que se está manejando. En los libros vienen las actividades con las que se trabajan las materias y la dosificación.
Se trabaja en manera general adentrando al alumno a las lecciones, aunque se trabajan ejercicios en el cuaderno, se completa con las actividades del libro.
Incluso los niños se emocionan cuando les das su material. Uno ve cómo los empiezan a hojear, y no recibirlos les impactaría hasta anímicamente. Además de que merma en el nivel académico de los alumnos, es un efecto dominó.
En caso de que no se tenga al inicio del ciclo escolar se tendrían que estar fotocopiando de años interiores o imprimiendo del digital de la página de la Conaliteg. Sería un gasto extra para la escuela y padres de familia, si no se tuviera el libro en físico.
Nunca ha pasado un retraso en mis años de docencia. Los alumnos siempre han recibido los libros a tiempo.
Maestra de 5to. de primaria
Guanajuato
25 años de práctica
Hay varias razones por las que sí es importante el libro de texto. Es una herramienta del proceso enseñanza aprendizaje, es una guía para los niños y ellos los leen, los subrayan, le hacen apuntes. Los alumnos a nivel primaria tienden a ser más visuales y al manipular el libro, al leerlo, al trabajarlo, tienen mejor desempeño.
Las materias donde funcionan aún más los libros son Formación cívica y ética, Geografía, Ciencias Naturales e Historia porque vienen buenas actividades, te proporcionan páginas de internet para que los niños investiguen. De esas materias sí me baso mucho para mis clases.
En las materias de Pensamiento matemático y Lenguaje y comunicación, me baso en los contenidos, pero siempre les pongo algo de ejercicios prácticas que yo busco.
Nunca, en mi carrera docente que empecé en 1994 los libros se han retrasado. Y si no llegaran, el alumno se sentiría desprotegido, porque los niños son myu visuales y de verdad aprecian sus libros. Si no llegan, sería un fraude más de nuestro gobierno.
Maestra de 2do. y 6to. de primaria
Durango
Tres años de práctica
Considero que son una herramienta base para la práctica docente, pues fungen como una fuente de información viable. En lo personal, trato de sacarle el mayor provecho posible utilizando los distintos tipos de texto que el mismo maneja, así como el uso de las imágenes que, en la mayoría de los casos, suelen ser ignoradas como recurso didáctico.
Por otro lado, el libro de texto actual sería de más utilidad si estuviese correctamente diseñado, vinculado a las necesidades actuales, pues si bien sirve como transmisor de conocimientos fundamentales, también le hace falta la parte en la que se manejen conceptos de relevancia social: la implementación de las nuevas tecnologías para el futuro del planeta, la (in)estabilidad política, diversidad cultural, equidad e igualdad de género, prácticas para la conservación del medio ambiente, entre muchos otros.
La cantidad de libros de texto que se nos otorgan al inicio de cada ciclo escolar siempre es insuficiente y es complicado acceder a los mismos por medio de Internet, pues no todos los alumnos tienen la posibilidad de buscarlos o contar con ellos por vía Internet, así que es necesario considerar que el material se debe entregar en cantidades justas y en tiempo oportuno (no a mitad de ciclo, como en algunos casos sucede).
Aun así, sé que existen maestros que contestan el libro como puro requisito, pues lo primero que piden los supervisores para evaluar el trabajo del maestro es el libro de texto del alumno contestado.