El Programa de la Zona Libre de la Frontera, implementado desde el pasado 1 de enero en los 43 municipios fronterizos con Estados Unidos, ofrece beneficios como la reducción del pago del IVA del 16 al 8%; disminución al ISR al 20%; el aumento al doble del salario mínimo y, con esto, la homologación del precio de combustibles con Estados Unidos.
Sin embargo las nuevas medidas fiscales han generado algunas interrogantes, como el hecho de saber si la reducción del IVA al 8% es una disminución directa al consumidor, o se trata de un crédito fiscal que será subsidiado por las empresas o una compensación.
Durante la presentación del programa en Reynosa, Tamaulipas, el presidente Andrés Manuel López Obrador dejó abierta la duda al comentar que “el traslado de ese 8% al consumidor o no, es otro asunto (…) Los que se oponen a esta política nos están pidiendo que la disminución beneficie al consumidor, eso es lo que nosotros deseamos y eso es lo que pensamos va a pasar”.
El mandatario explicó que no pueden establecer un mecanismo coercitivo para que que esta petición sea posible, pero resaltó que el beneficio es directo para el consumidor desde el momento en que no se paga el 16 sino el 8%.
“Ojalá y se traslade todo el ahorro por la reducción, por la disminución del IVA, al consumidor”, agregó, sin dar claridad a los cuestionamientos.
Con esto, la decisión de cómo cubrir ese 8% quedaría en manos de los empresarios quienes podrían hacerlo de diversas formas, como en el aumento del precio en sus productos.
Sin embargo, según el presidente López Obrador, con la reducción de los impuestos en la zona fronteriza se logrará, entre otras cosas, la homologación de los precios de combustibles con lo que cuestan en Estados Unidos, cuyo costo por litro es hasta de .78 centavos de dólar por litro, lo equivalente a 15 pesos.
Además de la gasolina, el diésel, el gas y la luz también tendrían reducciones en sus costos.
Otro de las acciones implementadas con el Programa de la Zona Libre de la Frontera es el aumento del salario mínimo de 88.36 pesos diarios, a 176.72 pesos diarios.
Este incremento, de acuerdo con Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo y Previsión Social, permitirá mejorar a la brevedad la situación de los trabajadores de los municipios fronterizos, evitando así su migración a Estados Unidos para buscar un mejor nivel de vida.
“El aumento al doble del salario mínimo fortalecerá el poder de consumo y, por lo tanto, el mercado interno, beneficiando así tanto a negocios como a trabajadores”, argumentó Luisa María Alcalde.
Comentó que el incremento del salario mínimo no fue mal visto por los empresarios, pues ellos también resultaron beneficiados con la disminución de impuestos.
“Se está buscando que haya beneficios y que sea atractivo para la inversión y, al mismo tiempo, que se mejoren las condiciones salariales en la frontera”, explicó.
Las dudas sobre su efectividad y duración
El presidente López Obrador confía que con el Programa de la Zona Libre de la Frontera pueda recaudarse más dinero en el mediano y largo plazo, hasta lograr un crecimiento anual del 5 o 6% en la economía de la zona fronteriza.
“Vamos a aumentar la recaudación, aunque las tasas de impuestos sean bajas, vamos a dar garantías a los inversionistas (…) vamos también a acompañar este programa de incentivos fiscales”, agregó.
Comentó que en tres meses visitará los municipios fronterizos para corroborar la efectividad del programa.
A pesar del optimismo con que fue presentado el programa, otro de los cuestionamientos es referente al periodo en que se aplicará el programa, el cual inicialmente solo será de dos años.
Ante esto, el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, expresó al presidente que la incertidumbre por la vigencia de dos años radica en el hecho de que las empresas de clase mundial y nacionales que pretenden instalarse en la región de la frontera hacen sus proyecciones de inversión mínimas a cinco años, por lo que un plan fiscal a dos años no les resultaría tan atractivo, toda vez que los beneficios serían efímeros.
Sobre esto, López Obrador contestó que, si bien el plan es a dos años para comprobar la efectividad, él confía en que se extenderá a seis años, con los mismo beneficios para todos.
“Esta duración es por cuestiones jurídicas, se decide hacer este decreto porque hasta yo tengo resistencias dentro del gobierno (…) ¿Por qué le ponen dos años? Porque dicen: ‘No, qué tal que fracase’, entonces dejamos una puerta de salida de emergencia. Pero esto no va a fracasar y va a durar ser seis años”, finalizó el presidente.
Por su parte, Graciela Márquez Colin, secretaria de Economía, planteó que la llegada de estos estímulos estímulos fiscales, así como el aumento del salario mínimo, tienen la finalidad de alcanzar un desarrollo integral de la zona fronteriza.
La Zona Libre de la Frontera Norte que se vería beneficiada con el programa, está integrada por 43 municipios, ubicados en la franja fronteriza con Estados Unidos de 24 kilómetros, la cual incluye a seis estados del país, desde Baja California hasta Tamaulipas.
Estos 43 municipios representan 7.5% del PIB nacional.