ECOCE es, en México, la principal promotora de la responsabilidad compartida en materia de reciclaje de botellas de plástico. A la vez que impulsa beneficios sociales y económicos, el objetivo principal es la preservación ecológica.
Hacia mediados de la década de 1980, cuando en México el plástico comenzó a sustituir al vidrio en la fabricación de botellas para refrescos, agua, jugos y otras clases de bebidas, nadie imaginó que, lo que en un principio se consideró una idea muy práctica, se convertiría en un monstruo de siete cabezas que contribuiría de manera categórica al deterioro del medio ambiente.
Hoy en día el mundo destina, anualmente, 17 millones de barriles de petróleo a la manufactura de plástico. De esta producción, una gran cantidad se utiliza para la elaboración de botellas, de las cuales, según información de la Organización de las Naciones Unidas, en el orbe cada minuto son compradas un millón de piezas.
Si bien este material tiene infinidad de usos valiosos, la humanidad se ha vuelto dependiente del plástico debido a diferentes beneficios: es más eficiente para la distribución de productos, preserva por más tiempo los alimentos, disminuye el consumo de gasolina y desgaste de llanta y es seguro, lo que, por añadidura, ha acarreado consecuencias ambientales. Ante tal situación, que desde luego involucra a todos los sectores de la sociedad en el orden mundial, se han instrumentado varias iniciativas encaminadas a disminuir la contaminación polimérica.
Una de ellas, que en México ha tomado particular relevancia, es la iniciativa denominada responsabilidad compartida, la cual busca involucrar tanto a la sociedad civil como a los sectores privado y gubernamental en un entendimiento y concepción alrededor del manejo y reciclaje de envases y empaques.
Promotora primordial de esta iniciativa, que a la vez impulsa los beneficios sociales, económicos y ambientales detrás de la responsabilidad compartida, es la asociación civil Ecología y Compromiso Empresarial (ECOCE), la cual fue impulsada por más de 400 marcas de la industria de alimentos y bebidas para coadyuvar en la preservación y mejoramiento del medio ambiente a través de la cultura del reciclaje.
“La obligación de las empresas industriales y comerciales de ayudar a la recuperación de sus productos usados la cumplen a través de la operación de una organización que cumple con estas obligaciones, a escala nacional, en nombre de sus compañías o miembros”, explica Jorge Treviño, director general de ECOCE. “La responsabilidad compartida facilita y coadyuva a la recuperación y el reciclado de los residuos de envases de la manera más económica y ecológicamente correcta. Desde luego, señalando que la responsabilidad no es únicamente de la industria, sino de todos los sectores”.
A fines del año pasado, ECOCE lanzó un nuevo llamado para considerar los beneficios ambientales, económicos, sociales y culturales que brinda la adecuada gestión de los residuos de envases y empaques.
En ese sentido, con el propósito de involucrar a la sociedad civil, gobierno y empresas en un nuevo entendimiento y concepción alrededor del manejo de los residuos plásticos, ECOCE insiste en la importancia de que todos los mexicanos sean responsables de lo que compran y desechan.
Además, que se acepte la necesidad de hacer un consumo responsable y un manejo adecuado de los residuos que cada quien genera en su vida diaria. “Es importante que cada parte involucrada comprenda que el medioambiente es de todos y que, si alguna de las partes no hace lo que le corresponde, va a afectar directamente el equilibrio ecológico”, acota el directivo.