La Ciudad de México cerró el primer trimestre del año con mil 056 carpetas de investigación por robo en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, una cifra que no solo refleja un aumento de más del 500% en comparación con las 173 carpetas del primer trimestre del año pasado, sino que, además, es un récord absoluto desde que se tenga registro oficial.
Es decir, nunca antes en la historia de la ciudad se habían registrado en tres meses más de mil robos en el Metro.
Y este boom de denuncias por robo también alcanzó a otros medios de transporte público de la capital.
Por ejemplo, en estos tres primeros meses del año, ya bajo la gestión de Claudia Sheinbaum en la capital mexicana, la Procuraduría de la ciudad registró otras mil denuncias por robo a bordo de microbuses.
Este dato supone un alza en la estadística del 606%, en comparación con las 142 denuncias del primer trimestre de 2018. De hecho, si se compara solo el dato de febrero, 333 denuncias en 2019 frente a las 42 de 2018, el aumento es todavía mayor: casi 700%.
Otros aumentos notables se dieron en las estadísticas de robos a bordo del Metrobús y de taxis de la ciudad.
En el caso del Metrobús, de acuerdo con los datos de la Procuraduría local, entre enero y marzo se abrieron 257 carpetas por robo; un 160% al alza en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Mientras que a bordo de los taxis, suman 202 carpetas por robo en los tres primeros meses del año, hasta un 206% más que en 2018.
Al margen del transporte público, las denuncias por robo a transeúnte en la vía pública, también registraron un aumento sobresaliente: 170% al alza en el primer trimestre del año; van 5 mil 670 denuncias, frente a las 2 mil 093 del año pasado.
Y, de nuevo, el dato de febrero batió récords: 204% más de robos a transeúnte en vía pública -mil 924 denuncias en 2019, frente a las 631 del año previo-.
Ahora bien, ¿realmente hubo un incremento súbito de robos en el transporte público de la ciudad, tan solo un mes después de la llegada del nuevo gobierno en diciembre?
El análisis del número de denuncias en 2018, último año de la anterior administración capitalina, y los primeros cuatro meses del nuevo gobierno de Sheinbaum, muestra que, en efecto, se produjo un incremento abrupto desde diciembre y enero, ya con el nuevo gobierno.
Por ejemplo, en el Metro, entre enero y noviembre de 2018, aún en la administración capitalina pasada, se registraron, en promedio, 61 carpetas por robo en el Metro, con un descenso pronunciado en junio, con tan solo 45 carpetas por este delito, y un pico máximo en agosto, con 87.
Mientras que, entre diciembre y marzo de este año, ya con la nueva administración, el promedio se disparó a 319 carpetas por robo en el Metro, un aumento del 422%.
Incluso, el salto puede apreciarse claramente comparando noviembre, último mes del gobierno anterior, con diciembre, el primero de Claudia Sheinbaum: de 56 denuncias se pasó súbitamente a 223, casi 300% al alza.
En el caso de los microbuses, la estadística tuvo el mismo comportamiento: de enero a noviembre del año pasado, el promedio fue de 52 robos al mes. De diciembre a marzo, fue de 276; un alza del 430%.
Entre noviembre del año pasado, el último mes de la pasada administración, y el primero de la actual, hubo una variación del delito al alza del 56; y si se compara con enero, la variación se disparó 457%: se pasó de 64 denuncias al final del gobierno pasado, a 357 en enero de este año.
En el caso del Metrobús el crecimiento en el número de denuncias no fue tan abrupto entre la pasada administración y la llegada de la actual: de enero a noviembre, el promedio de asaltos fue de 55 al mes; entre diciembre y marzo, fue de 84; un aumento del 53%.
De hecho, en diciembre pasado, Animal Político publicó que la tendencia de robos en Metrobús va claramente al alza: 2018, con 525 denuncias, fue el año con más robos en Metrobús en los últimos cinco años.
Animal Político buscó a la Procuraduría de la Ciudad de México para cuestionarle cuál es, o cuáles son los factores que originaron este boom de denuncias por robo, especialmente en el Metro y en el transporte colectivo.
Por medio de su departamento de comunicación social, la Procuraduría señaló que durante la pasada administración hubo “un maquillaje” en las estadísticas para hacer pasar delitos de alto impacto como de bajo impacto, y así reducir las cifras; especialmente, las de robos en el transporte público y a transeúnte en vía pública.
De acuerdo con la Procuraduría actual, de Ernestina Godody, la forma en que se maquillaron las cifras fue la siguiente: miles de carpetas de investigación iniciadas por robo a celular, “que es el delito más común y el que más se denuncia en el transporte público de la ciudad”, según la Procuraduría, no fueron incluidas dentro de la estadística de cada uno de los transportes (Metro, Metrobús, microbús, taxi), sino que fueron incluidas en otra bolsa de delitos de bajo impacto social.
“Esto significa que todas las denuncias por robos de celular que ocurrían en el Metro, no fueron incluidas en la estadística del Metro, sino en otra diferentes de delitos de bajo impacto”, subrayó la Procuraduría.
Por ejemplo, en enero del año pasado, se registraron seis robos con violencia en el Metro y otros 63 sin violencia. Pero, según la Procuraduría actual, en ninguno de esos casos se incluyeron las denuncias por robo de celular. Estas, en cambio, fueron a parar a las 3 mil 143 denuncias por robo de “celular, de animales, vehículos de pedales, objetos, armas, dinero, entre otros”, que la anterior Procuraduría clasificaba como delito contra el patrimonio, pero de bajo impacto social.
“En 2019, hay un incremento en las nuevas estadísticas que está dando la Procuraduría. Esto se explica porque la procuradora (Ernestina Godoy), a raíz de esta nueva administración, da la instrucción de que todos los delitos que se cometan en el Metro sea tipificados como delitos de alto impacto, y se incluyan dentro de la estadística del Metro y no en la de delitos de bajo impacto”, recalcó comunicación social de la Procuraduría.
En cuanto a por qué los robos de celular en el transporte público ya se incluyen como de alto impacto, la Procuraduría lo explicó así: “antes, en el Metro te podían poner una navaja en la espalda y te robaban el celular. Sin embargo, el Ministerio Público decía: ‘ah, pero solo te quitaron un celular. No es de alto impacto’. Sin embargo, ahora, la nueva administración lo considera como alto impacto porque en el robo del celular te pueden amenazar con un arma, agredirte, o incluso atentar contra tu vida”.
La Procuraduría señaló que están analizando miles de carpetas de investigación que se abrieron en el anterior gobierno, para poder determinar el tamaño del maquillaje de las cifras, con el que se mostró “una falsa reducción en los índices delictivos de alto impacto”.
Por ahora, la Procuraduría informó que entre enero y noviembre del año pasado se abrieron 194 mil 479 carpetas de investigación. De éstas, la Dirección General de Política y Estadística Criminal analizó una muestra de 42 mil 524 indagatorias, y de lo anterior estableció que 29 mil 082 expedientes, es decir, el 68%, fueron clasificados como delitos de bajo impacto, a pesar de que eran delitos de alto impacto.
En enero pasado, Animal Político publicó que, entre 2016 y 2018, el gobierno capitalino de Miguel Ángel Mancera también omitió 392 carpetas de investigación por asesinatos en la ciudad, y otros 900 casos de ataques con armas.
Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, una organización civil especializada en temas de seguridad, recalcó la necesidad de que las nuevas autoridades de procuración de justicia reconstruyan las estadísticas delictivas, para que éstas puedan compararse con las cifras actuales, y así poder medir y evaluar la política de seguridad del gobierno de Claudia Sheinbaum.
Ya que, de no tener cifras certeras del gobierno anterior, la nueva administración “siempre podrá alegar que los datos entre uno y otro gobierno no son comparables”, y no se podrá medir la política de seguridad actual.
“Si hubo un maquillaje de cifras, como aseguran, están obligados legalmente a reconstruir las series, para presentar los datos correctos”, puntualizó Rivas.
“Parece que lo van a hacer pero solo de 2018. En ese caso, creemos que entonces no deberían salir a decir que toda la administración pasada registraba mal los datos, sino que lo hicieron mal en 2018. Porque, de lo contrario, tienen la obligación legal de reconstruir toda la serie del sexenio pasado”, concluyó.