Los estudios de una centena de alumnos de la Escuela de Educación Normal José Santos Valdés, creada por Morena en 2016, están en vilo. Sin explicación alguna, no iniciaron el semestre previsto para febrero, y el 14 de marzo simplemente no les permitieron la entrada al plantel.
Días después, Raquel Sosa, coordinadora del Programa de Universidades Benito Juárez García del gobierno federal, informó a la comunidad que la escuela sería uno de los 100 planteles de dicho programa, pero debido a que el plan de estudios cambiaría, debían empezar de cero, aún cuando había alumnos en sexto, cuarto y segundo semestre.
La Normal llevaba el mismo plan de estudios emitido por la Dirección General de Educación Normal y Actualización del Magisterio de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y los egresados serían licenciados en Educación Preescolar o Educación Primaria, Raquel Sosa advirtió que ya no sería así.
“Esos planes (de estudio) eran neoliberales”, por eso serían sustituidos por unos con “verdadero enfoque sociocultural”, dijo Sosa en una reunión con la comunidad de la Normal. Por tanto, la licenciatura cambiaría el nombre a “Educación Básica”, aunque no hay ninguna licenciatura con ese nombre reconocida ante la Dirección de la SEP.
“No queremos pertenecer al Programa de Universidades Benito Juárez. A nosotros nos prometieron una educación de Normal, reconocida por la SEP”, dice Marisol Martínez, representante estudiantil en entrevista con Animal Político.
Para instalar cualquiera de los planteles del Programa Escuelas Universitarias, financiadas por legisladores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y coordinado también por Raquel Sosa, primero personajes allegados al partido constituían ante notario una Asociación Civil, con el nombre de cada escuela. En este caso el nombre oficial fue Escuela de Educación Normal José Santos Valdés A. C.
La presidenta de la AC era Etelvina Sandoval, la secretaria, Raquel Bárcenas y la tesorera Irma Ballesteros. Ésta estructura era la máxima autoridad de decisión en la escuela, incluso por encima del director, Juan Leove Ortega Pérez.
Así comenzó a operar desde febrero de 2016 y hasta 2019, sumaban 30 alumnos de sexto semestre, de la primera generación; 36 de cuarto y 45 de segundo. Con una plantilla de 30 docentes.
Aunque la escuela hizo dos trámites para el reconocimiento de validez de estudios ante la Dirección General de Educación Normal y Actualización del Magisterio de la Secretaría de Educación Pública (SEP), no lo consiguió debido a que el terreno donde se encuentra el plantel, en Xochimilco, no tiene permiso de uso de suelo para impartir educación.
Sin embargo, de acuerdo con maestros, los planes de estudios eran tomados de la SEP y regían las labores conforme al calendario oficial también. Confiaban en que una vez que Andrés Manuel López Obrador ganara la elección, podrían regularizar el terreno y conseguirían la validación de la escuela.
Pero justo después de la elección las cosas empezaron a fallar. Los pagos a maestros se atrasaron desde la campaña electoral a tal grado que algunos de ellos aún tienen adeudos.
Justo por esta situación, desesperados por la falta de salario, acudieron a la Normal del Mexe en Hidalgo, cuando se enteraron que el presidente López Obrador anunciaría el programa de Universidades en diciembre pasado. Con pancartas reclamando el pago a maestros, intentaron abordarlo sin éxito.
En enero de este año, a través de una videollamada realizada entre docentes y Raquel Sosa, ésta les reclamó por aquella manifestación. “No son las formas”, dijo, mientras anunciaba que la escuela tendría modificaciones en su administración y planes de estudio porque se incorporaría al Programa de Universidades Benito Juárez.
Y los maestros, si querían incorporarse al nuevo proyecto, debían inscribirse en la página de internet como el resto para ser seleccionados. Incluso, en el listado de escuelas, ya no aparece con el mismo nombre sino como Normal de Educación Básica.
Las semanas siguientes todo fue caos, relata una de las maestras entrevistadas que prefiere el anonimato por temor a represalias
El 25 de febrero Raquel Bárcenas y Gabriela Vázquez, directora académica del Programa de Universidades, acudió a las instalaciones de la escuela para informar que el director quedaba destituido y el 19 de marzo entregarían el nuevo plan de estudios.
Pero antes de que llegara esa fecha, el 14 de marzo, “la escuela fue sellada y no nos dejaron entrar”, comenta otro profesor en entrevista, y “nadie les explicó nada”.
A partir de entonces, maestros y estudiantes se han manifestado afuera de Palacio Nacional con la esperanza de que el Presidente los escuche. También entregaron cartas a Atención Ciudadana de la Presidencia y a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, sin que hubiera alguna respuesta.
Quienes sí los recibieron fue el subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro, y el titular de la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación, Mario Chávez, quienes se comprometieron a ayudarlos.
La propuesta es que la Normal José Santos sea reconocida por la SEP y su funcionamiento financiero dependa de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México, pero primero debían “negociarlo” con Raquel Sosa. Animal Político solicitó la versión oficial de la SEP respecto al tema, pero no hubo respuesta.
Este martes, Raquel Sosa y representantes de estudiantes y maestros se reunieron en Palacio Nacional para encontrar una solución. Por primera vez les dio una razón de haber decidido cerrar la escuela: supuestas irregularidades cometidas por el director Leove y presunta utilización de la escuela para movilización electoral, por lo que advirtió que iniciaría una auditoría sobre las finanzas.
La comunidad universitaria asegura que la gestión del director Leove fue correcta y nada se decidía sin el aval de los integrantes de la Asociación Civil, de hecho las facturas de honorarios de los maestros salían a nombre ésta.
La única opción que Sosa ofreció a los estudiantes fue entregar su historial académico, la principal demanda de los alumnos puesto que toda la documentación se encuentra al interior del inmueble, y que si optaban por no reiniciar la carrera, podrían ser transferidos a la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, ubicada en Calzada México-Tacuba.
Sin embargo, para muchos de los estudiantes no es opción debido a la falta de recursos. “Somos de bajos recursos y algunos no podríamos pagar ni los pasajes desde la demarcación hasta la Benemérita”, dice Marisol. Por eso es que la Normal en Xochimilco significaba una oportunidad educativa y de superación para los jóvenes de esa alcaldía y los alrededores y lo que piden es que permanezca ahí.
Después de la reunión de este martes, aún está pendiente la decisión de los estudiantes y, sobre todo, la respuesta de la SEP.