El año 2018 registrará el número más elevado de solicitudes de refugio a México del que se tenga registro: según datos oficiales, al 3 de diciembre suman 26 mil 566 peticiones de personas extranjeras que pidieron la protección internacional del Estado mexicano; un 82% más en comparación con 2017, que ostentaba hasta ahora el récord, y hasta 202% más que en 2016.
Sin embargo, aunque el número de solicitudes de refugio se ha ido multiplicando de manera muy rápida en los últimos cuatro años -entre 2014 y 2018 se dispararon 1,143%-, el presupuesto destinado a la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados (COMAR) no ha aumentado de manera paralela.
Al contrario, para el próximo 2019 se prevé, incluso, un recorte, a pesar de que el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha prometido en reiteradas ocasiones que impulsará un cambio en la política migratoria mexicana que privilegiará el enfoque de derechos humanos de las personas migrantes, frente a la política de detención y deportación de anteriores administraciones.
De acuerdo con el proyecto de egresos 2019 presentado el sábado pasado, y que aún tiene que ser aprobado por la Cámara de Diputados, la Secretaría de Hacienda pidió para la COMAR un presupuesto de 20 millones 843 mil pesos, casi cinco millones menos que este 2018.
De hecho, de aprobarse el presupuesto en la Cámara, la COMAR tendría el presupuesto más bajo en siete años –desde 2012, con Felipe Calderón-, a pesar de que en este 2018 se batirán todos los récords de solicitudes de refugio, y a pesar también de que, según pronósticos de la propia COMAR, en conjunto con la Oficina de Refugiados de la ONU (ACNUR), para el próximo año se prevé que hasta 48 mil personas podrían solicitar asilo en México; un 80% más que este 2018.
Animal Político buscó al nuevo coordinador de la COMAR, Andrés Ramírez Silva, para preguntarle cuál es su postura ante este recorte a un presupuesto ya muy reducido de por sí, y que ha sido objeto, incluso, de recomendaciones para incrementarlo por parte de organismos internacionales como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
“La verdad, sí me ha sorprendido el recorte. Yo pensaba que habría un incremento al presupuesto, y un incremento, además, significativo,” admitió en entrevista el nuevo responsable de la Comisión Mexicana de Refugiados, quien subrayó que, desde que lo invitaron a dirigir la COMAR siempre ha señalado que para salir de la situación de “colapso” económico en la que se encontró la dependencia se necesitan más recursos, no solo por el aumento de las peticiones de asilo, sino también para atender las solicitudes de 22 mil personas que aún tienen atrasadas desde el año 2017.
“Lógicamente, el presupuesto (de la COMAR) tendría que incrementarse, si es que queremos responder de manera correcta y adecuada al gran reto que tenemos de las llegadas de personas en necesidad de protección internacional”, insistió Ramírez Silva, quien contó que hubo un “reclamo” por parte suya, así como de la propia secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, cuando hace un mes y medio recibieron de la Secretaría de Hacienda el proyecto de presupuesto para la COMAR con una reducción de recursos.
“Se dijo entonces que se hablaría con quien hoy es el secretario de Hacienda (Carlos Urzúa), para que tratara de compensar esta situación. Pero no hubo la posibilidad de lograr nada al respecto, y esto escapa a la señora Sánchez Cordero. Así que la secretaría de Hacienda hizo los ajustes presupuestales a lo que ellos consideraron pertinente”, expuso Ramírez Silva, quien fue funcionario de ACNUR durante 28 años.
–¿Esperan, ahora, que los diputados puedan realizar alguna modificación al presupuesto para obtener más dinero? –se le cuestionó al respecto-.
-Difícilmente los diputados van a estar en condiciones de hacer una modificación en el presupuesto, aunque la comisión de asuntos migratorios está muy consciente, y siempre ha sido muy simpatizante, de la importancia que tiene un incremento sustancial al presupuesto de la COMAR. Pero no podemos esperanzarnos a que pueda haber una modificación.
–¿Entonces, qué va a pasar?
-Bien, ante esta situación, el licenciado Alejandro Encinas (subsecretario de población, migración y derechos humanos) ha pensado, de forma responsable, que se tiene que hacer una redistribución del presupuesto al interior de la Subsecretaría para que fondos mucho más significativos puedan llegar a la COMAR.
–¿Cuánto dinero recibirían a partir de esa redistribución?
-Estamos hablando de triplicar el presupuesto. Es decir, ahora tienes en el proyecto de egresos 20 millones 800 mil pesos, y se busca añadirle otros 43 millones que saldrían de la propia Subsecretaría de Población, Migración y Derechos Humanos. Además, la ACNUR se comprometió a ayudarnos con un proyecto llamado ‘Proyecto Puente’, que también aportaría otros 20 millones de pesos. Por lo que, en total, esperamos tener unos 83 millones de pesos, que ya es algo más decente, y que era, más o menos, lo que yo había solicitado para la COMAR. Creo que 80 millones puede ser un presupuesto mucho más razonable que los 25 millones que, año con año, se había estado otorgando a la COMAR.
En lo que sí ha habido un aumento, expuso Ramírez Silva, es en el número de personas que laboran al interior de la COMAR para atender la cada vez más grande oleada de peticiones de refugio en México ante la situación de violaciones a derechos humanos que se vive en el Triángulo Norte de Centroamérica; especialmente en Honduras, donde las pandillas y el crimen organizado llevan años provocando que miles de personas huyan del país en busca de asilo en otras naciones, como México y Estados Unidos.
Si bien en junio 2015, Animal Político publicó que la Comisión tenía solo a 15 oficiales de protección para atender 2 mil casos de personas pidiendo asilo, ahora la dependencia cuenta 50 funcionarios de planta, y el nuevo titular de COMAR aseguró que están en conversaciones para que se integren más elementos que proceden de la comisión para la atención de la frontera sur, y otros ocho elementos del Registro Nacional de Población (RENAPO).
“Vamos a llegar a ser cerca de 200 funcionarios”, aseguró Ramírez Silva, quien además dijo que ya están proyectando abrir oficinas nuevas, a las tres que la COMAR tienen en la actualidad en la Ciudad de México, Acayucan (Veracruz), y en Tapachula (Chiapas), más un agregado en la ciudad de Tenosique, Tabasco, en la frontera sur mexicana.
“Estamos pensando abrir oficinas en Palenque, Chiapas, en Saltillo (Coahuila), Aguascalientes, y Tijuana, y en algunos otros lugares que tenemos que examinar”, dijo el titular de la COMAR, quien destacó que el trabajo será “en tándem” con la ACNUR y el Proyecto Puente.