El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, convocó este domingo a empresarios para que inviertan en el Tren Maya, y también pidió que no haya “nada de bloqueo” contra la obra, para poder terminarla en cuatro años.
“En el presupuesto… ya hay 6 mil millones de pesos para empezar. Pero no alcanza con eso, esa es inversión pública y necesitamos hacer una mezcla de recursos, necesitamos también inversión privada”, dijo luego de un ritual indígena en Palenque, Chiapas, con el que el gobierno dio por iniciada la construcción del Tren.
“Lo que se invierta por parte de las empresas que acepten la concesión, van estas empresas a contar con un estímulo, con una subvención del gobierno”, agregó.
“Por cada kilómetro que construyan, un porcentaje de apoyo por parte del gobierno a las empresas, una subvención… si se termina el tramo, se revisa el tramo, se ve que tiene la calidad para que puedan desplazarse los trenes a una velocidad de 160 kilómetros por hora, y si tiene la vía la fortaleza, también, de resistir trenes de carga, ahí va el apoyo, la subvención. Ese va a ser el procedimiento”.
López Obrador espera que, a más tardar en dos meses, esté listo el proyecto técnico para lanzar la licitación de los primeros cuatro tramos de la obra.
En otro momento de su discurso, el presidente mencionó el caso de propietarios de tierras cercanas a la zona del Antiguo Aeropuerto de Palenque, quienes firmaron para que se tenga el derecho de vía, y pueda hacerse obras del Tren.
“Si no fuese por ellos, por su voluntad, interponen un amparo y se para la obra… también, le agradezco a los de la asociación de volteos, porque había también allí un diferendo, porque hay varias asociaciones. Va a haber para todos, pero nada de bloqueo para que podamos terminar pronto esta obra”, mencionó el mandatario.
López Obrador afirmó que la construcción del Tren, criticada por haber sido aprobada rápidamente y sin mostrar todos los estudios de impacto ambiental y otros rubros, “no es un capricho” o una imposición.
“Es sobre todo un acto de justicia porque ha sido la región del país más abandonada”, afirmó el mandatario, quien lanzó vivas a los pueblos indígenas y a las culturas originarias de México, al final de su discurso.
Los 1,500 kilómetros del Tren Maya los tenemos que terminar en cuatro años, “me canso ganso”, con el apoyo de la gente y gobernadores del sureste, agregó.
En su plan de presupuesto, López Obrador propone destinar 6 mil millones de pesos a la construcción del Tren el próximo año.
El costo total de la obra se estima entre 120 y 150 mil millones de pesos (entre 5,900 y 7,400 millones de dólares), apuntó AFP.
El sacerdote maya Tiburcio Can May y el Dignatario Maya Constituyente de Calakmul, Filiberto Cu Chan, presidieron la ceremonia maya para la anuencia de la construcción del Tren Maya en Yucatán sólo ante funcionarios. Durante el acto denominado Madre Tierra en la zona arqueológica de Chichén Itzá, invocaron a los cuatros vientos y también dieron la bendición a Huacho Díaz Mena, superdelegado en Yucatán, y Mauricio Díaz Moltavo, director del Patronato de las Unidades Culturales y Turísticas del Estado de Yucatán (CULTUR) y representante del gobernador Mauricio Vila Dosal.
Al evento asistieron funcionarios públicos en su totalidad. Entre ellos, Marco Antonio Santos Ramírez, director del sitio arqueológico de Chichén Itzá; Eduardo López Calzada, director del INAH en Yucatán, y el presidente municipal de Valladolid, Enrique Ayora Sosa. Habitantes del poblado maya de Pisté, donde se encuentra la zona arqueológica de Chichén, no fueron incluidos en el evento.
A espaldas del juego de pelota y al frente del castillo de Kukulkán, los funcionarios de los gobiernos estatal y federal tomaron la palabra. Aarón Rosado Castillo, enlace territorial del Tren maya en Yucatán y representante de Jiménez Pons, expuso que se trata de un proyecto integral de desarrollo que “traerá bienestar a las comunidades y pueblos originarios con el objetivo de crear condiciones y beneficio económico”.
Mauricio Díaz Moltavo de CULTUR expuso que Yucatán no estaba dentro de los primeros planos del Tren Maya y que el gobernador Mauricio Vila realizó las gestiones correspondientes para su integración en el plan general.
Joaquín Díaz Mena, coordinador de Programas de Desarrollo del gobierno federal, afirmó que los “pueblos originarios que tienen una cosmovisión, nos dicen ‘queremos seguir siendo lo que somos, orgullosos de nuestros antepasados mayas, pero no queremos seguir en la pobreza y marginación’”. Agregó que para ese mejor futuro el presidente Andrés Manuel López Obrador propone el Tren Maya.
El sacerdote maya Tiburcio Can May, del municipio de Tahmek, Yucatán, dijo que invocó a Hunab Ku (dios solitario) y a los cuatro vientos “al botar los montes, las selvas que tienen que cortar, pues ya está pedido el permiso. Para los animales, para los pájaros, para que tengan dónde estar luego”.
Por su parte Fliberto Cu Chán, quien se denominó Dignatario Maya Constituyente de Calakmul, dijo que pidieron permiso para la construcción de la megaobra porque “el Tren Maya se va conectar con vestigios arqueológicos, la parte cultural, la gastronómica que va a detonar el desarrollo económico de nuestros hermanos indígenas”. Y “como ingeniero” afirmó que la afectación “es mínima”, pues la obra se hará en el derecho de vía de la CFE.
No obstante, cuestionado posteriormente sobre si la ceremonia legitima la construcción del megaproyecto, indicó que “primero hay que saber cuál es el costo que nos va a generar y cuál es el beneficio que nos van a dejar por profanar nuestro territorio sagrado maya, primero una consulta previa informada, pero a las comunidades indígenas, no consultar a los mayas de Miami o a los mayates, y después de eso hacer un estudio de impacto social y ambiental”.
Respecto de la consulta indígena por iniciar en la península de Yucatán, dijo que el Tren Maya es un proyecto de nación y no un proyecto solamente de los indígenas.
Con información de Robin Canul