La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, pidió explícitamente a la Secretaría de la Función Pública (SFP) reservar la información de terceros en su declaración patrimonial, como consta en un oficio firmado de su puño y letra el 30 de enero, del que Animal Político tiene copia.
“Le solicitaría que en términos de la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de los Sujetos Obligados, los datos personales, así como la información de terceros, se protejan en los términos de la mencionada Ley”, dice el documento enviado a Fernando Martínez García, director de Responsabilidades y Situación Patrimonial de la SFP.
Una semana después de mandar esa petición, la secretaria señaló al mismo funcionario como el responsable de ocultar un departamento que posee en copropiedad con su marido en Houston, EU, que fue revelado por el periódico Reforma.
“Que aclare las razones por las cuales se reservó esta información, siendo que yo di la instrucción que se publicara”, dijo en la conferencia de prensa mañanera del 6 de febrero en Palacio Nacional.
Pero el oficio muestra que pidió protección a la información de otras personas con las que tiene copropiedades.
Ese mismo día, la SFP salió a explicar que DeclaraNet en automático reserva los datos de bienes que se poseen en copropiedad. Aunque en las declaraciones de otros secretarios, como Irma Eréndira Sandoval (de SFP) o Jorge Alcocer (de Salud), sí aparecían las propiedades que tienen con sus cónyuges y sólo estaba oculto el monto, que posteriormente transparentaron mediante una nota aclaratoria.
Al día siguiente, Martínez García, de Responsabilidades y Situación Patrimonial, explicó en entrevista que si el departamento no aparecía en la versión pública de la declaración de Sánchez Cordero, probablemente lo había declarado solo a nombre de su marido, porque todo lo que estuviera a su nombre sí aparecería en el sistema.
Finalmente, el 8 de febrero, después de dos días de declaraciones cruzadas, la secretaria de Gobernación subió a su cuenta de Twitter la fotografía de una hoja de papel en la que imprimió su declaración patrimonial íntegra, a la que solo ella tiene acceso, en la que se ve el reporte del departamento de Texas.
El oficio en el que Sánchez Cordero pedía protección de datos a terceros fue enviado el 30 de enero, después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzara un ultimátum a su gabinete de que si no transparentaban toda su información patrimonial, e incluso la de sus familiares, no podrían trabajar en su gobierno.
Además, en ese oficio la secretaria pidió abrir su declaración parcialmente, manteniendo ocultos los saldos de cuentas e inversiones bancarias
“Mucho agradeceré se sirva girar sus instrucciones a quien corresponda, a fin de hacer pública mi información relativa a los datos patrimoniales y de intereses de la mencionada declaración, con excepción del siguiente rubro: -En inversiones, cuentas bancarias y otro tipo de valores, el saldo”, pidió.
Esta información finalmente aceptó abrirla el 8 de febrero, después de los cuestionamientos por sus datos, y agregó en una nota aclaratoria que había cambios en esos saldos que posteriormente serían informados.
El penthouse de Houston siguió sin aparecer en la versión pública de la declaración de Sánchez Cordero.