A cuatro meses de que inicie el siguiente ciclo escolar de educación básica, aún no se tiene al proveedor que imprimirá los 19 títulos que se repartirán entre millones de estudiantes en el ciclo escolar 2019-2020.
De acuerdo con el diario Reforma, la impresión de los libros lleva un retraso de cuatro meses, pues éste debe iniciar en diciembre. Se deben producir 10 libros para alumnos de primaria y 9 de preescolar y primaria.
Pero el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador modificó el procedimiento para elegir a los proveedores.
Este año la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) no elegirá a la empresa, en su lugar será la Oficialía Mayor de Hacienda vía el sistema de Oferta Subsecuente de Descuento (OSD).
Sin embargo, apenas en marzo se lanzó la convocatoria para elegir al proveedor, cuando siempre se hacía en septiembre.
Hasta el momento el gobierno ha rechazado 10 propuestas de empresas para elaborar los textos y la licitación se ha declarado desierta, su argumento: que los precios son superiores al presupuesto establecido
En el fallo de la licitación, señala Reforma, se explica que se debe “asegurar para el Estado las mejores condiciones disponibles en cuanto a precio, calidad, financiamiento, oportunidad”.
De acuerdo con impresores, consultados por el diario El Financiero, que han trabajado anteriormente en la elaboración de los libros el principal problema es el precio que fijó el gobierno.
“Se hizo una licitación para competir con los libros, pero la semana pasada se declaró cancelada, ya que no son los precios que el gobierno pretende, hoy por hoy no ha habido comunicación con ellos… La semana pasada la declararon cancelada, 10 veces cambiaron el fallo, ya no está diferida, ya está cancelada”, dijo a El Financiero un representante de una de las impresoras en Puebla.
También señalaron que antes la Conaliteg les proporcionaba los insumos para realizar el trabajo (papel, cajas, tarimas), pero ahora – además de hacerla impresión – las empresas deberán proporcionarlos.
“Ahora en esta licitación que ha quedado, nosotros como impresoras estamos poniendo todos los insumos aparte de la impresión, eso incrementa los costos porque el papel representa un 70 u 80% del valor total del libro”, dijo al diario otro representante de una impresora en el Estado de México.
El empresario Miguel Rincón Arredondo, fundador de Grupo Bio Pappel, asesor y compadre del presidente López Obrador es uno de los que compite por la licitación para producir los libros de texto.
De acuerdo con Reforma, la empresa de Rincón ganó, entre 2010 y 2018, unos 463 contratos de Conaliteg; 14 de ellos – que sumaron mil 980 millones de pesos – fueron adjudicaciones directas.
Este jueves, al ser cuestionado sobre si la participación de su compadre no representaba un conflicto de interés, el presidente dijo que no, pues si legalmente no está impedido para participar, puede hacerlo.
“Yo no protejo a nadie ni acepto influyentismo de nadie, ni de amigos ni de mis familiares. Lo dije el día que tomé posesión. Sólo me hago cargo de Jesús Ernesto porque es menor de edad, pero no me responsabilizo de la actitud o el desempeño de mis hijos, ni de mi esposa, de nadie de mi familia absolutamente; y desde luego ni de amigos, ni de compadres, ni de nadie. No protejo a nadie”, señaló.
Con información de El Financiero y Reforma (suscripción necesaria).