El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador pretende recuperar tierras dañadas, recomponer el tejido social en el campo y combatir la mala nutrición infantil con un solo programa: Sembrando Vida, uno de los ejes de la política social de esta administración.
El proyecto, que arrancará este año con un presupuesto inicial de 15 mil millones de pesos, es uno de los programas sociales que emprenderá la secretaría del Bienestar, antes de Desarrollo Social (Sedesol), a través de los cuales entregará diversas becas y apoyos a población vulnerable del país.
La titular de esa dependencia, María Luisa Albores, explicó en entrevista con Animal Político cómo operará el programa para sembrar árboles frutales en todo el país, ofrecido en la campaña presidencial por López Obrador.
Sembrando Vida consiste en rehabilitar terrenos deforestados o dañados por procesos agrícolas, sembrando alimentos en una primera etapa y árboles maderables después.
Para incentivar a los productores del campo a recuperar sus tierras y no abandonarlas, la Secretaría del Bienestar les entregará un pago de cinco mil pesos mensuales, por trabajar en su propio ejido de lunes a sábado.
“México es el quinto con mayor biodiversidad en el mundo, pero con la presión se ha talado inmoderadamente. Hay que hacer una reforestación diferente, nosotros planteamos una restauración productiva para que la gente de ese territorio pueda vivir efectivamente del campo, pueda tener con el tiempo algo productivo, con ingresos para la familia pero que pueda tener una economía, y no fuera, sino en su ejido, en su comunidad”, dijo María Luisa Albores.
De los cinco mil pesos que se les pagará, cuatro mil 500 se depositarán en las tarjetas del Bienestar y los otros 500 irán a una caja de ahorro, que en principio se puede usar con ese fin pero cuando crezca podría convertirse en un fondo de créditos para proyectos productivos de la misma comunidad, indicó la secretaria.
La primera etapa del programa se desarrollará en este año y 2020 en 19 estados del país, empezando con Chiapas, Veracruz, Tabasco, Yucatán, Campeche y Quintana Roo, y para noviembre se sumará Durango. El programa divide al país en territorios de 50 mil hectáreas, en las que 20 mil productores recibirán cinco mil pesos mensuales por sembrar y cuidar de 2.5 hectáreas.
La funcionaria especificó que las hectáreas a recuperar deben ser deforestadas, como un potrero o llanos quemados, para evitar que sea deforestado un terreno para recibir el apoyo, y la recuperación ocurrirá en tres plazos: al corto plazo con el MIAF (Milpa integrada con árboles frutales) y alimentos como maíz, frijol, calabaza y otras verduras para autoconsumo. Posteriormente se sembrarán frutales que puedan servir a nivel local, regional, estatal, nacional y de exportación.
Cada área tendrá un coordinador territorial y 20 “facilitadores” o “extensionistas” que apoyarán con capacitación en economía social, ahorro, agricultura orgánica, cultivos específicos y temas de bienestar.
“Estos técnicos van a ser clave porque ellos nos van a apoyar a hacer las CAC (Comunidades de Aprendizaje Comunitario, antes Escuelas Campesinas). Cada uno va a tener cuatro CAC, cada una con 100 productores”, indicó Albores.
Estos expertos son clave en el programa Sembrando Vida: son quienes realizan el padrón de beneficiarios visitando las comunidades para invitarlos a inscribirse, con la misma aplicación que usan los ‘Servidores de la Nación’ para levantar el Censo del Bienestar (Siger).
De acuerdo con Albores, son profesionistas que durante la etapa de transición se anotaron para realizar este trabajo de manera voluntaria y sin remuneración, aunque ya con el gobierno en funciones recibirán un pago de 18 mil pesos mensuales por sus servicios, ya contratados por la subsecretaría de Inclusión Productiva y Desarrollo Territorial.
“Los extensionistas son personas que, cuando se dio a conocer el programa Sembrando Vida se les invitó en una página a que participaran. En una primera etapa planteábamos dos mil 200 técnicos y cuando se cerró la convocatoria había 11 mil 850 entre biólogos, antropólogos, trabajadores sociales, gente con maestría y doctorado”, puntualizó.
La Secretaría tiene como meta tener completo el padrón de beneficiarios de Sembrando Vida el próximo 20 de febrero. Posteriormente los extensionistas validarán las parcelas y el padrón pasará a la Coordinación de padrones, del Censo de Bienestar. La meta de cobertura para 2019 es de 575 mil hectáreas con 230 mil productores.
Para la entrega de los apoyos, la dependencia firmaría un convenio con Bansefi, que según la secretaria Albores se transformará en el Banco del Bienestar, “pero estamos en esas definiciones. Al parecer lo haríamos desde el primer momento con Banco del Bienestar, pero dependemos de los ritmos de ellos. Si no se da la dispersión por Bansefi tendríamos que buscar otra opción bancaria, porque es un programa nuevo”, especificó.
Este programa puede sumarse a otros del paquete que conforma la política de Bienestar del nuevo gobierno para que una misma familia reciba varios, con lo que un hogar podría alcanzar un ingreso de hasta ocho mil pesos mensuales con todos los apoyos, según ha dicho el presidente López Obrador.
Asimismo, la Secretaría pretende combatir con este programa la deficiente nutrición en zonas indígenas, producto del consumo de productos chatarra.
“Desafortunadamente en comunidades rurales hay muchos problemas de diabetes. ¿Cómo volver a que nuestras familias rurales tengas consumo de buenos alimentos? Subir la nutrición de los niños y que no sean alimentos externos, la milpa es maravillosa”, expresó la secretaria.